En la vida, o se es de perros o se es de gatos. John Wick es de perros, y los gatos, mejor que no se le acerquen. Se demostró en un rodaje de la última entrega de la saga ('John Wick: Capítulo 3 - Parabellum'), que se estrena el 31 de mayo. Según han contado el director Chad Stahelski y la actriz Halle Berry a Entertainment Weekly, una manada de felinos casi manda al traste toda una secuencia de acción.
Los hechos ocurrieron en Marruecos, en la ciudad de Esauira. Lo contaban así: "Fuimos en invierno, cuando estuvimos localizando, y no era algo tan predominante. Había unos cuantos gatos, llamaríamos a una protectora y les mantendríamos fuera. Entonces aparecemos para rodar, y había literalmente cientos de gatos". Tuvieron que atrapar a los gatos en pequeñas cajas que hacían como de casas y en las que les ponían la comida, explicaba Stahelski. "Teníamos muros de gatos. La cantidad de maldita comida de gato... probablemente alimentamos a más gatos que a personas en el set".
Obviamente, este imprevisto causó a producción un gran reto logístico y un buen dolor de cabeza. Pero además causaban más problemas cuando los perros, que sí eran parte del rodaje, se distraían con su antítesis animal.
"Fue un poco caótico" decía Berry, "porque teníamos perros correteando alrededor, teníamos a Keanu [Reeves], teníamos a un montón de gente viniendo de todas partes. Pero además, a los gatos por el set. Era, en ocasiones, difícil de mantener a los perros concentrados. Podría haberse arruinado todo".
Todo se endereza
Así es, podría haberse ido todo por el desagüe, pero salió finalmente adelante. Y según las primeras críticas con bastante buena nota, además. Ya ha logrado la película, por ejemplo, que consiga un 93% de aprobación en Rotten Tomatoes, superando a la primera entrega con un 87%, y a la primera secuela con un 89%.
Y concretando, en las escenas de acción, Matt Donato de We Got This Covered afirma que "no hay cambios de plano irregulares, solo meses - AÑOS - de dulce y determinado entrenamiento puesto en uso". David Ehrlich de IndieWire sintoniza con él y sitúa a esta entrega a la cabeza del cine de acción actual: "Motivado por un profundo respeto al expresivo poder de golpear a alguien hasta la muerte, y empoderado por las extraordinarias habilidades y compromiso de su estrella de 54 años (Keanu Reeves) , Stahelski y los otros poetas de la matanza de percusión [...] siguen a una cabeza (cortada) y hombros por encima del resto de la comunidad de acción de Hollywood".
