Aunque en el terreno de las buddy movies Shane Black es el maestro y 'Dos buenos tipos' la obra a batir este año parece que Rawson Marshall Thurber quiere hacerse notar con 'Un espía y medio'. Nos da que su humor no va a ser tan universal como el de la película de Black pero admiramos sus buenas intenciones, y quién sabe, quizá nos entusiasme tanto como aquella. La película de Thurber ha supuesto la unión de dos grandes estrellas de Hollywood, Kevin Hart y Dwayne "The Rock" Johnson, y ya ha recaudado más de 127 millones de dólares en todo el mundo (un éxito si tenemos en cuenta los 50 que costó).
'Un espía y medio' nos presenta a dos tipos completamente antagónicos: Bob Stone (Johnson), un sufridor de bullying en su etapa de instituto que con los años se convierte en un letal agente de la CIA y Calvin Joyner (Hart), el chico popular del instituto que al crecer se convierte en un aburrido contable que no hace más que añorar los años pasados. Ambos se reencuentran en una reunión de antiguos alumnos y Stone consigue involucrar, en contra de su voluntad, a Joyner en un caso de espionaje cibernético para el que necesita su ayuda.
Aprovechando su paso por España para promocionar la película nos hemos reunidos con sus dos protagonistas y además de la entrevista de rigor hemos jugado con ellos al "¿Quién soy?". Nos hemos llevado unas tarjetas con algunas de las caras más reconocidas de nuestro cine y les hemos pedido que se las pongan en la frente y adivinen, mediante preguntas, quiénes son. Hemos puesto a prueba sus conocimientos sobre los artistas españoles más internacionales y aunque era inevitable meter la pata en algún momento han salido del paso con gran soltura. Sabíamos que con dos tipos como ellos íbamos a pasarlo bien, pero han superado todas nuestras expectativas.
Taquilla de éxito
La película de Thurber se coló en la segunda posición de la taquilla en su semana de estreno en EE.UU con más de 34 millones de dólares, solo por debajo de la imbatible 'Buscando a Dory', que también se estrenó esa semana con la impresionante cifra de 136 millones de dólares. En su segunda semana descendió al tercer puesto con 18 millones (69 en total), no pudiendo contra los 41 de 'Independence Day: Contraataque' y los 73 de 'Buscando a Dory'. En la última semana los estrenos de 'Mi amigo el gigante', 'Election: La Noche de las Bestias' y 'La leyenda de Tarzán' la han dejado fuera del Top 5 pero aún así consiguió recaudar 15 millones de dólares, que hacen un total ya de 94 millones en su país de origen.
Buddy Movies esenciales
'Granujas a todo ritmo'
A la hora de elaborar listas con el mejor cine de los ochenta, una cosecha realmente impecable, se tiende a olvidar una comedia que, a día de hoy, se mantiene igual de fresca, irreverente y efervescente que en el día de su estreno. 'Granujas a todo ritmo' se tomaba muy en serio lo de hacer reír, pero no se olvidaba de la otra gran virtud de su propuesta, una banda sonora que es auténtico caviar. Una película diferente, única, en la que Dan Aykroyd y el añorado John Belushi elevaban a base de carisma y una impecable estética el género buddy movie hasta alcanzar el estribillo perfecto. Claro, si tienes cerca a Ray Charles, Aretha Franklin o John Lee Hooker, entre otros, todo es mucho más sencillo. Y memorable. Un clásico con patas y muy buenos oídos.
'Men In Black'
En 1997, 'Men In Black', se convirtió en un regalo para todos los amantes de los blockbusters bien ejecutados, inteligentes y divertidos. El director Barry Sonnenfeld, a través de movimientos de cámara imposibles, combinando la acción más trepidante con el homenaje más apasionado al género de la ciencia ficción clásica, conseguía crear una sensación de épica de serie B. Si a esto le sumamos un villano a la altura y un dúo protagonista en pleno estado de forma, tenemos la respuesta a su éxito global.
Una fórmula que, quizás por su salto al vacío del exceso, no consiguió generar tanto consenso con una secuela que, con todo, conseguía mantener el tipo. Lástima que la tercera parte perdiera casi toda la fuerza, el ritmo y la diversión por el camino, quedando más como anécdota sin demasiado sentido que como pieza a la altura de sus predecesoras. Pero siempre nos quedará ese verano en el que Will Smith y Tommy Lee Jones se convirtieron en referentes y soñábamos con capturar extraterrestres armados con aquel aparato destinado a borrar la memoria más inmediata. Qué tiempo tan feliz.
