Es conocido que toda película durante su promoción es la nueva 'Ciudadano Kane', los actores entran en el juego, el director también y los productores aún más. Ya lo tenemos asimilado, por eso sorprenden las declaraciones de J.K. Simmons desmarcándose de esas estrategias comerciales.
El actor, que está consolidándose como el principal candidato a ganar el Oscar al mejor actor de reparto, nos ha dejado perlas durante la promoción de 'Whiplash' como bromear diciendo que Miles Teller es "un abofeteable pequeño bastardo". Está claro que al haber visto nacer el proyecto, que tan buen resultado ha dado, se siente muy orgulloso de la película y no le molesta tener que estar promocionándola.
Esto podría ser lo típico que dice un actor para que su nueva película parezca especial, pero en una entrevista a The Guardian, Simmons se muestra sincero sobre sus pasadas experiencias en cuanto al trabajo de los actores posterior al rodaje: "He tenido algunas experiencias en los últimos años en los que mi reticencia a participar en la publicidad no ha sido positiva. Está tan bien hacer esto como parte de una película de la que puedo presumir sin reservas y no sentir que le estoy dando la vuelta a nada. Puedo ser honesto al 100% y no tengo que decir gilipolleces."
Un mayor esfuerzo
Simmons lleva ya más de dos años involucrado con 'Whiplash', desde antes incluso del estreno del cortometraje homónimo que propició la posterior realización de una película. Y parece estar totalmente de acuerdo con que "buen trabajo" son las dos peores palabras que existen: "Hay una especie de entumecimiento, monotonía y falta de motivación en la cultura de 'buen trabajo'. Estamos criando a una generación de niños que están siendo exageradamente halagados por logros muy menores. Creo que es contraproducente." A partir del 16 de enero podremos ver 'Whiplash' en los cines y empezar a tener pesadillas con el personaje de Simmons.
