A lo largo de su carrera, Kirsten Dunst se ha movido siempre en el terreno de lo imprevisible, en el salto constante de género en género, en la ruta menos esperada y, con toda probabilidad, más compleja y arriesgada. No es complicado imaginar a la actriz buscando en una mesa repleta de guiones un papel que suponga una auténtica prueba, un nuevo objetivo, una nueva meta que alcanzar a través de un talento a prueba de bombas. Porque, a estas alturas, las dudas brillan por su ausencia: Kirsten Dunst es un seguro de vida.
Ya sea transmitiendo ternura, miedo, amor, inquietud o, incluso, perversidad, la actriz es un ejemplo de contención constante, de medición exacta entre lo que el papel requiere y lo que ella sabe que puede aportar. En definitiva, conocer los límites y las barreras para, a partir de ese momento, lanzarse de lleno a la misión correspondiente. Por eso, hemos visto a Dunst meterse en la piel de personajes completamente diferentes a los que, en la mayoría de ocasiones, ha sabido aportar siempre una personalidad y un carisma envidiable.
A continuación, repasamos las diez interpretaciones más destacadas de su carrera, una excusa perfecta para revisar alguno de los trabajos cinematográficos más interesantes y originales que se han visto en Hollywood en los últimos años. Y sí, puede que Dunst esté por encima de muchas de las películas que vamos a recordar a continuación, pero no podemos dejar de verlo como un mérito de la actriz por encima del error en la elección de un proyecto. Cuestión de debilidad.
Los 10 mejores papeles de Kirsten Dunst
'Figuras ocultas'
'Figuras ocultas' tenía potencial dramático para ser algo más que un correcto trabajo de artesanía cinematográfica. Sin embargo, la historia real de las tres primeras mujeres afroamericanas que consiguieron alcanzar metas insospechadas en la NASA, demostrando todo su valor en plena carrera espacial a contrarreloj y venciendo todos y cada uno de los prejuicios que se sucedían a su alrededor, nunca termina de ir más allá. Y no lo hace porque no quiere. Sus responsables prefieren tomar el camino más fácil, es decir, entregar al espectador de manera exacta la película que espera. Todo medido al milímetro del aprobado, alejado de cualquier intención de elevar el listón o probar un camino diferente.
Por fortuna, su reparto no se contagia de este amor por la rutina y se entregan al máximo, desde Taraji P. Henson a Octavia Spencer, pasando por Janelle Monáe, Kevin Costner y una Kirsten Dunst que demuestra, una vez más, que no hay papeles pequeños cuando hablamos de grandes intérpretes. Ella es una pieza de incalculable valor dentro de una película en la que el reparto es el encargado de aportar toda la pasión que merecía una historia así.
'A por todas'
'A por todas' es un ejemplo más del ejercicio de reivindicación que tendríamos que realizar con Peyton Reed, uno de esos directores que se sitúan siempre al servicio de la historia que deben contar aportando siempre el tono más idóneo. Así, buceando un poco más en su carrera, nos encontramos con cintas tan efectivas como 'Abajo el amor', 'Separados', 'Di que sí' o la propia 'Ant-Man', su aplaudido y refrescante bautizo en el universo cinematográfico de Marvel.
Una trayectoria en la que, en cualquier caso, sigue destacando esta competición de animadoras repleta de escenas divertidas, números musicales convincentes y una capacidad envidiable para no aburrir en ningún momento. Para redondear el éxito, una luminosa Kirsten Dunst pasándoselo pipa en cada escena. ¿Necesitas más?
'Spider-Man'
Hay peores maneras de estrenarse en el universo cinematográfico de los superhéroes que la que protagonizó Kirsten Dunst, desde luego. Y más aún si tenemos en cuenta que el año en el que se estrenó esta 'Spider-Man', el género se encontraba en auténticos pañales, muy lejos del entusiasmo (y empacho) actual.
