Sin duda 'Seven' es una de las mejores cintas de la historia del cine, sin ir más lejos ocupa el puesto 22 en la lista de la web IMDb de las 250 mejores películas votadas por los usuarios. Pero, aparte de su magnífico dúo protagonista formado por Morgan Freeman y Brad Pitt, lo que hizo grande a esta historia fue la interpretación de Kevin Spacey como el malvado John Doe, que marcó un antes y un después en lo que a psicópatas cinematográficos se refiere.
Pero esto podría no haber sido así, según las últimas declaraciones de su director, David Fincher, en un evento de los BAFTA recogidas por Screen Daily, su primera opción para el asesino de los siete pecados capitales fue Ned Beatty, conocido por su papel en 'Deliverance - Defensa', con lo que el guionista, Kevin Walker, estaba completamente de acuerdo. Afortunadamente (para los fans de 'Seven') cuando Beatty leyó el guión se negó a participar en la película por ser "la cosa más malvada que había leído nunca".
Aquí es cuando el ganador de dos Oscars entró en escena. Tal como cuenta Fincher, Kevin Spacey clavó el papel en el cásting pero la gente de New Line Cinema consideraba que "su caché era demasiado alto". Así que la búsqueda de un villano continuó mientras comenzaba el rodaje, dónde Pitt se interesó por la situación de Spacey. Cuando el director le explicó que el sueldo del actor era demasiado caro, Pitt llamó a la productora diciéndoles que era necesario contratar a Spacey, lo cual hicieron inmediatamente.
Gran Kevin Spacey
Aunque nunca podremos comprobar si la interpretación de Ned Beatty hubiese estado a la altura de la de Spacey, sí que se puede asegurar que la incorporación de este último al reparto fue una muy buena decisión. Ese mismo año Spacey ganaba el Oscar a Mejor actor secundario por 'Sospechosos habituales', arrebatándoselo a su compañero de reparto, Brad Pitt, nominado por 'Doce monos'. Y cuatro años más tarde ganaría su segunda estatuilla dorada por 'American Beauty', esta vez como protagonista. Actualmente protagoniza la serie 'House of Cards', de la que Fincher dirigió los dos primeros capítulos, y está considerado uno de los mejores actores de su generación tanto en cine como en televisión.
