"He hecho lo que sabía hacer en diferentes idiomas y simplemente pienso que ya no puedo hacerlo más. Estoy aburrida. Así que voy a parar", confesó la actriz en una entrevista concedida a The Guardian. La falta de trabajo no ha sido el motivo que le ha llevado a tomar tan drástica decisión, pero parece no sentirse cómoda con el método de trabajo de las grandes producciones. "No puedo soportar todo este tipo de basura que pasa en esas grandes películas. Simplemente no puedo aguantar sentada durante horas en un enorme remolque de lujo, a esperar, aburrida", dice la actriz.
Tampoco quiere seguir siendo la eterna secundaria en producciones independientes, de las que tampoco tiene una muy buena opinión: "Me gusta rodar, pero lo que no me gusta es tener que reorganizar las cosas y volver a rodar escenas. Eso acaba molestándome. A menudo me preguntan que si puedo hacer algo porque yo voy a ser una especie de peso para su, de otro modo, endeble producción. Me llaman exclusivamente por motivos de producción, me ofrecen hacer algo que saben que sé hacer perfectamente, como llorar o estar en el lugar adecuado".
Aunque reconoce que no quiere morder la mano que le ha dado de comer, opina que la vida es demasiado corta para seguir a disgusto trabajando como actriz y prefiere centrar su tiempo en hacer otras cosas. Sin embargo, puede que Scott Thomas acabe replanteándose este retiro voluntario, como ya hizo en 1999, cuando también anunció que dejaba la actuación para volver con fuerza al año siguiente. ¿Será perseverante con su decisión?
Taquilleras producciones y cine francés
Kristin Scott Thomas comenzó a hacerse conocida tras protagonizar 'Under the Cherry Moon', debut en la dirección del cantante Prince que tuvo unas pésimas críticas y que le hicieron granjearse una mala imagen como actriz. Con el tiempo, consiguió quitarse esa etiqueta participando en aclamadas producciones como 'Lunas de hiel', 'Cuatro bodas y un funeral', 'Ricardo III' o 'Misión Imposible'.
A mediados de la época de los noventa, conseguiría una nominación al Oscar como mejor actriz secundaria por su trabajo en la multipremiada 'El paciente inglés'. A partir de ahí, fue labrándose una interesante carrera, especialmente en producciones francesa, país en el que reside la actriz desde hace años y en el que ha intervenido en películas de prestigio como 'La llave de Sarah', 'En la casa' o 'Hace mucho que te quiero', película esta última que le valió una nominación a los Globos de Oro.
