'Juego de Tronos', la serie más aclamada de todos los tiempos, y cuyo espectro aún perdura en la cultura popular, traslada Poniente a Madrid gracias a HBO, Sold Out & Encore Productions. ¿Estáis preparados para la llegada del invierno?
'Juego de Tronos: La exposición oficial' podrá verse por un tiempo limitado y contará con más de 1.000 metros cuadrados plagados de elementos del universo de 'Juego de Tronos'. En ella podremos descubrir desde los fríos paisajes de Invernalia hasta la arbolada senda del Camino Real, poder entrar en el Castillo Negro o incluso ver con nuestros propios ojos cómo sería el Trono de Hierro en el mundo real.
"Estamos entusiasmados por traer 'Juego de Tronos: La exposición oficial' a Madrid este octubre", afirma Jeff Peters, vicepresidente de licencias y venta minorista de HBO. "Tras la abrumadora respuesta a lo largo del mundo desde su estreno, estamos encantados de compartir la experiencia con los fans de 'Juego de Tronos' en Madrid".
A partir del 26 de octubre en IFEMA, los seguidores y seguidoras de la serie podrán aprovechar esta irrepetible oportunidad interactiva que les sumergirá en el universo creado por George R.R. Martin. "Es un gran placer y un honor ser parte de esta nueva aventura", afirma Pascal Bernardin de Encore Productions. "Por fin, esta icónica serie se ha convertido en una exposición en vivo, Madrid espera con impaciencia su llegada".
Las entradas se pueden comprar en la web de la exposición. Cuentan con un precio general de 20,40 euros para el público mayor de 13 años. La entrada para niños de 4 a 12 años cuesta 12,40 euros y los niños de 3 años o menos entran gratis. La exposición permanecerá abierta en el Espacio 5.1 de IFEMA de martes a domingo en horario de 10:00 a 21:30.
Un autor liberado
Aunque ya se sienta algo lejana la última temporada de la serie, en su estreno generó una polémica que seguimos recordando a día de hoy de una forma un tanto agridulce. No obstante, el escritor de las novelas, George R.R. Martin, si que se siente "liberado" tras su cierre ya que la serie le generaba una gran presión en su proceso de escritura: "Hubo un par de años donde, si hubiera podido acabar el libro, me habría mantenido por delante de la serie durante otro par de años, y el estrés era enorme. No creo que fuera muy bueno para mí, porque lo que debería haberme hecho ir más deprisa en realidad me ralentizó. Cada día me sentaba a escribir e incluso cuando tenía un buen día -y un buen día para mí son entre tres y cuatro páginas- me sentía fatal porque pensaba: 'Dios, tengo que acabar el libro. Solo he escrito cuatro páginas cuando debería haber escrito cuarenta'. Pero que la serie haya acabado es liberador, porque voy a mi propio ritmo ahora".
