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LO NUEVO DE AARON SORKIN

Sacha Baron Cohen ('El juicio de los 7 de Chicago'): "¿Qué harán los americanos si la democracia falla? ¿Se levantarán?"

Aaron Sorkin, Eddie Redmayne, Jeremy Strong y Sacha Baron Cohen hablan de la relevancia de 'El juicio de los 7 de Chicago' hoy, de la demonización de las manifestaciones y de Black Lives Matter.

Por Jesús Agudo Más 2 de Octubre 2020 | 09:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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En 1968 se celebraba en Chicago la convención del partido demócrata y varios grupos de activistas decidieron personarse en las inmediaciones para manifestar su rechazo a la guerra de Vietnam. Lo que iba a ser una protesta pacífica acabó convirtiéndose en una batalla campal y ocho personas fueron arrestadas y llevadas a juicio por conspiración. Pero lo que en realidad se juzgó fueron sus ideas y el mismo derecho a manifestarse. En un año en el que medio Estados Unidos ha salido a las calles, hartos de ver a personas negras morir a manos de la policía, 'El juicio de los 7 de Chicago' es toda una lección de historia que es realmente importante refrescar, ahora más que nunca.

Aaron Sorkin en el rodaje de. 'El juicio de los 7 de Chicago'

Aaron Sorkin, que al principio solo se apuntó como guionista, tuvo que llamar a su padre para preguntarle si recordaba algo de unos disturbios en Chicago en 1968 y un juicio posterior porque le dijo que sí a Steven Spielberg, quien tuvo la idea de hacer la película y quien en principio iba a dirigirla, sin pensarlo dos veces. Cuando ganó Trump las elecciones, Spielberg le cedió el proyecto: "Donald Trump fue elegido presidente, y fue peor incluso de lo que imaginamos que sería. Steven pensó que ahora era el momento de hacer la película y a la vez yo había dirigido mi primera película, 'Molly's Game', y a Steven le gustó lo suficiente como para decidir que yo debería dirigir 'El juicio de los 7 de Chicago'. Y así logramos que se hiciera". Ajustar el presupuesto fue uno de los principales retos. Para los disturbios, por ejemplo, mezclaron rodaje con imágenes de archivo originales: "Una necesidad de presupuesto te fuerza a ser creativo, cosa que no pasa cuando tienes presupuesto ilimitado. El mejor ejemplo es el tiburón de 'Tiburón', que nunca funcionaba, así que Spielberg tenía que buscar la manera de rodar sin él y por eso no ves al tiburón hasta el final del segundo acto, que es el momento exacto en el que tienes que verlo. Eso pasó con los disturbios. Como los rodamos en Grand Park pudimos conectar con el metraje real. Nunca quisimos que el metraje de archivo pareciera que lo hubiéramos rodado nosotros. Lo pusimos en blanco y negro, el original es en color. Si hubiera tenido presupuesto ilimitado, lo habría hecho igual".

Jeremy Strong en 'El juicio de los 7 de Chicago'

Aunque era solo la segunda película de Sorkin como director, ¿quién le va a decir que no al creador de 'El ala oeste de la Casa Blanca'? Eddie Redmayne estaba de vacaciones en Marrakech, sufriendo una intoxicación y un pie roto y en cuanto llegó el guion leyó el nombre de Aaron Sorkin y dijo sí sin leerlo. "Hay trabajos que haces por la gente con la que quieres trabajar", comenta. Jeremy Strong, que viene de ganar el Emmy por 'Succession', dice que "un guion de Aaron Sorkin es el Santo Grial" y Sacha Baron Cohen directamente le considera "el Shakespeare moderno", aunque Sorkin se ría nervioso cuando lo suelta. Ellos tres encarnan a Tom Hayden, Jerry Rubin y Abbie Hoffman, sentados en el lado de los acusados en el juicio. Sorkin tuvo la suerte de haber podido hablar con el primero de ellos antes de que muriera en 2016. Hayden le dio la clave para enfocar la historia: "Hay una docena de buenos libros sobre lo que ocurrió y las transcripciones del juicio pero lo que no habría podido conseguir de nadie salvo de Hayden era la fricción entre Tom y Abbie". Mientras que Hayden quería seguir las reglas y conseguir cambios a través del sistema, Rubin y sobre todo Hoffman querían hacer ruido, desafiar al sistema. "En la película hay un debate sobre si es un payaso o si de hecho es un activista inteligente con fines reales y nobles. Aaron juega con esa dicotomía de manera brillante, pero lo que queda claro al final es que Abbie está dispuesto a arriesgar su vida y a desafiar la injusticia de esa época. Refleja los retos de la izquierda de la época, que es muy parecido a lo que ocurre ahora entre los progresistas y moderados dentro del partido demócrata. Lo que Aaron hace de manera brillante es mostrar a Abbie dispuesto a sacrificar su vida y para mí, cuando vemos los acontecimientos de los últimos meses y el movimiento Black Lives Matter, te das cuenta de que la gente que está protestando en la calle son increíblemente valientes, ya sea en Chicago, Bielorrusia o Kenosha. Ejercen sus derechos democráticos y a menudo ponen en peligro sus vidas. Para mí era inspirador interpretar a alguien tan valiente", explica Cohen, que tuvo la suerte de estar familiarizado con Abbie Hoffman ya que dedicó su tesis universitaria a los activistas judíos que se involucraron en el movimiento por los derechos civiles de la población afroamericana en los 60.

