Jordan Scott vuelve a la gran pantalla con su segundo largometraje: la adaptación de 'Tokyo', novela de de Nicholas Hogg. Para ello traslada la acción a Berlín para presentarnos a Ben (Eric Bana), un escritor y psicólogo social que investiga la mentalidad colectivista de las sectas después de darse un suicidio colectivo. A la vez su hija Mazzy (Sadie Sink) llega para tratar de reconectar con él tras el divorcio pero pronto se verá atrapada, precisamente, en uno de estos peligrosos grupos.
Esta es la premisa de la cinta que produce Ridley Scott y de la que podemos disfrutar de dos clips que siguen los pasos del personaje al que interpreta la joven actriz de 'Stranger Things'. Cuando conoce a Martin (Jonas Dassler) comenzará un romance con él, que la introducirá en lo que parece una inocente asociación ecologista. "Estamos encantados de darte la bienvenida", dice Hilma (Sophie Rois), líder del grupo, dándole un cálido abrazo.
El segundo clip salta hasta la peor de las consecuencias de acercarse a esta secta. Vestida de blanco, Mazzy vomita mientras la líder clama que hay que purificar. Inconsciente, acaba siendo arrastrada hasta el bosque mientras su padre inicia una carrera a contrareloj para encontrarla. "No sabes cómo reconectar con tu hija", le espeta una fría Hilma. ¿Será demasiado tarde?
En 'La secta' se enseña el lado oscuro de la mente, de las complejidades de las relaciones sociales y de los traumas familiares, que aparecen como detonantes de un comportamiento sumiso y manipulable, perfecto para ser captado por una secta.
La directora
Jordan Scott es la hija de Ridley Scott, quien figura como productor de 'La secta' junto a Michael Pruss. Su carrera despuntó tras un notable comienzo en el mundo de la publicidad, trabajando para marcas como Nike y Amazon. En el mundo del cine debutó con 'Cracks', una adaptación de la novela homónima de Sheila Kohler protagonizada por Eva Green. También participó en 'Todos los niños invisibles' junto a Spike Lee y John Woo, entre otros, con el cortometraje 'Jonathan'.