La ficción televisiva española vio temblar sus cimientos cuando el equipo de 'La que se avecina' anunció durante el final de la temporada 12 que abandonarían la icónica urbanización de Mirador de Montepinar, situada en Ave del Paraíso 7, para mudarse al centro. Tras una expropiación de la que la mítica comunidad de vecinos quiso trincar lo que pudo y más, fue una incógnita qué sería de todos estos personajes que ya se han ganado un hueco dentro de la historia de la televisión de este país. "Es un poco insensato, después de una temporada 12, no dar carpetazo a una serie y hacer otra. Se nos pone en las narices reinventarla prácticamente de cero", anunció un orgulloso Alberto Caballero que, junto a su hermana Laura Caballero, nos acogió en el nuevo hogar de su serie, al mismo tiempo que nos iban explicando cómo será la distribución de las viviendas y qué dinámicas implementarán en esta novedosa y rompedora etapa. En eCartelera, además de visitar los nuevos platós, hemos tenido oportunidad de hablar con algunos de los protagonistas de esta peculiar comunidad de vecinos, que han aprovechado para contarnos cómo se sienten con la mudanza.
Lo primero, y lo más importante antes de nada, es... ¿Cuándo vamos a poder ver la nueva temporada? La temporada 13 de 'La que se avecina' llegará a Amazon Prime Video el 18 de noviembre, estrenando 3 capítulos del tirón. De ahí en adelante, se irá estrenando semanalmente cada viernes hasta el 23 de diciembre. Telecinco estrenará el primer capítulo prácticamente a la vez, pero la emisión en abierto del resto de episodios tendrá que esperar a que termine en la plataforma de streaming.
Bienvenidos a Contubernio 49
Dejamos de lado una urbanización de alto standing como Montepinar para volver al centro de Madrid, a un edificio antiguo y señorial, con la vidilla que eso supone. "Intentamos encontrar uno que pudiéramos hacer una calle y un portal físico, con luz natural y que quedara menos sitcom", nos explica Caballero, "El concepto que hemos elegido para hacer esta vez, después de 12 temporadas, es un edificio a dos velocidades, con dos portales, que no lo habíamos hecho hasta ahora. Hay un portal exterior que conecta con esa puerta de paso de carruajes a nivel de espacios con la puerta exterior". Esta vez, 'La que se avecina' incidirá aún más en una lucha de clases evidente por demostrar (o aparentar) quién tiene mayor nivel adquisitivo. "Los exteriores son gente más o menos pija y pudiente, y los interiores son los muertos de hambre. Es arriba y abajo, pero en versión horizontal. Cuando se produce la mudanza, parte de nuestros vecinos acaban en los interiores, y en los exteriores están una serie de personajes que ya vivían en el edificio y son el alto standing. Se produce ese choque puramente de estatus" aclara el creador y director.
Con esta diferencia bien clara, la distribución quedaría de la siguiente manera. En la planta baja nos encontramos con la portería, lugar que retomará Coque (Nacho Guerreros), y dos bajos por los que se entra a través del portal interior. En el Bajo Derecha vivirán Antonio Recio (Jordi Sánchez) y Berta (Nathalie Seseña), cuyas vistas dan a una calle lateral y que conecta por la parte de atrás con un restaurante chino. El infierno para el pescadero. Y más cuando enfrente, en el Bajo Izquierda, conviven tres 'chiques' (denominados así por el propio Caballero que afirma que "hay un poco de todo en términos de género"), unos jóvenes con un estilo propio que prometen verdaderos quebraderos de cabeza a los más conservadores del edificio. Jaime Riba es Giorgi, un chico gay aterrado por el cambio climático. Elizabeth Larena es Andy, camarera y aspirante a artista. Y Álex Delacroix es Karma, un instagramer omnisexual. En la primera planta de interiores compartirán rellano Doña Fina (Petra Martínez) con Vicente (Ricardo Arroyo) y su mujer Remedios (Helena Dueñas); mientras que el rellano de exteriores resultará una verdadera bomba para la comunidad, pues en un mismo sitio tendremos a Menchu (Loles León) y su hija Loli (Miren Ibarguren) por un lado, y a una nueva incorporación por el otro: Mamen García como Victoria Rafaela Balmaseda de Unzeta y Téllez-Girón, marquesa de Francavilla y Sacromonte, una clasista aristócrata arruinada que vive con su asistenta Logi, el personaje de Margarita Asquerino.
