El momento de ajustar cuentas pendientes ha llegado a la Academia y con la intención de seguir con el procedimiento para hacer cumplir las Normas de Conducta Adecuada que adoptaron a raíz de desvelarse todo el escándalo del caso Weinstein, han decidido expulsar tanto al ganador del Oscar Roman Polanski como al cómico televisivo Bill Cosby del mismo modo que lo hicieron con Harvey Weinstein.
Tal y como recoge The Hollywood Reporter, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en base a una decisión tomada por su junta de gobernadores ha publicado un comunicado en el que argumenta el motivo de la expulsión de los dos miembros acusados y juzgados por acoso sexual.
"La Junta continúa alentando normas éticas que requieren que los miembros defiendan los valores de la Academia de respeto por la dignidad humana", dijo a los medios sentenciando la expulsión.
Una de las cuestiones sobre las que más se puede especular al respecto es por qué la Academia ha decidido expulsar ahora y no en su momento a Polanski cuando el escándalo en el que estuvo implicado fue en 1978. La razón que han argumentado es que la Academia de Cine adoptó un nuevo código de conducta para sus miembros el pasado mes de diciembre, después de comunicar la expulsión del poderoso productor y "depredador sexual" Harvey Weinstein en el mes de octubre, a raíz de este suceso en el mes de enero comunicó la decisión de poner en práctica nuevos procedimientos para manejar las acusaciones de mala conducta en el lugar de trabajo.
La primera prueba del nuevo procedimiento se produjo cuando se presentó una queja contra el actual presidente de la Academia John Bailey, pero la junta desestimó los cargos en marzo, y decidió continuar con Bailey como presidente.
Las razones de esta actual y en principio definitiva medida para Polanski y Cosby ha sido a consecuencia de que el director polaco nominado a cinco Oscar y ganador de la estatuilla a mejor director en 2013 por 'El pianista', fue acusado en 1978 de mantener relaciones sexuales con una actriz de 13 años, unos cargos que ya han expedido y de los que se declaró culpable, pero que como muchos recordarán no pudo ser juzgado en su momento porque el director evitó el juicio huyendo de los Estados Unidos para no ser procesado. Mientras que en el caso de Cosby los hechos son mucho más recientes. La estrella de la televisión fue declarado culpable de agresión indecente agravada contra Andrea Constand en 2004 por un jurado de Pennsylvania, un caso que el jueves pasado después de 14 horas de deliberación, fue declarado como nulo debido a que el jurado no llegó a ponerse de acuerdo.
A día de hoy Cosby no pertenece a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y tanto su nombre como una figura con su busto han sido eliminadas del prestigioso salón de la fama de la institución. Aunque por el contrario de momento sigue siendo miembro de la Academia de la Televisión, asociación que aún no ha emitido ningún comunicado o decisión sobre su perdurabilidad como miembro.
La apelación como recurso
Tal y como recoge las declaraciones del abogado de Roman Polanski a Vanity Fair, el ganador del Oscar apelará la decisión de la Academia basándose en que "quieren un debido proceso" y en que ha sido una "decisión injusta".
El abogado de Roman Polanski, Harland Braun, comunicó que "no es pedir demasiado a la Academia" que su cliente sea juzgado "adecuadamente", dado que el pasado delictivo de Polanski no pareció molestar a los miembros de la Academia cuando estos en 2003 le premiaron con un Oscar que tuvo que recoger en su casa (en Polonia) de la mano de Harrison Ford, debido a que no podía pisar suelo norteamericano. Braun considera que la Academia no siguió un proceso justo con el director y por tanto han decidido apelar.
"Se suponía que a Polanski se le avisaría y tendría 10 días para presentar su versión [de los hechos]", dijo Braun. "Ha sido una debacle completa en el sentido de que no han seguido sus propias reglas".
Braun alegó también que había escuchado algo sobre que la Academia planeaba juzgar la permanencia de Polanski como miembro y que estaba preparando una presentación a la junta, que incluiría declaraciones de la víctima, Samantha Geimer, para exculpar al director. Una expulsión que la propia víctima ha calificado de "fea y cruel" y con la que está en total desacuerdo.
"Lo cortocircuitaron todo", dijo Braun. "Es impactante que sean tan injustos. Vamos a tratar de sentarnos con la Academia y decirles que tienen que seguir las reglas".
La portavoz de la Academia se ha negado a comentar si finalmente la junta escuchará o no la apelación de Polanski.
Las mejores películas de Polanski
'El baile de los vampiros'
Con la Hammer funcionando a toda máquina, en 1967 Roman Polanski presentaba su cuarto largometraje (y el primero en color), 'El baile de los vampiros', una parodia del cine vampírico que sirve como homenaje al mismo.
En ella, el profesor Abronsius (Jack McGowran) y su ayudante Alfred (el propio Polanski) viajan hasta Transilvania para comprobar la existencia de los vampiros. Allí, se hospedarán en la posada de un matrimonio, de cuya hija, Sara (Sharon Tate), Alfred se enamorará. Tras la desaparición de la joven, los protagonistas emprenderán la marcha hacia el castillo del conde von Krolock (Ferdy Maine) en su búsqueda.
Se trata del primer acercamiento del realizador al género de terror y como curiosidad cabe decir que fue durante del rodaje cuando empezó a salir con Sharon Tate, estrella emergente desaparecida de forma terrible en uno de los casos más escabrosos de la historia negra de Hollywood.
