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ROMANCE ANTICUADO

'La promesa': Romance con aroma a incoherencia

Patrice Laconte presenta un trabajo entre el drama histórico y romance que no aporta ninguna novedad al género.

Por Alejandro López Reina 12 de Noviembre 2015 | 13:45

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A lo largo de la historia del cine hemos podido disfrutar de grandes parejas cinematográficas cuyo feeling ha logrado traspasar la pantalla en más de una ocasión. Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en 'Titanic', Robert Redford y Meryl Streep en 'Memorias de África' . Pues bien ahora llegan Richard Madden y Rebecca Hall ('Vicky Cristina Barcelona') los cuales protagonizan una insípida historia de amor en 'La promesa'.

El filme dirigido por el veterano Patrice Leconte, se queda a mitad en camino entre romance de época y el drama histórico. 'La promesa' se ambienta en pleno siglo XX con el aroma de la Primera Guerra Mundial y los años de pobreza acechando para parte de la población europea. Este marco localizado en Alemania resulta insuficiente para otorgar una dosis de personalidad en un producto opaco.

Los elementos necesarios a la hora de que una cinta de esta índole triunfe serían: un elenco bien escogido, una química creíble entre la pareja protagonista y un marco histórico y social que añada dramatismo a la historia. Sólo se cumple lo primero, dejando de lado la cantidad de agujeros en el guión (muy mal Leconte) que dejan al espectador con cara de tonto una vez vislumbrado el final.

RichardMadden

Richard Madden y Rebecca Hall eclipsan a cualquier elemento del largometraje, ya que con su historia de amor inconclusa e inconexa ocupan alrededor de dos tercios de la duración. Pocas veces recuerdo una pareja con tan poca conexión a partir de personajes bien estructurados. A pesar de una buena narración y una ambientación excelente se echa todo a perder con esta previsible historia en la que chico trabajador-solitario-humilde acaba enrrollado con mujer atractiva y joven, casada con un millonario mucho más viejo (¡Encima que acaba siendo tu jefe!).

Típica historia en la que un chico de clase baja y huérfano vive en horribles condiciones hasta que consigue un trabajo en una siderúrgica. Allí conoce a su jefe interpretado por Alan Rickman (trabajo efectivo y rentable pese a su ostracismo a mitad del filme) que le otorga un gran trabajo y mayor responsabilidad tras contraer una enfermedad. Poco a poco tendrá contacto con su mujer (mucho más joven) interpretada por la cristalina Rebecca Hall, la cual consigue seducirte y desesperarte a cada minuto que aparece.

Desconocemos como alguien ha permitido que una historia con tanta materia prima y con un buen elenco se haya ido al traste con tanta facilidad. La nula exposición de escenarios se reduce a una mansión, una casa en ruinas y una siderúrgica, lo que minimiza ostensiblemente la credibilidad de la obra, hasta llegar a tomarla como una obra de teatro con cuatro decorados pochos.

La promesa

Rebecca Hall se echa la película a las espaldas tras quedarse sola y perdida en plena Primera Guerra Mundial; parte interesante que se desarrolla en tan sólo diez minutos contados y que resultan insuficientes. Sin embargo Richard Madden aparece durante algo más de una hora con primeros planos de su mirada perdida y el resto hablando de siderúrgicas. Si queréis entreteneros una tarde de fin de semana olvidaros; sin embargo si preferís llevaros a alguna chica ñoña al cine no os lo penséis.

Una promesa que no cumple

No todo iba a ser malo. Los vestuarios de la época son excelentes y ayudan a diferenciar de una forma excelente la lucha de clases; al igual que la banda sonora que aporta un toque único a esta incoherente historia. Da la sensación de que Patrice Leconte dejó un trabajo a medias.

Aburrida, sin sangre y con lagunas en casi todas las facetas. 'La promesa' cumple con su título y te asegura una hora y media de cine soporífero a pesar de sus buenos aspectos técnicos. Excelente materia prima desechada por un trabajo a medio gas. ¿Prometéis ir a verla?

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