Sin embargo, la actriz confió en un Sam Raimi que mostraba una devoción total hacia el hombre araña, contagiando al reparto y convenciendo al público con una de esas historias de orígenes de personaje que no fallan, que aportan elementos tan sorprendentes como efectivos. En el lado positivo de la balanza, por si fuera poco, también hay que sumar un beso que ya es historia del cine. Estreno soñado para Peter Parker. Y para Dunst, claro.
'Entrevista con el vampiro'
Nominada al Globo de Oro como Mejor Actriz de Reparto por su interpretación, Kirsten Dunst consiguió, cuando no había cumplido ni quince años, ser lo mejor de 'Entrevista con el vampiro', una película en la que compartía cartel con, atención, Tom Cruise o Brad Pitt, entre otros. Ayudaba bastante que nadie, absolutamente nadie, pareciera estar tomándose el trabajo en serio, pero eso no debe ser impedimento para aplaudir la interpretación de una actriz capaz de aprovechar cada segundo en pantalla para hipnotizar al espectador. Al parecer, ella solamente sacó de este proyecto la certeza de que besar a Pitt es más asqueroso que interesante, pero nosotros ganamos de inmediato a una intérprete a la que seguir los pasos con atención. Y no nos falló.
'Todas las cosas buenas'
De la mano de Andrew Jarecki, quien aterrizaba en este proyecto siete años después de firmar el imprescindible documental 'Capturing the Friedmans', nos llegó en 2010 'Todas las cosas buenas', el gran tesoro escondido de la filmografía de Kirsten Dunst. Basada en una historia real, nos encontramos con un thriller melodramático y viceversa en el que la actriz, junto a un Ryan Gosling al que se merienda en cada escena compartida, vuelve a demostrar su talento innato para generar la duda y la sospecha en un espectador que, al segundo, vuelve a caer rendido ante su tela de araña encantadora.
Película interesantísima que conviene rescatar del olvido con más regularidad, 'Todas las cosas buenas' funciona a casi todos los niveles, pero engrandece su potencial en factores como la interpretación de Dunst. Para muchos, el mejor trabajo de toda su trayectoria. No diremos tanto, pero tampoco nos quedaremos muy lejos del entusiasmo.
'La seducción'
La última gran interpretación de Kirsten Dunst que hemos tenido la enorme suerte de disfrutar en nuestra cartelera corresponde a 'La seducción', una cinta que, además, supone la recuperación de la mejor versión de la directora y guionista Sofia Coppola, quien venía de encadenar una serie de películas cuanto menos discutibles antes de firmar este brillante remake de 'El seductor'.
Acompañada por un magnífico reparto en el que destacan Nicole Kidman y Elle Fanning, Dunst disfruta cada uno de esos planos aportando los elementos dramáticos exactos que requiere su personaje, el cual es, por cierto, el más complejo de todos los que pueblan esta pesadilla atmosférica de belleza apabullante. Atención especial a su rostro en el plano previo a los títulos de crédito finales, capaz de transmitir mil y una sensaciones con los recursos mínimos. La guinda al pastel.
'María Antonieta'
Sofia Coppola llegaba al 2006 con dos obras maestras a sus espaldas de la talla de 'Las vírgenes suicidas' y 'Lost in Translation', palabras mayores, por lo que las expectativas ante su tercer trabajo cinematográfico estaban tan desatadas como justificadas. Sin embargo, lástima, su particular visión sobre la vida de María Antonieta en una Francia del siglo XVIII en la que resuenan trallazos pop y se baila con las deportivas en la mano no terminó de convencer a casi nadie. Es cierto que el tiempo, siempre tan caprichoso, ha generado un pequeño movimiento de culto hacia ella, pero 'María Antonieta' sigue destacando como una obra fallida y sorprendente a partes iguales.
