Sin duda, uno de los grandes aportes a la historia del séptimo arte es el neorrealismo italiano, movimiento cinematográfico surgido en Italia justo al acabar la Segunda Guerra Mundial y que fue la respuesta a la dura censura que vivió el país, ya que sólo se producían filmes de propaganda en los que se mostraba una Italia perfecta y pura. El neorrealismo mostraba las primeras consecuencias de la guerra: la hambruna, la pobreza, la herida abierta en la sociedad italiana.
Siguiendo rigurosos con la historia, el neorrealismo italiano está situado entre 1944 y 1952, aunque hay varias producciones posteriores a esos años que son consideradas como parte del movimiento, además de haber otras herederas del estilo. Sin embargo, es en 1945, con la guerra terminada, cuando el movimiento empieza a tomar forma con 'Roma, ciudad abierta', la obra maestra de Roberto Rossellini.
El neorrealismo italiano mostraba la vida de ese momento, narrando las miserias, las pequeñas alegrías, lo que el ciudadano de a pie hacía para sobrevivir como podía. Su temática rompía de lleno con el cine del fascismo italiano. Películas rodadas en blanco y negro, con fotografía lúgubre, mostrando objetivamente las consecuencias de la guerra.
Un movimiento que revolucionó el lenguaje cinematográfico
Sin embargo, el neorrealismo italiano no sólo era mostrar la miseria humana, también fue un movimiento que revolucionó la puesta en escena, haciendo de lo austero arte, utilizando ambientaciones reales, movimientos de cámara de mano, con muchas planos secuencia, la utilización del doblaje para poder filmar con mayor libertad, así como la utilización de actores no profesionales y hacer hincapié en los sentimientos de los personajes más allá de la trama, dando mucho margen a la improvisación.
Y hubo muchos cineastas que pertenecieron a este movimiento: Roberto Rossellini, Luchino Visconti, Vittorio De Sica, Giuseppe De Santis, Federico Fellini, Luigi Zampa o Francesco De Robertis. Cineastas que revolucionaron el lenguaje cinematográfico, así como también mostraron un tipo de cine con posición moral, alejado de la pomposidad hollywoodiense y con fuerte sentido político.
Ahora es momento de mostrar una selección de títulos muy relevantes de este movimiento. Tristemente, es imposible reunir todos los filmes. Sin embargos, los mostrados son auténticas obras maestras que describen a la perfección lo grande que fue el neorrealismo italiano.
Joyas cinematográficas para iniciarse en el neorrealismo italiano
'Obsesión' (1943)
Tres años antes de que Tay Garnett dirigiese 'El cartero siempre llama dos veces', con unos magníficos Lana Turner y John Garfield, Luchino Visconti adaptó la novela homónima de James M. Cain con 'Obsesión', en la que opta por mostrar la insatisfacción de la mujer malcasada como metáfora de la Italia de la época. En el filme, Giovanna (Clara Calamai) malvive con un hombre viejo al que no ama y que regenta un restaurante. Pronto, ella se enamorará de un vagabundo, con el que tendrá una aventura y con el que planeará matar a su marido.
Realizada en plena dictadura fascista de Mussolini, al Duce no le gustó ni pizca esa "obscena" representación de un matrimonio infeliz, ya que el dictador quería películas de una Italia perfecta y pura. La película se pudo ver una vez tumbado el régimen de Mussolini y sirvió como prólogo al neorrealismo italiano.
'Roma, ciudad abierta' (1945)
Considerada el inicio del neorrealismo italiano es, junto con 'Ladrón de bicicletas', la obra cumbre de este movimiento cinematográfico. Roma, la bella Città eterna, era mostrada casi en ruinas. Inspirada en hechos reales, Roberto Rossellini empezó a escribir el guion en agosto de 1944, apenas dos meses antes de que terminase la ocupación alemana. El cineasta tuvo la ayuda de Federico Fellini y Sergio Amidei, ya que sentía que debía mostrar las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en Italia.