En el segundo piso, los interiores será una casa en obras y un piso de Airbnb alquilado por Lola Trujillo, que tendrá poco peso debido a los problemas de agenda de Macarena Gómez. Los exteriores tendrán mucha más vidilla, ya que en el 2º Izquierda vivirá Maite (Eva Isanta), que ha encontrado el amor con Alonso (Álex Gadea), divorciado y padre de dos hijos; mientras que en el 2º Derecha nos encontramos con la férrea presidenta de la comunidad. Laura Gómez-Lacueva y Carlos Chamarro serán los Guijarro Garmendia, una familia modelo estilo 'American Beauty', según el director: "son una familia perfecta que gobierna con tranquilidad la comunidad hasta que llega toda esta gentuza". El tercer piso lo completan, en interiores, el dúo Agustín (Carlos Areces) y Amador (Pablo Chiapella) por un lado y Óscar Sierra (Félix Gómez), la nueva incorporación en forma de carismático fotógrafo, por otro. Los tres harán buenas migas, con consecuencias aciagas para el nuevo integrante. En exteriores, Noelia (Imma Pérez Quirós) ocupará el 3º Izquierda, es hermana de Victoria pero no la soporta. En la derecha, Bruno (Luis Merlo) tratará de suplir la ausencia de Enrique (José Luis Gil) con Fermín Trujillo (Fernando Tejero), con el que regentará el nuevo negocio de la comunidad: la Cafebrería. Sustituirá el legendario Max and Henry, pero ambos personajes chocarán pues Bruno apuesta por la cultura y Fermín por televisar partidos de fútbol. "Es el choque entre lo que es aspiracionalmente cultural y lo que es rentable. Él organiza aquí conciertos de música de cámara, declamaciones de poesía, le da la oportunidad a cualquiera que quiera expresarse. Este escenario es para que la gente suba a decir gilipolleces, a tocar instrumentos extraños que no interesen a nadie, este tipo de cosas que hace la gente culta que sabe lo que valen las cosas. Es el nuevo punto de reunión de los vecinos. Cuando se lo colonizan y empiezan a pedir cañas y cubatas, le joden un poco el rollo", adelantaba el director.
Sin embargo, aunque el acabado haya sido envidiable, no ha sido un camino corto. "El 1 de enero aquí no había nada", proseguía Caballero, "Habíamos hecho todo el diseño del edificio en otoño del 2021, en enero entramos, aproximadamente a finales de mes empezó la construcción y empezamos a grabar el 3 de mayo. No estaba todo construido. Pedimos que nos fueran dando de más pequeño a más grande. Nos dieron primero las cuatro viviendas del plató de arriba y según nos iban rematando el plató de abajo, comenzamos a grabar arriba. Después de tres semanas, nos dieron el plató de abajo, nosotros bajamos y ellos empezaron a trabajar en lo de fuera. En junio, que coincidía con el buen tiempo, nos dieron lo de fuera y empezamos a grabar los capítulos por orden de platós. Por eso hemos llegado". Todos estos meses de trabajo han servido para levantar un decorado de 7,75 metros de altura, que cuenta con un total de 2.175 metros cuadrados donde encontramos 73 paredes móviles, 128 ventanas y 567 metros cuadrados de forillos fotográficos.
