Aumenta la compra y posterior abandono de huskies "por culpa" de 'Juego de Tronos'

A veces el movimiento fandom puede ser lo mejor que te pueda pasar: hace relativamente poco vimos al elenco de 'The Walking Dead' lanzando un vídeo de agradecimiento a sus seguidores por los 100 episodios alcanzados. Pero otras veces parece que los fans no saben distinguir la ficción de la realidad y entonces se complican las cosas.

Según informa Screen Rant, ciertos fans de 'Juego de Tronos' han empezado a adoptar huskies siberianos o malamutes de Alaska de forma masiva como si fueran Fantasmas o Nymerias. Angelique Miller, presidenta de El Rescate del Perro de Trineo del Norte de California, calcula que ahora han aparecido unos 45 perros más por mes, el doble de lo usual.

El problema no reside ahí, todo el mundo es libre de adquirir un huskie (¿a quién no le gustaría tener un huskie?), aunque si es adoptado, mejor. La parte negativa de todo este asunto reside en lo que sucede después. Estos animales necesitan grandes cantidades de ejercicio y aseo, y cuando los dueños no pueden ocuparse bien de sus necesidades acaban siendo abandonados.

Como no podemos tener dragones nos obsesionamos con conseguir lo más parecido a un lobo huargo que nos acompañe fielmente como si fuésemos dignos descendientes de la familia Stark. Y no, Stark solo hay en el norte de Los Siete Reinos (y en 'Iron Man'), y solo quedan tres, y un bastardo. No dejes que te llamen como a Jon.

Nymeria y la escena que nos rompió el corazón

AVISO SPOILERS

Para quien no haya llegado al segundo episodio de la séptima temporada de 'Juego de Tronos', el mensaje de arriba va para ti. En este episodio nos encontramos con un antigua vieja amiga: Nymeria, el lobo huargo de Arya que ha pegado el estirón. Una escena que nos deja entre tristes y confundidos cuando las dos se reencuentran y es, ésta vez, la loba la que toma un camino distinto: ¿No habrá reconocido a Arya? ¿Será verdaderamente Nymeria? ¿Por qué no regresa a Invernalia con ella?

Ahora los creadores de la serie nos sacan de dudas de una forma muy clara y sencilla: "Ella (Arya) no está domesticada y tiene todo el sentido que su loba tampoco. Una vez que el huargo se aleja, en un principio su corazón está roto pero después se da cuenta de que es exactamente lo que ella hubiera hecho".