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CRÍTICA

'La pirámide': Sólo entrarás una vez, y menos mal

Un cúmulo de despropósitos dan lugar a este desafortunado largometraje, dirigido por el francés Grégory Levasseur, en el que prácticamente todo falla.

Por Víctor Martín Ibarreche 23 de Abril 2015 | 11:00

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Desde que en 1999 el éxito de 'El proyecto de la bruja de Blair' demostrara las ventajas y posibilidades del llamado 'metraje encontrado', muchos han sido los proyectos que han tratado de imitar esta económica fórmula, que durante la pasada década funcionó bastante bien con títulos como la española '[REC]' o las primeras entregas de la saga 'Paranormal Activity'. Sin embargo, en los últimos años el género ha sufrido un excesivo desgaste, con producciones que, confiando en la inercia del éxito, no muestran ningún tipo de calidad cinematográfica. 'La pirámide', película francesa que llegará a los cines españoles el próximo 24 de abril, ejemplifica a la perfección este declive.

 'La pirámide'

Dirigida por el director francés Grégory Levasseur, la película gira entorno a un equipo de arqueólogos que descubre una antigua pirámide enterrada en medio del desierto egipcio. Explorando el interior del monumento, se encuentran perdidos en las profundidades de un intrincado y peligroso laberinto. Mientras buscan desesperadamente una salida descubren que no sólo están atrapados, si no que también están siendo perseguidos.

A pesar de presentar una premisa que, si bien peca de falta de originalidad, podría dar pie a un desarrollo interesante, rápidamente la película se convierte en un cúmulo de despropósitos en el que todo falla, empezando por un guión desastroso y tramposo, cuya falta de coherencia crece a medida que pasan los minutos para acabar degenerando de manera descarada en los minutos finales.

El director intercala sin ningún tipo de criterio las imágenes captadas por la cámara de los protagonistas con material ajeno a estos, confirmando que la elección del formato de metraje encontrado tiene por único objetivo, mas allá de reducir costes, es provocar un par de sustos fáciles y tramposos en el espectador sin necesidad de alimentar un suspense que brilla por su ausencia. El cambio resulta especialmente descarado en el inicio de la película, cuando, después de varios minutos mostrando únicamente material grabado por los reporteros, se muestra de repente en pantalla la imagen de un satélite espacial.

 'La pirámide'

Gran parte de la culpa del desastroso desarrollo de la trama la tienen unos personajes planos, cuya personalidad se basa en un único rasgo distintivo tras el cual sólo hay vacío. Holden, líder de la expedición presentado como un reputado arqueólogo con décadas de experiencia en la materia resulta ser un completo incompetente que no deja de fastidiarla sin ningún tipo de remordimiento. Zahir, el arqueólogo a sus órdenes, resulta no tener mayor propósito en la película que ofrecer a los guionistas la excusa para que el equipo se adentre en la pirámide, al perder su robot prestado por la NASA en el interior de ésta. Desastroso también el personaje de Fitzy, el cámara, cuya personalidad cambia radicalmente entre una escena y otra sin ningún tipo de motivo aparente. Nora, la hija de Holden, es el único personaje que mantiene un poco dignidad al ofrecer una cierta coherencia en entre su personalidad y sus actos.

A la pésima concepción de los personajes se añade la terrible labor de interpretación de un elenco sin ningún tipo de carisma o expresividad.. Denis O'Hare, que interpreta a Holden en la película, no cambia su expresión facial en todo el metraje, a pesar de encontrarse en una situación en la que tanto su vida como la de su hija corren peligro. Todo lo contrario le ocurre a James Buckley, Fitzy en la historia, quien sobreactúa en cada una de sus intervenciones. Una vez más, la única que se salva es Ashley Hinshaw, quien otorga a Nora un toque humano, ausente en el resto de los personajes.

 'La pirámide'

Mención aparte merece el apartado visual, que destaca por unos planos sin ningún tipo de inestabilidad realizados con torpeza, escudando la falta de calidad en el formato de metraje encontrado. Por su parte, los efectos digitales resultan más propios del siglo pasado que de un film del año 2014, con unos personajes generados por ordenador que no desentonan más porque no pueden, eliminando cualquier posibilidad de generar sensación de realismo en el espectador.

Ni como comedia

A pesar de que en muchas ocasiones películas de terror funestas acaban resultando entretenidas por lo ridículo de su planteamiento, no es el caso de 'La pirámide', que ni funciona como film de terror ni como parodia de si misma, convirtiéndose en un producto de tedio y sopor cuyos noventa minutos de metraje se perciben eternos, resultando únicamente satisfactorio el momento en el que por fin se muestran en pantalla los títulos de crédito.

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