A dos días del estreno en nuestro país del nuevo film de Tim Burton, echamos la vista unos años atrás para revisar su anterior incursión en la animación stop-motion con la deliciosa 'La novia cadáver'. La película llegaba a los cines en 2005 pocos meses después del enorme éxito de taquilla de 'Charlie y la fábrica de chocolate' y aunque en este caso sus cifras comerciales fueron más discretas de lo esperado, el film, muy bien acogido por la crítica en su estreno en Venecia, sellaba un año muy fructífero para el cineasta californiano.
Son de sobra conocidos por los fans de Burton los comienzos del director como dibujante en Disney, donde tuvo no pocos problemas para dar rienda suelta a sus proyectos, o sus pequeñas joyas de animación como el cortometraje 'Vincent' o la miniserie 'El chico mancha'. Sin embargo, su trabajo en dicho campo alcanzaría su auge con la extraordinaria 'Pesadilla antes de Navidad', un largometraje que Burton ideó, diseñó y supervisó, pero cuya dirección se vio obligado a delegar en Henry Selick por sus compromisos con Warner para rodar la secuela de 'Batman'.
Era por tanto cuestión de tiempo que el cineasta volviese a abordar el género asumiendo también la faceta de director (junto al animador británico Mike Johnson) y lo hace en esta ocasión con un título como 'La novia cadáver', un estupendo cuento gótico sobre el amor, la muerte, la traición y la venganza en clave musical, con el que Burton saca a relucir sus extraordinarias dotes para extraer poesía de las sombras.
La película es una delicia, desde el deleite visual que proporciona su animación a la estupenda banda sonora (otra vez Danny Elfman contribuyendo decisivamente al éxito del film de su cineasta fetiche), pasando por una gloriosa galería de personajes y una pequeña pero entrañable historia que irónicamente convierte al mundo de los vivos en un pálido, triste y lúgubre escenario, mientras dibuja el inframundo con colorismo, humor y entusiasmo.
La historia sigue los pasos del torpe e indeciso Víctor (doblado en la versión original por Johnny Depp), un joven forzado por sus padres a un matrimonio de conveniencia en plena Inglaterra victoriana con una joven a la que no conoce. Ella se llama, claro, Victoria y aunque acepta también a regañadientes su destino, su primer encuentro con su prometido será mejor de lo esperado. Sin embargo, mientras ensaya los votos nupciales en el bosque, Víctor reavivará por accidente a una novia cadáver asesinada en vísperas de su boda, que exigirá matrimonio al joven para cerrar una maldición.
Poesía gótica
De esta alocada premisa surge un divertidísimo derroche de imaginación visual, trufado de números musicales de antología. Las canciones, lejos de ser un adorno caprichoso son una herramienta para narrar la historia (como en todo buen musical) y así surgen instantes de infinita gracia como el 'Hoy vamos a ir de boda' que lleva de vuelta a los muertos al mundo de los vivos, el esclarecedor 'The Remains of the day' que canta un esqueleto en clave de glorioso jazz, o el meláncolico 'Lágrimas que derramar' que entona Helena Bonham Carter, encargada de doblar a la protagonista en lo que parece un casting musical (que supera con creces) para su siguiente personaje con Burton: el de la Señora Lovett en 'Sweeney Todd'.
Aunque sus detractores la tilden de infantil, resulta un logro doblemente audaz que 'La novia cadáver' pueda atraer a un público familiar con semejantes elementos tenebrosos y con una temática que aborda la muerte de manera tan directa. Pero Burton pasa con nota el reto y hace disfrutar por igual a los amantes de la fantasía tenebrosa y a los que buscan un entretenimiento original para todos los públicos, suponiendo el film además para el cineasta un regreso a la iconografía gótica y a las referencias a la literatura romántica de su admirado Edgar Allan Poe, elementos que tenía prácticamente aparcados de su filmografía desde 'Sleepy Hollow'.
Es en definitiva 'La novia cadáver' un regalo para burtonianos entregados y una propuesta estupenda para cualquier amante de la animación dispuesto a disfrutar con la imaginería visual de un superdotado creador de ambientes lóbregos y personajes extravagantes, entre los que, cuando está inspirado, logra abrir espacio a un preciosa poética de lo oscuro. Como muestra, la hermosa imagen que cierra el film, en la que asistimos a la liberación de esta novia cadáver que protagoniza una película imprescindible en su género y en la filmografía de su autor.