Mudanza tras 12 temporadas
Una serie que cambia de escenario tras más de 12 años está condenada a reinventarse, por lo que Contubernio 49 es tanto un aliciente para los antiguos personajes, como un reto para los nuevos. En ese sentido, algunas de las caras más expertas de la ficción nos han dado su opinión. "Cambiar de espacio y además tener compañeros nuevos a nosotros nos da mucha vida", explicaba Jordi Sánchez, mientras que Pablo Chiapella lo enfoca como una casilla de salida: "Ha sido muy renovador, nos ha venido muy bien cambiar de aires de estructura y de entorno para, de alguna manera, plantearse un volver a empezar". Por su parte, Loles León admitió que al principio sí que estaba algo recelosa: "Yo estoy encantada porque Menchu ha descubierto la nobleza y quiere salir en el ¡Hola! A los de Montepinar nos ha costado venir aquí porque parecía la casa de 'Psicosis'. Al principio sí que echábamos de menos el antiguo plató, pero estos nuevos son maravillosos. Hemos interpretado con muchísimas ganas". Sin embargo, en el caso de Carlos Areces, sus motivos para continuar son algo más tangibles: "Pillar una buena serie que funcione es tan difícil que... ¿quién no quiere seguir? A veces da la sensación de que hay algo excesivamente vocacional pero luego llega la realidad, llega la hipoteca. Las razones para involucrarme en los proyectos es que me pagaban por ello, luego por supuesto dices otras cosas".
En cuanto a las nuevas incorporaciones, nos han adelantado las dudas que tenían al respecto de unirse a una serie del tamaño de 'La que se avecina'. El caso más claro es el de Félix Gómez: "Tuve dudas de entrar, porque lo que más he hecho ha sido drama y thriller. Me entraron paranoias de decir 'Yo esto no lo controlo', no son mis códigos. Hubo un poco de tensión, porque el nivel está muy alto, pero todos me acogieron y me levantaron. Venía preparado para encontrarme con una panda de divas, pero fue todo lo contrario". Además, añade que sintió mucha presión pero que recibió un valioso consejo: "Nos han dicho que los personajes nuevos, por mucho que estés en conflicto con los antiguos, nunca podemos hacer que caigan mal, porque directamente el público va a ir en contra de nosotros. Saber que llegas a una serie así, con personajes tan queridos, o lo utilizas como pasaporte de entrada o si no estás perdido. Pero me pasa a mí como espectador, que viendo una serie tan larga llega un personaje nuevo y dices 'Cuidado'. Es lógico, pero creo que los guionistas lo han hecho de puta madre". Dudas similares ha declarado tener Mamen García, que encarnará a un nuevo filón de Contubernio: "Ella no es una aristócrata constreñida, ella está encantada, siempre aparentando. Yo siempre pienso '¿y si el público echa de menos a los de antes y no le gusta esta señora?'. Yo ya había hecho 'Escenas de matrimonio', pero con esta señora tendré que ver el pulso que hay, es la novedad". A este respecto, Petra Martínez contó que vivió una experiencia similar. Y es que, aunque Doña Fina ahora es uno de los personajes más queridos, no tuvo un comienzo sencillo. "Yo no sabía nada de redes sociales", explicaba la veterana actriz, "Yo empecé a hacer las secuencias un poco asustada porque mi personaje hacía cosas malísimas. Me asusté cuando me dijeron que ya se iba a emitir y alguien me dijo que me iban a poner a caldo en las redes. A mí me dio un terror...ya lo empecé a mirar y dije 'Dios mío'. Fui a Alberto (Caballero) y le dije 'La serie no va a gustar estando yo' y me dijo 'No te preocupes, ya verás como sí, porque a todos nos gustan las personas un poco malas'".
Nuevas incorporaciones, un posible desgaste tras tantos años, cambio de comunidad...Todo auguraba una mayor incertidumbre a la hora de estrenar. En palabras de Alberto Caballero, "Siempre hay incertidumbre antes de estrenar, pero nada comparado a cuando estrenamos 'La que se avecina', eso era casi un suicidio. Ahora son las cosas mucho más relajadas y nosotros tenemos más experiencia. Relativizamos más las cosas". Este sentimiento es algo que los actores también han percibido, según el propio Jordi Sánchez: "Todo el mundo especula, a ver qué va a pasar, si a la gente le va a gustar, si a la gente que es muy crítica con las nuevas incorporaciones qué van a decir, pero eso es bueno también, te da vidilla. Está claro que no es lo mismo, no es una temporada más". Luis Merlo se encargó de quitarle hierro al asunto alegando que "si este trabajo al que nos dedicamos tuviera algún tipo de certeza con respecto al éxito lo producirían los bancos".