El filme no sólo mostraba una Roma desolada, también denunciaba la tiranía de la dictadura fascista de Mussolini. Los protagonistas no son héroes de historias épicas, sino anónimos que sacrificaron su vida por la libertad y la democracia. El padre Pietro, que esconde a partisanos y a un ingeniero comunista; o Pina, una mujer enamorada de un miembro de la Resistencia. El hijo de Pina será testigo de cómo el sacerdote y su madre serán asesinados por defender la libertad. Una denuncia muy clara en la que sólo Aldo Fabrizi y Anna Magnani eran actores profesionales. El neorrealismo italiano surgía con fuerza.
'El limpiabotas' (1946)
Sin duda, otro de los grandes exponentes del neorrealismo italiano es 'El limpiabotas', mostrando una nación hambrienta, capaz de matarse a ella misma. Giuseppe y Pasquale son amigos y sueñan con tener un caballo, ya que ambos son jinetes. Debido a que no tienen dinero para comprar uno, se ganan la vida como limpiabotas en las calles de Roma. Todo cambia cuando Attilo, el hermano mayor de Giuseppe, convence a los chicos para que trabajen para Panza, un mafioso de la zona.
Sin embargo, aceptar ese trabajo se convertirá en su mayor pesadilla, ya que serán castigados por un crimen que no han cometido, provocando no sólo que su amistad se arruine, sino que las consecuencias acaben siendo trágicas para ambos. Sin duda, un claro ejemplo de como, en la miseria, el ser humano es capaz de sacar su lado más cruel y despiadado. Nominada al Oscar al mejor guion, logró un Oscar honorífico que dio pie a la creación de la categoría de mejor película de habla no inglesa.
'Paisà (Camarada)' (1946)
'Paisà (Camarada)' es también otro de los mejores exponentes del neorrealismo italiano ya que se dio pie en varias ocasiones a la improvisación. Rossellini llevó a todo el equipo al lugar de rodaje y allí hizo que los actores no profesionales participasen en varias encuestas para que expusieran sus ideas sobre cómo debía continuar la trama. El filme muestra seis episodios diferentes en los que el único punto de unión es el avance de las tropas aliadas en Italia para liberarla durante la Segunda Guerra Mundial.
Este tipo de decisiones, el dejar que los actores no profesionales opinasen sobre el devenir del argumento, no gustó a muchos. Según las declaraciones recogidas de la época, el cineasta respondió: "El insulto más grande fue afirmar que soy un improvisador. Me siento muy orgulloso de serlo pero, que conste, eso no significa que esté en continuo letargo".
'La tierra tiembla' (1948)
Antes de deslumbrar al mundo con obras maestras como 'Rocco y sus hermanos', 'El gatopardo' o 'Muerte en Venecia', Luchino Visconti se inició el cine con el neorrealismo. Aunque el cineasta escribió el guion de la aclamada 'Tosca' en 1941, Visconti provocó un escándalo con 'Obsesión' pero su verdadero debut en el movimiento fue con 'La tierra tiembla'.
La película también muestra otro de los elementos del movimiento, es una película que entremezcla ficción con documental, dando una intensa sensación de realismo. Adaptación libre de la novela 'I Malavoglia' de Giovanni Verga, es la historia de un pescador ('Ntoni Valastro) siciliano y su familia que luchan contra la explotación de los mayoristas de la pesca. Para intentar librarse de la tiranía de los mayoristas, miembros de una familia de alto abolengo de Sicilia, el pescador querrá tener su propia barca para lograr su independencia.
El filme muestra cómo, pese a querer hacer de esta injustica una lucha colectiva, el miedo de la comunidad provoca que ese posible alzamiento no tenga éxito, mostrando la importancia de la fraternidad entre el pueblo como elemento esencial para que las injusticias puedan erradicarse. Sin duda, un alegato moral que también formaba parte de los elementos propios del neorrealismo italiano.
'Alemania, año cero' (1948)
Junto con 'Roma, ciudad abierta' y 'Paisà (Camarada)', la película forma parte de la llamada Trilogía sobre la Posguerra de Rossellini. Esta vez, el cineasta decide aparcar la realidad italiana para trasladarse a la Alemania devastada tras la guerra y las heridas abiertas que ha dejado el nazismo en la población. Rodada en Berlín, ciudad completamente destrozada por los bombardeos, el protagonista es el pequeño Edmund, un chico de 12 años que quiere ayuda a su familia y busca dinero por la calle, vendiendo objetos de valor. Con un padre en cama por estar muy enfermo y una hermana acusada injustamente de prostituirse, el chico acaba en un grupo de pequeños delincuentes.
