Este fan declarado de las viñetas del 'Juez Dredd' sintió la película de Pete Travis como un regalo: "Era una oportunidad fantástica para reconectar con las historias que me encantaban de joven. También descubrí las historias que se escribieron después de que yo dejara de leerlos, y descubrí que habían evolucionado y tenían mucha profundidad y madurez".
Como sabemos, no es la primera vez que el ejecutor de MegaCity 1 llega a las salas. En 1994, Sylvester Stallone protagonizó 'Juez Dredd', lapidada por la crítica y por los seguidores del personaje. El neozelandés es muy educado y no quiere echar pestes sobre el trabajo de otro actor, pero sí admite que "era muy distinto al personaje que adoraba". Fue una de las razones por las que se pensó trabajar en esta nueva versión: "No fue hasta que vi el guion de Alex Garland que me convencio, vi autenticidad. Este personaje no tiene tanto ego".
Una de las razones por las que aceptó era porque, a diferencia de la versión anterior, su personaje nunca se quita el casco: "Si se hubiera quitado el casco no hubiera aceptado. El misterio es clave". A pesar de parecer incómodo, Urban dice que fue un reto transmitir emociones sin utilizar los ojos: "Dredd es un personaje particulamente interesante porque ha sido entrenado para controlar sus emociones. Es muy estoico por naturaleza, el reto para mi era descubrir como humanizar el personaje. Me centré en lo físico, el sentido del humor". Además vio mucho potencial en un mundo al borde del caos, con un sistema judicial tan podrido como el de los Jueces.
Urban nunca vería al Juez como un superhéroe, simplemente sabe matar, tiene un buen entrenamiento y una moto genial. El actor comenta que notaremos una evolución del personaje, que irá descubriendo que no todo es blanco o negro.
La belleza del tiempo bala
'Dredd', como el cómic, es una película llena de violencia muy explícita, casi "gore". La marca de la "R" estaba cantada, pero menos hubiera sido decepcionante. Lejos de preocuparle un exceso de violencia, Karl Urban cree que hay medios mucho más peligrosos: "Vivimos en una época en la que los niños tienen videojuegos y sienten realmente la experiencia de acabar con una vida humana. Es una experiencia muy subjetiva. Una película es entrenimiento de escape, ves la violencia desde la seguridad de la butaca. Puedes explorar estas cosas sabiendo que no vives en esa sociedad. Los límites en esta película me recuerdan mucho a como lo trataba Stanley Kubrick. En 'La naranja mecanica' tienes violencia gráfica pero que viene acompañada por una preciosa pieza musical. Aquí hacemos algo similar, tenemos imágenes muy gráficas con una fotografía preciosa. Hacemos lo que técnicamente no deberíamos hacer nunca, que es sacar al espectador del momento. Te provoca rechazo porque la están examinando con detalle. La violencia en nuestra pelicula es mas honesta, no la desensibiliza".
El actor ha terminado de rodar 'Star Trek 2', razón por la que desgraciadamente no ha podido visitar el set de 'El Hobbit' en su tierra natal, aunque tiene muchas ganas de ver el trabajo de su amigo Peter Jackson y nos comenta que Viggo Mortensen (con el que tiene una gran amistad desde 'El Señor de los Anillos') va a comprar una granja de cabras para hacer queso, algo que no nos terminaba de cuadrar. Volviendo a la secuela de 'Star Trek', nos explica por qué se apunto en su momento al rodaje de la primera: "Me siento muy cómodo interpretando papeles muy físicos. Pero por eso 'Star Trek' me pareció tan interesante, tenía un punto más humorístico. Hollywood es muy trivial, en cuanto te ven hacer algo bien quieren mantenerte en eso. Para mi es importante cambiar".
La fama le llegó en la Tierra Media, y ahora está subiendo como la espuma. Aunque cree que todo esto es momentáneo: "Significa que alguien esta haciendo su trabajo, pero en cinco semanas volveré a donde estaba antes". Aunque sea así, Karl Urban ha protagonizado una película que puede pegar muy fuerte, y puede suponer toda una suerte para el actor, aunque no se quite el casco u otras partes del disfraz a diferencia de Stallone. Eso sí, tras catorce semanas de gimnasio intensivo, habría estado preparado para ello.