Reminiscencias a Desengaño 21, pero innovador
Era inevitable hacer comparaciones con el anterior trabajo de los hermanos Caballero cuando una comunidad de vecinos se muda al centro de Madrid. "Lo que más me sorprende con ambas series es su relevo generacional, no se suele producir" añadió Merlo, "Una serie se hace en una época y lo ve la gente de esa época. Casi siempre la gente es muy joven, pero te hablo de adolescentes. Un montón de adolescentes entra a través de 'La que se avecina' a ver 'Aquí no hay quien viva' pero es que siguen naciendo niños y niñas que de repente a los 15 años de haber nacido se enganchan a estas series. Te dicen que han crecido contigo. Para mí es un gesto de amor". Pero existen, diferencias, claro. Pablo Chiapella las ve claras: "Los guionistas han acertado al mezclar, no algo nuevo que quieras hacer de cero si no con algo que es suyo y que sigue de moda. 'Aquí no hay quien viva' sigue estando en el top 10 de Netflix, es acojonante. Está acertado para no ser una copia, pero tener la esencia de lo que fue 'Aquí no hay quien viva'".
Aprovechando esta coyuntura, Tejero ha podido diseccionar tanto a Emilio Delgado como a Fermín Trujillo. Y es que, salvando las distancias, son bastante parecidos. "Son dos perdedores con corazón. Creo que la gente empatiza más con los perdedores que con los ganadores. Fermín es más delincuente y caradura que Emilio, pero son personajes tiernos". Además, el actor admitió seguir "descojonándose con los guiones a día de hoy", mientras que Merlo alaba la capacidad de reinvención de los guionistas: "'La que se avecina' es afortunadamente políticamente incorrecta, 'Aquí no hay quien viva' era avanzada a su tiempo. En un mundo donde la corrección política manda sobre tantas cosas, de repente una serie así es interesante. Para los guionistas este cambio de localización ha sido abrir una puerta nueva y que entrase aire fresco". Carlos Areces corroboró estas palabras: "Pasa lo mismo con 'Los Simpson' o 'Mortadelo y Filemón' también. Son cosas que bajo la perspectiva actual no se podrían hacer de cero pero que se mantienen porque ya tiene un legado que lo convierte en icono. Por no meterte en jardines, estamos condenados a que la ficción no se meta en determinados temas, temas que la comedia parece que no puede tratar".
"Nosotros descubrimos por qué funciona 'Aquí no hay quien viva' cuando empezamos a escribir 'La que se avecina'", comenta Caballero, "Pero reflejan dos Españas diferentes, hay casi 20 años de diferencia. Con la primera reflejamos la sociedad de aquella época. El otro día escuchaba un podcast que explicaba cómo se reflejaba la sociedad de una época a través de una serie. Ahora intentamos seguir haciendo lo mismo, ser una crónica de nuestro tiempo. Incorporamos cosas, lo que vamos viendo. También intuimos cosas, como hicimos con los nuevos modelos de familia o el matrimonio igualitario. Cuando vemos algo que no nos mola intentamos hacer sátira y lo denunciamos. Una comedia también está para remover, es un muy buen genero para contar muchas cosas". Jordi Sánchez quiso añadir que: "Lo de 'La que se avecina' es costumbrismo punk. Refleja la sociedad. Estas personas existen, estos señores intolerantes, que no respetan a nadie que no piense como ellos. Me dicen 'Eres como mi padre, mi tío, mi vecino'. Si los personajes no reflejan la realidad, la gente no se engancha. Y, aun así, los personajes han evolucionado y han cambiado desde el principio de la serie".
