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TERROR ESPAÑOL

'La residencia' y otras joyas ocultas del terror español

De 'La residencia' a '99.9. La frecuencia del terror', diez películas de terror español que todo el mundo debería ver.

Por Javier Parra González 12 de Enero 2020 | 10:40

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Iniciada a finales del pasado siglo XX, la nueva etapa dorada que está viviendo el terror español ha servido para reivindicar la importancia del cine de género producido en nuestro país entre los años cincuenta y setenta, cuando se encumbró a figuras de la talla de Paul Naschy, Jesús Franco, Eugenio Martín, José Ramón Larraz, Amando de Ossorio, Jorge Grau, Juan Piquer Simón y Narciso Ibáñez Serrador, responsable de 'Historias para no dormir' y de dos películas de culto: 'La residencia' y '¿Quién puede matar a un niño?'.

Pese a que sea la segunda de ellas la más conocida, la primera de ellas sería el debut en el largometraje de Chicho Ibáñez, quien tras una larga carrera televisiva nos traía una historia de terror opresivo que tuvo mucho más éxito fuera de nuestras fronteras que en nuestro territorio. Será el paso de los años lo que acabará encumbrando a 'La residencia' como pieza clave de nuestra cinematografía, estrenada hace ya medio siglo y que sigue impasible al paso del tiempo como ejemplo de horror a reivindicar, igual que aquellos otros films que hemos escogido en el presente especial, repleto de pequeñas joyas a (re)descubrir.

La noche del terror ciego

Ensalzando los clásicos

Los festivales de cine, filmotecas y restauraciones de títulos por parte de algunas distribuidoras, son parte fundamental en esta ardua tarea de arqueología cinematográfica, la cual sirve para que muchos de los títulos que siguen siendo desconocidos para el gran público, puedan contar con una segunda vida para ser revisados de nuevo y tenidos en cuenta por la crítica, pues no son pocas las propuestas que pasarían desapercibidas en su momento o que, tristemente, alcanzaron el estatus de culto antes en el extranjero que aquí.

Por suerte, nombres como los de Álex de la Iglesia, Jaume Balagueró, Paco Plaza, Nacho Vigalondo, Paco Cabezas y Alejandro Amenábar, claros herederos de aquellas propuestas que conformaron el fantaterror (marca propia de nuestra industria que traspasó fronteras), no se han cansado de reivindicar a los clásicos, pues hay vida mucho más allá de las producciones anglosajonas de terror, y cada vez está más clara la influencia que tuvieron algunos de los títulos de nuestro cine de género para cineastas posteriores de todas partes del mundo.

Joyas ocultas del terror español

'La torre de los siete jorobados'

'La torre de los siete jorobados'

Año: 1944.

Dirección: Edgar Neville.

La grandeza de 'La torre de los siete jorobados' reside en ser la primera película de terror española, la cual llegaría al poco de iniciarse la dictadura y estaba basada en la novela homónima de Emilio Carrere. Su historia nos llevaba hasta el Madrid de finales del siglo XIX, donde un joven descubrirá una ciudad subterránea llena de oscuros secretos que se revelará como ejemplo idóneo de terror gótico.

'Gritos en la noche'

'Gritos en la noche'

Año: 1962.

Dirección: Jesús Franco.

A camino entre el thriller y el slasher, 'Gritos en la noche' nos presentaba al Doctor Orloff (interpretado por Howard Vernon), personaje recurrente en el cine de Jess Franco, quien se inspiró en 'Los ojos sin rostro' de Franju, y cuya trama nos presentaba una investigación llevada a cabo por el Inspector Tanner (Conrado San Martín), sobre las desapariciones de varias mujeres en plena noche.

'La residencia'

'La residencia'

Año: 1969.

Dirección: Narciso Ibáñez Serrador.

Tras varios años provocando pesadillas a través de la pequeña pantalla, Chicho dirigía su primera película para el cine, convirtiendo la 'La residencia' en híbrido perfecto entre el giallo y el slasher, donde nos íbamos hasta un estricto colegio femenino de finales del XIX, regentado con mano dura por la Sra. Fourneur, a quien encarnó Lilli Palmer como claro ejemplo de madre monstruosa, quien deberá lidiar con un hijo sobreprotegido que vive con ella en el lugar, donde algunas de las jóvenes empiezan a desaparecer sin dejar rastro.

La residencia en eCartelera

'Vampir, Cuadecuc'

'Vampir, Cuadecuc'

Año: 1970.

Dirección: Pere Portabella.

