Hollywood ha perdido a uno de los directores con más personalidad de las últimas décadas. Joel Schumacher ha muerto a los 80 años, dejando atrás un legado marcado por los pezones del traje de Robin en 'Batman y Robin' y también un montón de películas memorables.
Entre las muchas personas que se han despedido de Schumacher están Nicolas Cage, Jim Carrey, Patrick Wilson, Kiefer Sutherland o Emmy Rossum, muchos de ellos asegurando que el director fue clave a la hora de dar forma a sus carreras. Así lo asegura Matthew McConaughey en declaraciones a Variety.
El ganador del Oscar por 'Dallas Buyers Club' ha recordado cómo Schumacher le dio su primera gran oportunidad como actor en la película de 1996 'Tiempo de matar'. "Joel no solo apostó por mí, luchó por mí. Sabiendo que el estudio nunca aprobaría alguien relativamente desconocido como yo para protagonizar 'Tiempo de matar', me hizo una prueba secreta una mañana de domingo en un local pequeño", recuerda McCounaghey. "Me dijo «Incluso si lo haces muy bien, podrías no obtener el papel, así que no quiero que la industria piense jamás que hiciste la prueba y no conseguiste el trabajo»".
"No veo cómo mi carrera podría haber llegado a ser tan maravillosa como es si no fuera porque Joel Schumacher creyó en mí entonces", concluye el comunicado.
Buen director, mejor persona
Muchos de los mensajes de despedida están marcados por el cariño y el dolor de perder a un hombre al que todos recuerdan bueno y generoso. Es el caso de Corey Feldman, el actor de 'Gremlins', 'Los Goonies' y 'Cuenta conmigo' que lleva unos años denunciando haber sido víctima de corrupción de menores y abusos sexuales por hombres importantes de Hollywood. Feldman ha escrito un largo hilo en Twitter (todo en mayúsculas) asegurando que Joel Schumacher se convirtió en un amigo y soporte emocional después de coincidir en 'Jóvenes ocultos'.
"Aunque Joel era un hombre homosexual, nunca tuvo nada que ver con la corrupción que [Corey] Haim y yo sufrimos durante el rodaje de la película. De hecho no tenía ni idea", cuenta Feldman. "Sí que sintió el profundo dolor que yo sufrí y por eso nos convertimos en amigos cercanos. El primer día del rodaje un adulto me dio cocaína. Joel estaba sobrio en ese momento pero inmediatamente reconoció que yo estaba colocado. Me despidió en el momento (...). Se dio cuenta de que no era mi culpa, así que me volvió a contratar con un aviso. No volví a consumir cocaína de nuevo hasta un año después".
"Cuando me adentré en el mal camino Joel me citó en su casa. Nos encontramos. Él intentó prevenir mi descenso. Pero no le escuché porque tenía 16 años y había pasado por lo que había pasado", cuenta el actor.
