El próximo 17 de marzo llegará a los cines 'La Bella y la Bestia', la revisión del clásico de Disney, esta vez con actores reales y con ligeros cambios en la historia para actualizarla. Como ya sabíamos, uno de los principales es el rol de Bella en toda la película. La joven no era ni mucho menos de las princesas más "pavisosas" de la casa de Mickey Mouse, pero esta vez, gracias sobre todo a la participación de Emma Watson, será una chica muy diferente, mucho más activa y con las ideas muy, muy claras.
Esto ayudará a solucionar uno de los principales "problemas" de la película: el "Síndrome de Estocolmo". Son muchos los que ven en la relación entre Bella y la Bestia (Dan Stevens) una dinámica abusiva, casi de maltrato, en la que ella se queda prendada de quien no deja de ser un secuestrador. En una entrevista con EW, la protagonista de la película explica por qué eso ya no es así, y es en gran medida por ese cambio de actitud en Bella: "Es una buena pregunta y es algo que realmente intenté entender al principio; todo lo del Síndrome de Estocolmo de esta historia. Lo de que un prisionero acepte las características y se enamore de su captor. Bella discute activamente y no está de acuerdo con Bestia constantemente. No tiene ninguna de las características de alguien con Síndrome de Estocolmo porque mantiene su independencia, mantiene la libertad de pensamiento. Creo que hay un cambio muy intencional en el que en mi cabeza Bella decide quedarse. Le está haciendo la vida imposible. No hay por ninguna parte un «le voy a matar de amor». De hecho, le responde siempre con la misma moneda. Él da un portazo, ella se lo devuelve. Hay un sentido de desafío en el que ella dice: «Crees que voy a bajar a cenar contigo y soy tu prisionera - Absolutamente no»".
Emma Watson explica que, gracias a que Bella no se achanta ante su secuestrador, surge una relación de amor mucho más fuerte y más orgánica que el amor a primera vista: "Creo que es lo bonito de esta historia de amor. Forjan una amistad primero y en ese hueco en el medio en el que hay una sensación de compartir, ahí se construye el amor, que de muchas maneras creo que tiene mucho más significado que muchas historias de amor en las que es amor a primera vista. Bestia y Bella empiezan su historia de amor irritando al otro y no se gustan mucho. Construyen una amistad, muy, muy, muy despacio y así de despacio se llega a que se enamoren. No tienen espejismos de lo que es el otro. Han visto lo peor del otro, y también sacan lo mejor".
Cuidado con tus vecinos
Esta dinámica en la relación de los protagonistas no es lo único que cambia. Mucho antes, en el pueblo, veremos una visión mucho más radical de ese miedo a lo desconocido y al progreso con los vecinos de Bella. En esta película veremos cómo los niños van al colegio, mientras que las niñas se quedan haciendo las tareas de la casa. Como ya sabíamos, Bella es ahora la inventora de la familia, y una de sus mayores creaciones será una "lavadora" que liberaría a las mujeres del pueblo de la tarea de hacer la colada y así poder cultivar su mente. "La ven como una amenaza", explica Bill Condon, a lo que Watson añade: "Ellos creen que las mujeres no deberían leer y todo va más allá. Sospechan profundamente de su inteligencia. Rompiendo su lavadora es un símbolo no solo de romper algo en lo que ella ha invertido muchas horas de trabajo, sino en que están intentando romper su espíritu, intentan empujarla y moldearla a una versión más 'aceptable' de sí misma". Nada de sutilezas esta vez.
Entertainment Weekly dedica su nuevo número a Emma Watson y su próximo estreno, y nos regala seis nuevas imágenes de la película, en las que vemos sobre todo a Bella, aunque también se dejan ver el Gastón de Luke Evans y a Dan Stevens como Bestia. 'La Bella y la Bestia' se estrenará en cines el 17 de marzo.