A Jodie Comer es imposible no admirarla. Desde que la conocimos como adolescente en la serie 'My Mad Fat Diary' y, sobre todo, gracias a su papel revelación en 'Killing Eve', donde interpreta a la glamurosa asesina Villanelle, la joven actriz británica se está labrando una carrera muy destacable y polifacética.
Tras el éxito en cines de 'Free Guy', donde comparte cartel con Ryan Reynolds, y con un Emmy y un BAFTA en su haber por 'Killing Eve', Comer estrena en cines su nueva película, 'El último duelo', drama histórico en el que ha trabajado a las órdenes de uno de los grandes del cine, Ridley Scott, y por el que suena como posible candidata a los Oscar por su aclamada interpretación como Marguerite de Carrouges.
El film supone además el reencuentro de Matt Damon y Ben Affleck como guionistas desde que ganaron el Oscar por 'El indomable Will Hunting' en los 90. Ambos, que también participan como actores, se encargaron del guion junto a Nicole Holofcener ('Sobran las palabras'), repartiéndose la tarea de escribir cada uno la perspectiva de cada personaje en un relato en tres actos que podría calificarse como el primer caso #MeToo de la historia.
Sobre ese intrincado proceso de escritura e interpretación en tres puntos de vista hablamos con Comer y Holofcener en nuestra entrevista con motivo del estreno en España, donde además nos contaron cómo fue trabajar con Ridley Scott, cómo la película aborda el tema de la violación de manera tan actual a pesar de ambientarse en el siglo XIV y de una pequeña reunión que hará sonreír entre tanto drama a los fans de 'Killing Eve'.
Un pasado escalofriantemente presente
'El último duelo' se basa en una historia real que tuvo lugar en la Francia de 1386. El film recrea el enfrentamiento que se produjo entre dos caballeros y amigos, Jean de Carrouges (Damon) y Jacques LeGris (Adam Driver), después de que la mujer del primero, Marguerite (Comer), asegurase que había sido violada por LeGris.
La amistad entre ambos caballeros se rompe por las acusaciones, que LeGris niega. Pero Marguerite decide no quedarse callada ante tal crimen y lo denuncia públicamente, sometiéndose al escrutinio público. Ante una situación nueva para la sociedad francesa, un duelo a muerte entre Carrouges y LeGris decidirá si Marguerite dice la verdad o no.