Los años pasan rápido para el cine y muchas de las películas que se estrenan hoy serán olvidadas mañana. Sin embargo, hay algunas que dejan una huella muy profunda. Este es el caso de 'La naranja mecánica'. Estrenada en 1975 en España, perdura como una de las mejores obras del director, Stanley Kubrick.
Sin embargo, para quien fue el protagonista de la obra, no fue una experiencia demasiado agradable. Malcolm McDowell, quien dio vida a Alex DeLarge en el filme, ha contado su experiencia personal en The Guardian.
El actor, que para el momento de la película contaba con aproximadamente 27 años,
cuenta que pasó nueve meses con el director antes de empezar el rodaje (que duró unos seis meses). "Estuvimos viendo películas violentas todos esos días. Eran películas horrendas: campos de concentración, cadáveres apilados... Él pensaba usarlos en la secuencia del tratamiento, donde a Alex se le da terapia de aversión".
Y es que todos tenemos grabados en la cabeza ese momento de los ojos de Alex siendo sujetados por unas pinzas para evitar que se cierren, mientras las imágenes de la pantalla pasan a gran velocidad. Para realizarla, Kubrick contrató a un doctor para que aplicara anestesia en los ojos del actor, ya que éste se negaba a usar aquellas pinzas.
El resultado final del experimento está en la película, pero no fue nada divertido para McDowell. "Mientras grabábamos, las pinzas se escurrían por mis párpados y me arañaban la córnea", cuenta el actor. "Cuando a la anestesia se le pasó el efecto, estaba tan dolorido que empecé a darme cabezazos contra un muro. Pero Stanley estaba más preocupado sobre cuándo podría grabar la siguiente toma".
No todo lo que cuenta es negativo, sino que también relata cómo fue él el inspirador del famoso vestuario de la película, ya que su traje de criquet era la única ropa que tenía en su coche en ese momento.
Problemas con el pago
McDowell también explica cómo fue estafado por Stanley Kubrick, ya que el actor pidió cobrar 100.000 dólares, más el 2,5% de la recaudación en taquilla (la cual fue un éxito). Sin embargo, Kubrick rechazó la idea afirmando de que eso no iba a pasar. Los ejecutivos de Warner Bros le dijeron al actor que le habían dado ese 2,5% a Kubrick para que se lo entregara, cosa que nunca hizo.
"Sabía que no me pagaría. Fue una terrible manera de tratarme después de todo lo que le había dado, pero lo superé. Hacer esa película me ha puesto en la historia del cine, y el debate de la película sobre la libertad del hombre para elegir está todavía vigente".