Prohibida por el régimen franquista y recuperada en 2008, 'Vampir, Cuadecuc' es un magistral ejemplo de nuestro cine. Concebida como un making of de 'El conde Drácula' de Jesús Franco y protagonizado por Christopher Lee, Portabella filma en blanco y negro y en 16 mm (en contraposición al color y el formato en 35 mm de Franco) en los mismos espacios donde se llevaba a cabo el rodaje, estableciendo un lenguaje fantasmagórico sobre el cine y su estado de perpetuidad.

'El techo de cristal'

'El techo de cristal'

Año: 1971.

Dirección: Eloy de la Iglesia.

Podrían ser muchas las películas de De la Iglesia que podrían reivindicarse, pero el caso de 'El techo de cristal' es una de esas rarezas de nuestro cine que merecen mucho más reconocimiento del que tiene. Con una ambientación de puro Spanish Gothic, en ella contó con Carmen Sevilla como estrella del reparto, convirtiéndola en una joven que sentirá una amenaza constante en el piso de arriba después de que su marido se haya marchado por trabajo. Cual estrella de un giallo, la actriz se despojaba de su imagen de la Novia de España, en una interpretación que la propia estrella se encargó de reconocer como la que más orgullosa le hizo estar en toda su carrera.

'La noche del terror ciego'

'La noche del terror ciego'

Año: 1972.

Dirección: Amando de Ossorio.

Directamente inspirada en 'La noche de los muertos vivientes', con 'La noche del terror ciego' Ossorio daba por iniciada su tetralogía de los Templarios, en la que el cineasta aunaba la serie B de zombis con elementos extraídos de 'El monte de las ánimas' de Bécquer, alzándose como clara muestra del fantaterror y en la que Lone Fleming se enfrentaría a los temibles resucitados del medievo. Le siguieron 'El ataque de los muertos sin ojos', 'El buque maldito' y 'La noche de las gaviotas', estrenadas en 1973, 1974 y 1975.

'La campana del infierno'

'La campana del infierno'

Año: 1973.

Dirección: Claudio Guerín Hill & Juan Antonio Bardem.

A camino entre el psychothriller en la línea de 'Psicosis' y el terror gótico con reminiscencias a Edgar Allan Poe, 'La campana del infierno' es uno de los títulos malditos de nuestro cine, cuya leyenda negra le ha seguido hasta nuestros días debido a la muerte de Guerín, quien cayó desde lo alto del campanario de la Iglesia de San Martín de Noya, donde se rodaba parte de la película. Bardem acabaría de rodar las secuencias que no estaban terminadas, acabando de dar forma a la historia de Juan (Renaud Verney), quien tras salir del psiquiátrico decidirá llevar a cabo una despiadada venganza sobre su tía y sus tres primas.

'Ceremonia sangrienta'

'Ceremonia sangrienta'

Año: 1973.

Dirección: Jorge Grau.

Con la figura del vampiro absolutamente explotada en Europa, Grau llevaba a la gran pantalla la adaptación de una novela de Peter Sasdy, en la que veíamos una de las encarnaciones cinematográficas de la Condesa Sangrienta, Erszebeth Bathory, quien se bañaba en sangre de doncellas que secuestraba para mantenerse joven eternamente, y cuya figura inspiró a muchas de las vampiras de la literatura y el cine. La encargada de interpretarla no será otra que Lucía Bosé, quien encarnó a la perfección a la depravada villana.

'Una vela para el diablo'

'Una vela para el diablo'

Año: 1974.

Dirección: Eugenio Martín.

La tradición de la España profunda quedaba totalmente expuesta en 'Una vela para el diablo', espeluznante título en el que Verónica (Esperanza Roy) y Marta (Aurora Bautista), dos monjas, abren una fonda en un pueblo perdido entre carreteras secundarias en los años sesenta. Escandalizadas por las nuevas costumbres de los jóvenes, las dos decidirán acabar con la vida de todo aquel que consideren indecente. Como víctimas potenciales, pudimos ver a Judy Geeson y Lone Fleming.

'99.9. La frecuencia del terror'

'99.9. La frecuencia del terror'

Año: 1997.

Dirección: Agustí Villaronga.

Antes del cambio de siglo, Villaronga (quien ya había levantado ampollas años antes con 'Tras el cristal') hacía una incursión en el cine de brujería para dar vida cinematográfica a uno de los casos sobrenaturales más recordados de nuestra historia. Así era como el cineasta tomaba como pequeño referente el caso de las Caras de Bélmez, para contarnos un claustrofóbico relato en el que Maria Barranco se meterá en la piel de una presentadora de radio, cuya vida cambiará después de recibir una extraña llamada que le llevará de regreso a su pueblo, donde un viejo amigo ha muerto de forma extraña.