Sin embargo, es el encontrarse con uno de sus antiguos profesores, presumiblemente pedófilo y homosexual, lo que hace que su destino acabe en la más triste de las tragedias. Manipulado por el profesor, el chico llega a pensar que debe imperar la ley del más fuerte. Premio al mejor largometraje en el Festival de Locarno, se trata de uno de los retratos más amargos y oscuros de la sociedad de posguerra, mostrando una Alemania no sólo devastada por bombardeos, sino también con una decadencia moral en la que es capaz de dejar vagar a un pobre chico hasta un fatal destino.
'Ladrón de bicicletas' (1948)
Una de las obras cumbre del neorrealismo italiano. Dirigida por Vittorio De Sica, basada en la novela homónima de Luigi Bartolini, está ambientada en la Roma de la posguerra. Antonio Ricci es un hombre sin trabajo que logra encontrarlo pegando carteles. Sin embargo, su felicidad dura poco, puesto que le roba la bicicleta el primer día de trabajo. Sin bicicleta no puede trabajar. Por ello, recorrerá toda Roma para encontrar su bicicleta o al ladrón que la robó.
Película que muestra cómo la miseria puede sacar el lado más egoísta del hombre. El filme es el retrato de la corrupción de un hombre honrado. Una obra maestra del séptimo arte.
'Arroz amargo' (1949)
Giuseppe De Santis es otro de los grandes cineastas de esta época. 'Arroz amargo' es considerada su obra maestra. Protagonizada por Doris Dowling, Vittorio Gassman, Silvana Mangano y Raf Vallone, la película entremezclaba drama social y activismo político con thriller y erotismo. Rodada en fincas y arrozales reales de Vercelli, en el Piamonte, el filme narra cómo dos ladrones, una pareja de jóvenes que acaba de sustraer un collar muy preciado de un hotel, deben huir. Cuando a él lo reconocen, ella decide infiltrarse en una multitud de jornaleras que van a coger el tren para trabajar en los arrozales del Valle del Po.
Allí será cuando Francesca, la ladrona, deba infiltrarse y trabajar como una jornalera más, aunque sin contrato. Será entre jornaleros y obreros cuando Francesca empiece a sentir empatía por ese grupo de duros trabajadores. Interesante filme cuyos personajes se alejan de cualquier arquetipo, mostrando la cara egoísta del individualismo, como también lo positivo del espíritu colectivo. Magnífica.
'Stromboli, tierra de Dios' (1950)
Tristemente, 'Stromboli' fue incomprendida y vilipendiada más por la vida sentimental del director y de la actriz protagonista que por su calidad cinematográfica, al menos en Estados Unidos. Protagonizada por Ingrid Bergman, el filme narraba como Karin, una mujer lituana escapa de un campo de concentración para exiliarse a Italia. Se casa con un prisionero de guerra y ambos van a vivir a Estrómboli, la isla de donde procede él. Aunque Karin había logrado huir de una prisión, llegar a Estrómboli hace meterse en otra cárcel igual de espeluznante.
La película fue muy infravalorada durante su estreno en Estados Unidos, debido a la relación sentimental entre Rossellini y Bergman, ambos estaban casados y tuvieron una aventura pública, provocando la indignación de la sociedad estadounidense, fue reprendida la actriz por el senador Edwin C. Johnson a causa de su infidelidad. Pese a ello, el filme goza actualmente de muy buenas críticas y es considerada una de las grandes obras del cineasta, además de mostrar la opresión de la mujer.