'Dos tontos muy tontos'
Si preguntáramos a un buen número de cinéfilos por algunos de sus placeres culpables más destacados, muchos citarían más de una obra de los hermanos Farrelly. Y la mayoría se quedaría con 'Dos tontos muy tontos'., una de esas comedias generacional que, adaptando la buddy movie al absurdo absoluto, fueron capaces de conectar con millones de espectadores a través de la carcajada estúpida.
Jim Carrey y Jeff Daniels eran la pareja perfecta para interpretar a dos antihéroes a los que, quisieras o no, terminabas cogiendo cariño. Su esencia de película de culto se vio reflejada en la expectación generada por su secuela. Tanta como la posterior decepción. El encanto había desaparecido y la sensación era más de desconcierto que de alegría. No importa, siempre podremos volver a su predecesora, la fresca y divertida cima de dos hermanos que nunca acertaron de manera tan contundente.
'Toy Story'
Da igual que hablen de monstruos, peces, ancianos, ratas, robots, sentimientos o juguetes. Los genios de Pixar, desde su nacimientos, nos han regalado un buen número de obras perfectas, sin fisura alguna, con las que entretienen, divierten, cautivan y conmueven a todo ser humano que tenga un mínimo de corazón. Y conviene recordar que todo comenzó con dos juguetes que recogieron el testigo de las mejores parejas protagonistas que el género de las buddy movies nos había dejado para transformarlo en arte ingenioso, emocionante, inolvidable.
'Toy Story', a la cual se le deben sumar dos entregas que no hicieron más que elevar el listón hasta desembocar en una tercera parte que solamente se puede definir como clásico contemporáneo, es el inicio de una parte imprescindible de las últimas décadas de historia del cine. Dedicada a todos aquellos interesados en aprender a contar una historia con cabeza y corazón. Cruzamos dedos para que la cuarta entrega esté a la (magistral) altura.
'Infiltrados en clase'
Una de las marcas de la casa de los directores Phil Lord y Christopher Miller es la delsumbrante capacidad que tienen para transformar ideas delirantes en estupendas películas. Ejemplos: 'Lluvia de albóndigas', una entrega de animación divertida y trepidante hasta decir basta, o 'La LEGO Película', esa fiesta auténtica para cualquier amante de la comedia entendida como parque de atracciones. Y entre ambas, la buddy movie más hilarante de los últimos años, 'Infiltrados en clase'.
En 2012, nadie podía esperar que una adaptación a la gran pantalla de la serie que convirtió a Johnny Depp en ídolo adolescente, conseguiría lograr un número tan alto de carcajadas y gags memorables. Igual de sorprendente, o más, fue la unión perfecta entre Jonah Hill y Channing Tatum, demostrando una vis cómica envidiable. Su secuela llegaría dos años más tarde y solamente bajaría ligeramente el nivel de su predecesora, pero ambas se mantienen como dos películas que conviene reivindicar con insistencia dentro del género.
'La extraña pareja'
Si buscamos un resumen exacto y conciso, sería el siguiente: Jack Lemmon y Walter Matthau. Dúo inolvidable capaz de despertar la carcajada con un solo gesto, las lágrimas con un solo abrazo y la ternura con su sola presencia. La capacidad indiscutible de dos actores únicos para entender que la unión hace la fuerza.
Protagonistas de obras maestras como 'Primera plana' o 'En bandeja de plata', bendito Billy Wilder, o la sobresaliente 'La extraña pareja', pocas veces dos intérpretes han conseguido una química tan apabullante, una complicidad tan auténtica, una amistad tan real, capaz de traspasar la pantalla de la manera más natural posible. Incluso sus productos de la década de los 90, 'Dos viejos gruñones' y la secuela de 'La extraña pareja', elevaban la media gracias a estos dos gigantes que incluso a la hora de marcharse se pusieron de acuerdo. Imprescindibles.
'Supersalidos'
Hora de regresar al punto de partida. Por encima de consideraciones narrativas y estéticas, la clave de toda buddy movie, especialmente de las buenas, es la de convertir a la amistad en un protagonista más. Pues bien, si nos introducimos de lleno en la cosecha de ejemplos de la última década, especificando más la búsqueda con la etiqueta 'nueva comedia', nos encontramos con 'Supersalidos', una película a la que ni su terrible traducción consigue lastrar.