Sin embargo, lo que está fuera de toda duda desde el mismo momento en el que se estrenó dentro del Festival de Cannes es que la interpretación central de Kirsten Dunst está entre los trabajos más destacados de su trayectoria. Un claro ejemplo de una actriz que se sitúa, por una cuestión de puro talento, por encima de su propia película.
'Fargo'
Ganadora del Critics Choice Awards por su maravillosa interpretación, poco premio para semejante recital, Kirsten Dunst se entregó en cuerpo y alma a la segunda temporada de 'Fargo' como hacía mucho tiempo que no veíamos en su carrera. Aunque para muchos esta segunda temporada de la siempre interesante serie creada por Noah Hawley se sitúe un peldaño por debajo de la sorprendente y sobresaliente primera entrega, y a años luz del original cinematográfico de los hermanos Coen, pocas dudas se pueden tener sobre el trabajo de una actriz que aporta tanta inocencia como encanto a uno de esos personajes televisivos escritos con sobredosis de inspiración. Dunst, inteligente, sabe que tiene un caramelo entre las manos y lo aprovecha al máximo, robando capítulo a capítulo una temporada en la que ella termina reinando por encima del resto de elementos presentes, incluyendo compañeros de reparto. Lo dicho, un recital.
'Las vírgenes suicidas'
'Las vírgenes suicidas', la obra maestra de la filmografía de Sofia Coppola, con permiso de la inolvidable 'Lost in Translation', con la que protagoniza un empate técnico en lo que respecta a soberbio potencial cinematográfico, cuenta con la primera gran interpretación de la carrera de Kirsten Dunst. Acompañada por un estupendo reparto, la actriz estadounidense se mimetiza con el tono, el ritmo, las intenciones y la sutileza en el detalle de la cineasta desde el primer plano hasta un desenlace tan impactante como memorable.
Una interpretación central que deja huella y que suma de manera incontestable en la imponente balanza de aciertos de una de esas óperas primas incapaces de caer en el olvido. Un relato de soledad y muerte, amor e inocencia, sueños rotos y pesadillas reconstruidas que se clava en la memoria. La primera obra maestra de la directora y el primer gran trabajo de la intérprete. Obligatoria.
'Melancolía'
Retrato profundamente certero de la depresión como monstruo terrible en un contexto apocalíptico, urge aclarar que 'Melancolía' no funciona, ni lo pretende en momento alguno, como cinta de catástrofes, ni siquiera como ese (temido) 'Armageddon' con pretensiones artísticas desmesuradas en el que podía haber caído la película dado su argumento y responsable: Lars Von Trier. No, aquí la marca del cineasta danés continúa intacta, si acaso algo domesticada, pero perfectamente reconocible en su trato a la cámara, su atención por los detalles y la belleza buscada en los exteriores de un mundo con posibilidad de desaparecer para siempre. Protagonizada por una inmensa Kirsten Dunst, acompañada por la también espléndida Charlotte Gainsbourg y la mejor versión posible de Kiefer Sutherland, 'Melancolía' es una película hermosa, deslumbrante en sus mejores momentos (el prólogo y desenlace son inolvidables) y desoladora en su contenido.
Pocos autores han mostrado a lo largo de la historia del cine la depresión de un modo tan acertado y profundo como lo hace Von Trier, mostrando con gestos, miradas y actitudes ese pozo oscuro repleto de miedos, dudas e impotencia que rodea el fantasma de una enfermedad relacionada directamente con el horror. Algunas de sus escenas son devastadoras, incomprensibles para cualquier persona que no haya pasado por esa pesadilla en la que el dolor se apodera de todo y las fuerzas brillan por su ausencia. En eso, y es necesario regresar a ella, Dunst se revela como actriz sublime, captando la incomprensible tristeza que embarga a su personaje en todo momento con la máxima naturalidad del mundo, convirtiendo en inútil la búsqueda de errores en una actuación complicadísima, casi imposible, de la que la intérprete sale totalmente victoriosa. La cima interpretativa de su carrera.