'Milagro en Milán' (1951)
Junto con 'Ladrón de bicicletas' y 'Umberto D.', constituye la gran trilogía neorrealista de De Sica. Ambientada en el Milán de la posguerra, una ciudad alejada de la fama del lujo y la elegancia de la moda que tiene actualmente, muestra cómo Totó, un huérfano de buen corazón, se enfrenta al poderoso señor Mobbi, dueño del suelo donde están las chabolas en las que vive él y otros mendigos, ya que se ha descubierto petróleo en la zona. Fábula espiritual con un personaje que simboliza muchas virtudes, se trata de una de las películas más optimistas del cineasta en esta época, con cierto toque de cuento de Hans Christian Andersen.
'Umberto D.' (1952)
'Umberto D.' fue el inicio del fin del neorrealismo italiano. La película narra el continuo descenso de Umberto D. Ferrari, un empleado del gobierno retirado que se manifiesta junto con otros jubilados exigiendo un aumento en sus pensiones, cuya cifra es ridícula. Después de que la policía disperse la protesta, el público verá cómo Umberto irá perdiendo su hogar, su dinero, hasta su perro. Hastiado, sólo verá una solución a sus problemas.
'Umberto D.' fue un fracaso de taquilla y el inicio del fin del neorrealismo. Eran los años 50 y la sociedad empezaba a resurgir. Además de tener en contra al gobierno, que no veía con buenos ojos la repercusión de los filmes en el extranjero y de la imagen de Italia a nivel internacional. Sin embargo, pese a ello, la cinta es una obra maestra y muy bien valorada entre la crítica.
'Roma a las 11' (1952)
Basada en hechos reales, Giuseppe De Santis trae la historia de cinco chicas que responden a un anuncio para un puesto de secretaria. No será fácil, hay 200 candidatas para el puesto, que tiene un sueldo muy modesto, y, encima, llueve en Roma. Con actrices de primer nivel, Lucia Bosé, Carla Del Poggio, Maria Grazia Francia, Lea Padovani, Delia Scala y Elena Varzi; está también el icónico Raf Vallone.
'La strada' (1954)
'La strada' es uno de los filmes de transición entre el neorrealismo italiano y el nuevo cine que llegaba con títulos como 'La Dolce Vita' o 'Una mujer y tres hombres' y nuevos cineastas como Ettore Scola, Michelangelo Antonioni, Lina Wertmüller o Pier Paolo Pasolini. 'La Strada' narra la vida de Zampanó (Anthony Quinn), un artista ambulante, ve a su joven ayudante morir y decider comprar una nueva, Gelsomina (Giulietta Masina). Aunque Zampanò tenga un carácter violento, Gelsomina se verá atraída por la vida callejera. Poco a poco irá teniendo más protagonismo en el teatro. Aunque Zampanò sea detenido, ella se mantendrá fiel y leal a él.
Considerada una de las grandes obras maestras de Fellini, muchos críticos la consideran una de sus películas más bellas e icónicas de su filmografía, más incluso que 'La Dolce Vita' o 'Amarcord'.
Extra: 'Accattone' (1961)
Cronológicamente, Pasolini no pertenece al neorrealismo italiano. Eso sí, sus primeros filmes tienen reminiscencias de este movimiento que terminó casi una década antes de que él empezase a dirigir. 'Accattone' mostraba su personal visión de la Italia de los marginados, aquellos de los que ya no se quería saber nada. Accattone es un proxeneta que nunca ha querido trabajo y se dedica a robar y extorsionar, se verá obligado a hacer algo después de que detengan a la meretriz que lo mantenía.
Pasolini rescataba el estilo del neorrealismo para adentrarse en los estratos sociales más olvidados de Italia, mostrando una cara muy poco amable también de estos marginados.
Extra: 'Mamma Roma' (1962)
Junto con 'Accattone', 'Mamma Roma' continúa como herencia del neorrealismo. El segundo largometraje de Pier Paolo Pasolini volvía a ahondar en las miserias humanas de esa Roma renegada y marginada. Anna Magnani se convertía en la Mamma Roma, una prostituta que logra huir de su vida en la calle después de que su proxeneta se case. La mujer consigue vivir en un piso de un barrio pequeño-burgués.
Pero el pasado siempre vuelve, y su proxeneta volverá a extorsionarla para que vuelva a las calles. Además está Hector, su hijo, cuyo carácter débil e influenciable hará que se junte con gente poco deseable.
