'Star Wars: El Ascenso de Skywalker' es sin duda uno de los eventos cinematográficos del año. El cierre de la trilogía de secuelas, y el final de toda la saga Skywalker coloca al filme con una presión mayor aún que la que acarrea de por sí una película de 'Star Wars'. J.J. Abrams fue el elegido por el estudio para poner el broche de oro tras haber sido él quien iniciase esta tercera fase con 'Star Wars: El despertar de la fuerza'.
El cineasta se ha visto obligado a asumir numerosos retos a lo largo de la película: "Uno de los mayores desafíos fue incluir a Leia en la historia", asegura. El fallecimiento de Carrie Fisher colocó al director ante una difícil disyuntiva sobre si incluirla en la cinta y cómo hacerlo siendo respetuoso con la actriz. "No podíamos contar la historia sin ella", sentencia.
La película tiene la misión de despejar las numerosas incógnitas que se han ido generando en torno a la trama: los padres de Rey, el regreso de Palpatine... Y, sin querer revelar ningún dato concreto, Abrams desvela que uno de los principales temas es que "no importa de dónde vengas, puedes ser y hacer lo que quieras".
Abrazar lo anterior
Una de las mayores preguntas que se hacen los fans es hasta qué punto Abrams y el equipo han recogido el testigo de Rian Johnson y 'Star Wars: Los últimos Jedi'. El director del octavo episodio manejó la historia de una forma diferente a lo que Abrams había concebido en un inicio. Sin embargo, este último confirma una vez más que se ha tenido "mucho respeto" por el trabajo de su compañero: "No creo que haya un cambio de rumbo con respecto a lo que hizo".
Con respecto a esto, el director ha reflexionado sobre las críticas que acarrean siempre películas con tanto impacto, se tome la decisión que se tome: "No importa lo que hagas, siempre habrá fans a los que contentarás y fans a los que enfadarás". Pase lo que pase, el estreno de 'Star Wars: El Ascenso de Skywalker' promete acaparar las portadas de todo el planeta. Y ya está en cines.