Eddie Redmayne en 'El juicio de los 7 de Chicago'

La teatralidad que caracterizaba a Rubin y Hoffman permitió que los actores sorprendieran a los demás en la sala de juicios que tanto tiempo pasaron rodando. Jeremy Strong llegó a poner máquinas de pedos bajo la silla de Frank Langella (que interpreta al juez Julius Hoffman) y apareció un día con pezones dibujados en su camisa. Pero es que Jerry Rubin llegó a ir al Comité de Actividades Antiamericanas vestido de Papá Noel. "Si querías hacer una escena, primero se la tenías que quitar a Jeremy" afirma Aaron Sorkin. Sacha Baron Cohen agradece esos golpes de efecto de Strong porque le mantenían alerta: "Creo que no escuché la verdadera voz de Jeremy hasta que terminamos el rodaje". Él intentaba descansar del personaje entre toma y toma yendo a escuchar a Frank Langella contar historias sobre antiguas conquistas. "No hay nadie con quien Frank Langhella no se haya acostado" asegura Sorkin.

Aunque Redmayne cree que Tom Hayden, su personaje, "era anárquico a su manera", también cree que el fondo de la película está en esas dos maneras de ver la insurrección: "Tom pensó que Abbie perjudicaba al movimiento. Se respetaban y luchaban por el mismo bando pero uno lo hacía a través de la política y el sistema y el otro usa una manera más de personaje, de exponerse más en una protesta. Lo que queda es que hay maneras diferentes de afrontar las protestas. Pero quizás todos los movimientos necesitan las dos para funcionar". Y así, un acontecimiento de 1968 refleja perfectamente lo que vive Estados Unidos en 2020: "Estamos viendo la demonización de las manifestaciones en la actualidad, especialmente en esta campaña política. En Kenosha, Minneapolis, Washington... en todos los sitios donde ha habido muestras de hartazgo en las calles siempre hay un pequeño grupo de personas que causan daños, saqueos, fuegos y aprovechan el caos para hacerlo. Pero la derecha va a aprovecharse de eso para decir que todo el movimiento es así y así son las manifestaciones, que son antiamericanas, y eso es la fuente de la tensión entre Abbie y Jerry de un lado, y Tom del otro. Militarizando las calles habrá una confrontación física".

Sacha Baron Cohen en 'El juicio de los 7 de Chicago'

Estados Unidos, el mundo te está mirando

Aaron Sorkin espera, por eso, que su película "inicie una conversación como las que ocurren en nuestra película. Me preguntaron el otro día si cambié algo del guion para reflejar los acontecimientos actuales del mundo, y no lo hice, los acontecimientos cambiaron para reflejar el guion. Eso me tiene aturdido. Como país, vives algo como lo que ocurrió en 1968, miras atrás y piensas en lo que podía haber ocurrido pero sigues adelante, aprendes la lección para que no vuelva a ocurrir... y vuelve a ocurrir. Siento como si hubiéramos estado empujando una roca hacia lo alto de la montaña durante décadas y se nos hubiera escurrido. No creo que para mucha gente sea una película que, cuando acabe, se pongan a hablar de otra cosa". Sacha Baron Cohen cree que esa conversación puede ser mucho más importante de lo que pensamos con las elecciones presidenciales norteamericanas el próximo noviembre: "Creo que va a ser, por desgracia, incluso más relevante, ya que todos vamos a estar obligados a responder una pregunta, que es '¿qué hacemos como individuos para proteger la democracia si nos la arrebatan? ¿Nos levantamos o nos hacemos a un lado?'. No hay otra alternativa, es una u otra. Temo que protestar será la única opción viable tras las elecciones si no se puede evitar que los votos por correo no sean contabilizados en su totalidad. Entonces, ¿qué harán los americanos? ¿Saldrán a las calles o permitirán una transición pacífica hacia una autocracia? No digo que es seguro que vaya a ocurrir pero con la actual socavación de las instituciones y estándares políticos y los nuevos cambios del tribunal supremo, parece cada vez más probable que haya una posibilidad de que hagan que la democracia falle y que gane el poder un gobierno que no ha sido votado. Entonces, me temo que los americanos tendrán la elección que tuvieron los 7 de Chicago: ¿nos hacemos a un lado o nos levantamos?".

'El juicio de los 7 de Chicago' se estrena en cines el 2 de octubre, y el 16 de octubre estará disponible en Netflix.