'Un dios salvaje'
Ganadora del León de Oro en la edición de 2011 del festival de Venecia, 'Un dios salvaje' no solo puede considerarse como uno de los mejores títulos del cineasta francés, sino que también es una de las comedias negras más destacables del nuevo siglo.
Protagonizada por Jodie Foster, Kate Winslet, John C. Reilly y Christoph Waltz, se trata de una adaptación de la obra teatral de Yasmina Reza, la cual nos presenta a dos matrimonios que se reúnen para hablar de forma calmada acerca de la pelea que ha habido entre sus hijos. Lo que parece ser una conversación civilizada derivará en algo que ninguno espera.
'La muerte y la doncella'
Quizá la mejor película que rodó en los años noventa (solo hizo tres, 'Lunas de hiel', 'La novena puerta', y esta), 'La muerte y la doncella' es un in crescendo de tensión cuya inusitada violencia es palpable gracias a la plasmación de una atmósfera opresiva que sirve de crítica al (mal) uso del poder.
Sigourney Weaver, Ben Kingsley y Stuart Wilson protagonizan un tour de force narrativo que engancha desde el primer minuto.
'El quimérico inquilino'
Protagonizada por el propio Polanski, a quien acompañan en el reparto Isabelle Adjani, Jo Van Fleet y Shelley Winters, 'El quimérico inquilino' está basada en la novela de Roland Topor de 1964.
Una de las grandes películas de culto del realizador y uno de los thrillers psicológicos más perturbadores que se han filmado, en el que Trelkovsky (Polanski) interpreta al inquilino de un apartamento de París que se obsesiona con las pertenencias de una mujer que se ha suicidado tirándose por el balcón.
Estrenada en 1976 en Cannes, recibió una oleada de críticas negativas y fue un fracaso comercial. Hoy en día muchos la consideran como una de sus mejores películas.
'El pianista'
Junto a 'La lista de Schindler', me atrevo a decir que 'El pianista' es una de las mejores películas sobre el Holocausto que se han filmado.
Adrien Brody ganó el Oscar al Mejor Actor por haberse metido en la piel de Wladyslaw Szpilman, un pianista polaco de origen judío que deberá vivir escondido tras haber evitado ser deportado.
El título consiguió dos premios de la Academia más: el de Mejor Guion Adaptado para Ronald Harwood y el de Mejor Director para Polanski tras dos nominaciones (por 'Chinatown' en 1974 y por 'Tess' en 1979). El realizador no pudo recoger el premio, pues desde 1978 no ha vuelto a pisar Estados Unidos tras haber abandonado el país estando en libertad bajo fianza por haber sido arrestado por mantener relaciones con una menor en 1977.
'Chinatown'
Protagonizada por Jack Nicholson, Faye Dunaway y John Huston, 'Chinatown' bebe del mejor cine negro para llevarnos hasta el año 1937 a Los Ángeles.
Una mujer, Evelyn Mulwray (Dunaway) contratará al detective J. J. Gittes (Nicholson) porque cree que su esposo es un adúltero. A partir de aquí, se verá envuelto en una trama de engaños, corrupción y asesinatos de la que le costará salir.
Robert Towne ganó el Oscar al Mejor Guion Original (el único de las 11 nominaciones que obtuvo la película) y triunfó en los Globos de Oro de 1975, consiguiendo los de Mejor Drama, Mejor Dirección, Mejor Guion y Mejor Actor Dramático para Nicholson.
'La semilla del Diablo'
La película cuyo título español contiene uno de los spoilers más aberrantes de la historia del cine, forma parte del panteón de lo más aclamado del cine de terror desde hace años, posición que se mantendrá por muchos años más, seguramente.
Basada en la novela 'Rosemary's Baby' de Ira Levin, protagonizada por John Cassavetes y Mia Farrow y rodada en el Edificio Dakota de Nueva York, cuenta el pesadillesco embarazo que sufrirá Rosemary (Farrow), angelical protagonista de la cinta, y el ambiente malsano con el que deberá lidiar en una comunidad repleta de vecinos un tanto extraños.
Cuentan las malas lenguas que 'La semilla del diablo' fue la que propició el asesinato de Sharon Tate, Jay Sebring, Voytek Frykowski, Abigail Folger y el matrimonio LaBianca por parte de La Familia de Manson, el cual asocian a la maldición del Dakota (donde años después, sería asesinado John Lennon).
Ruth Gordon se hizo con el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por su interpretación de la extravagante y perturbadora Minnie Castevet.
'Repulsión'
Obra magna del cine (le pese a quien le pese) es la segunda película de Roman Polanski, 'Repulsión', para la que contó con Catherine Deneuve como protagonista de uno de los títulos más míticos de su filmografía.
El terror y el sexo se dan la mano en un juego maquiavélico en que el espectador se adentrará en la mente desquebrajada de Carol (Deneuve), una joven que vive junto a su hermana y que siente animadversión y deseo hacia la figura masculina.
Cuando se quede sola en el apartamento, las alucinaciones tomarán fuerza y se verá sometida a un encierro del que, cual pesadilla, no sabrá cómo salir.
En 1965, le hizo a Polanski ganador del FIPRESCI en la Berlinale.