'Juego de Tronos' ha demostrado en su quinta temporada que sigue siendo La Serie. Que juega en otra liga y que se ha superado a sí misma. Y eso que la serie comenzó tranquila, pausada, a su ritmo y como suele hacer: poniendo las tramas y los personajes en un tablero moral de ambiciones y poder en estado puro, y siendo condescendiente con los espectadores hasta la traca final que acompaña el final de cada temporada.
Esperábamos otra Boda Roja (los espectadores somos así de sanguinarios) pero los tres últimos episodios han sido un golpe sobre la mesa que ha sorprendido a los fans con muertes, violencia, escenas de producción audiovisual al más alto nivel cinematográfico (nada tiene que envidiar a sagas como 'El Señor de los Anillos') y tramas abiertas para una sexta temporada que su comunidad de fieles espera ya con ansia. Es el fenómeno fan televisivo del momento y, probablemente, sigamos hablando de esta serie mucho tiempo. ¿Cómo lo han conseguido?
A partir de aquí spoilers (es inevitable)
La quinta temporada sigue fiel a sí misma. Las claves de su éxito: la mejor narrativa televisiva del momento, la espectacularidad de una superproducción y la gestión de su fenómeno fan.
La narrativa y sus personajes nos han traído muchas novedades. Esta season finale nos ha dejado un cliffhanger múltiple que deja todas las tramas en suspense. En esta temporada hemos visto sufrir a los personajes que más han hecho sufrir. Stannis cae derrotado en un bosque pidiendo que le ejecuten y Cersei Lannister se humilla para poder volver a casa.
Han vuelto los dragones como personajes, tan salvajes como leales a su madre. Daenerys-Khaleesi es salvada in extremis por uno de ellos de un ataque que hubiera supuesto la muerte. Otros protagonistas siguen su particular peregrinaje y transformación personal. Arya Stark cruza el límite moral tomando la justicia por su propia mano en sus ansias de venganza y, como consecuencia, queda ciega, aún no sabemos si de forma permanente. Su hermana Sansa salta al vacío como única salida a una vida sin esperanza y apartada de su familia. Lo más doloroso ha sido Jon Snow. El último episodio borra del mapa al personaje más bondadoso y al verdadero héroe de esta temporada. Jon Snow muere en manos de sus propios compañeros. Era el único que en su afán por salvar a todos los hombres deja de lado la lucha por los tronos y piensa en el bien común.
Snow es honesto, fiel y valiente. Destaca en un entorno en total decadencia en el que el invierno hace tiempo se ciñó sobre el corazón de los hombres. Ahora, los caminantes blancos acechan el muro y -como decía el propio Jon antes de morir- la única esperanza es que no aprendan a trepar, porque los hombres están demasiado ocupados en sus luchas de poder para hacerse cargo del verdadero peligro que está ahí fuera.
¿Y ahora qué?
El todo o la nada. Los reinos han quedado descabezados y el muro más desprotegido que nunca con los caminantes blancos al acecho. ¿Hasta dónde llegará el ansia de venganza de Cersei en su lucha por recuperar el poder? ¿Podrá Khaleesi reunir de nuevo a su pueblo con la ayuda de los dragones? ¿Será Bran Stark (desaparecido en toda la temporada) la salvación de su linaje? Solo los guionistas de la HBO lo saben.
Nos esperan varios meses de especulaciones, de desmenuzar cada filtración de los rodajes hasta la mínima expresión en las redes sociales. Por suerte, tenemos también los perfiles de los personajes en Twitter que nos mantendrán a la espera de todo lo bueno que está por llegar. Tal vez nos den alguna pista. Estamos contando ya los días para que esta historia continúe.