Ya tenemos favorita en el Festival de San Sebastian, se trata de 'Kiseki/I wish (Milagro)' del director japonés Hirokazu Kore-eda, el cual viene dispuesto a cobrar su deuda con el Festival. Hace tres años, 'Still walking' entusiasmó tanto a crítica como a público con su poética, pero en esa ocasión el jurado presidido por Jonathan Demme no quiso o no supo premiar al realizador. En su cuarta participación compitiendo por la Concha de Oro se sitúa nuevamente en cabeza de las quinielas de favoritos.
Preciosista cuento sobre dos niños
Los protagonistas de esta historia son dos hermanos, pero no viven juntos, los ha separado el divorcio de sus progenitores. Así, Koichi, es el mayor y vive con su madre y su abuela, mientras que Ryunosuke, el pequeño, vive con su padre que aspira a convertirse en un artista. Cuando Koichi se entera de que un tren bala unirá las dos ciudades, se autoconvence de que el milagro que reza la leyenda al asistir en vivo al cruce en su trayecto con otro de ellos puede ser posible.
Así, hablamos de un delicado relato dotado de una tremenda sensibilidad a pesar de la ligereza del argumento. Kore-eda encandila a la audiencia dándole el toque justo a esta mezcla de preciosismo y poética, sin olvidar unas buenas dosis de humor. De hecho, los niños protagonistas son cómicos profesionales que interpretan de una forma muy natural y veraz, en el que la improvisación seguramente ha jugado un importante papel en el resultado final.
Un desenlace, que pone la guinda a este cuento, y dota aún de más sentido y humanidad a la historia de estos dos hermanos separados por la distancia.
'Happy End', desgarrador relato sobre el maltrato
Las cintas sobre la temática del maltrato son habituales en la Sección Oficial del Zinemaldia, hasta el punto de llegar a crear un género en sí mismas. De ahí, la pereza de muchos a la hora de abordar 'Happy End'. Pero, sinceramente, el resultado convence bastante en esta ocasión. Su argumento es de una tremenda dureza, pero la carga dramática está bien repartida a lo largo de toda su duración.
Eso es debido, a que narrativamente no se va de una forma explícita a la denuncia del maltrato hacia las mujeres. Sino de una forma más sutil, poco a poco se va cociendo la situación hasta llegar a un poderoso clímax. En sí, no es para nada una de las grandes películas de esta edición, pero aprovecha muy bien sus armas y se apoya en una contundente interpretación de la madura actriz Ann Petren, que bien podría ser reconocida en el Festival.
Por lo demás, otro día de transición el de ayer en el Zinemaldia, pero el cual desde la mañana de hoy miércoles está empezando a coger nuevamente tono a gran velocidad, sobre todo con la llegada de Michael Fassbender, que está causando furor allá por donde pasa. Tremenda expectación entorno a su figura. Y en cuanto a las películas, habrá atracón de cintas para estos últimos días, sobre todo en Sección Oficial.