Pocas veces se ha descrito con tanto acierto, gracia, ingenio y delicadeza la amistad entre unos chavales que hacen de su aura de perdedores la mejor excusa para ser especiales. Jonah Hill, Michael Cera y un inolvidable Christopher Mintz-Plasse redondean la jugada. Una de esas películas que dignifican el género.
'La isla mínima'
En España también tenemos una amplia variedad de buddy movies que consiguen respetar y trasladar el género hasta adaptarlo a un código cinematográfico en el que el costumbrismo y el tópico consiguen fundirse con ganas y sin demasiadas reticencias. El último gran ejemplo, lo tenemos en 'La isla mínima'. Dos policías, personalidades totalmente opuestas y la necesidad de llevarse bien y entenderse lo mejor posible para conseguir descifrar las claves de un caso de los que ponen los pelos de punta. ¿El resultado? Un logro total. Uno de esos casos en los que todo funciona a la perfección, desde unos títulos iniciales arrebatadores, de una belleza abrumadora, hasta el último portazo. Fin de la historia. O principio.
Al frente, Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez con dos portentosas interpretaciones a la altura de la dirección de Alberto Rodríguez, brillante, sin fisuras, de un control del detalle y una pasión contagiosas. Una película que se suda, se sufre, se vive, se bebe, se analiza y, horas después, se instala en las entrañas gracias a alguna de las escenas más arrebatadoras que se recuerdan por estos lares. Un trabajo de personalidad tan arrolladora que, además de aguantar todo tipo de comparaciones, que vienen y vendrán, puede mirar a la cara a cualquier ejercicio del género que se lo proponga.
'Fast & Furious'
El cine tiene cosas maravillosas. Únicas. Y locas. Loquísimas. Se trata de un arte capaz de hacer posible lo imposible, desafiar las leyes de la coherencia y el sentido común, provocar fenómenos que, en otros universos culturales, serían impensables. Si alguien nos dice, tras su primera entrega hace más de una década, que la saga de 'Fast & Furious', también conocida como 'A todo gas', entraría en su etapa dorada con su quinta entrega y llegaría a su cima con su séptima aventura, no nos lo hubiéramos creído. Si nos hubieran explicado las razones exactas de este aumento progresivo de calidad cinematográfica y aceptación crítica, porque al público ya lo tenía ganado desde el principio, probablemente hubiéramos acabado en un baño de carcajadas.
¿Fuera las carrera ilegales? ¿Los coches pasan a un segundo plano? ¿El referente pasa a ser el cine de espías? ¿'Ocean's eleven' (otra buddy movie a tener en cuenta) y 'Misión Imposible'? Pues sí. Ahí está la clave. En la metamorfosis de una franquicia que ha ido creciendo en intensidad, carisma y, por encima de todo, delirio. En el momento en el que el guionista Chris Morgan y el director Justin Lin decidieron que todo valía, que los nuevos tiempos habían cambiado los derrapes imposibles por cajas fuertes destrozando coches de policía a modo pinball, reinventaron la identidad, el fondo y la forma de sus orígenes creativos y lo llevaron a otro lugar mucho más divertido. Y, de paso, permitieron que entrara por derecho propio en el Olimpo de las sagas más exitosas de la historia del cine de acción. Y de las mejores. La buddy movie hiperbólica de nuestro tiempo.
'Seven'
La química es algo que se tiene o no se tiene. No existe una fórmula perfecta, un truco de magia que consiga que dos intérpretes parezcan amigos de toda la vida, compañeros de trabajo y andanzas capaces de pelearse sin control y, diez minutos más tarde, estar sentados con una cerveza fría en la mano. 'Seven', la obra maestra con la que David Fincher reinventó el thriller antes de darle la vuelta por completo con la excelsa 'Zodiac', está tan repleta de virtudes y logros que analizar cada uno de ellos, al igual que su influencia, sería un ejercicio para el que requeriría cientos de páginas. Pero, puestos a destacar uno, las chispas que saltan de la pantalla en cada plano compartido entre Brad Pitt y Morgan Freeman, sería uno perfecto. La buddy movie más tenebrosa y fascinante de las últimas décadas.
- Año: 2016
- 114 min. EE.UU. Comedia
- Reparto: Dwayne Johnson Kevin Hart Amy Ryan Aaron Paul Danielle Nicolet