El tiempo está ubicando con cada vez más firmeza el talento de Ben Affleck en el lugar que merece. Por supuesto, no hablamos de un actor con una carrera sin errores, ni muchísimo menos, pero hay que ir subrayando sin miedo la magnífica evolución que ha marcado la trayectoria de un tipo que ha sabido sobrevivir incluso a los fracasos más estrepitosos y merecidos, llegando a ser, a día de hoy, una estrella tan respetada por su trabajo tanto delante como detrás de las cámaras.
Y es que, en lo que respecta a su trayectoria como director, Affleck continúa sin ofrecer opción alguna a la decepción. Hablamos de un cineasta con alma de clásico que sabe contar sus historias con las mismas dosis de pulso que de sensibilidad, alejándose por completo de virtuosismos gratuitos y abrazando con pasión ese modelo de cine cada vez más caduco en el que la cámara está siempre, ni más ni menos, que en el lugar preciso. Y lo mismo se podría decir de sus virtudes como actor, cada vez más atinadas, concentradas y definidas.
Sirva como ejemplo de toda esta teoría el especial que tenemos entre manos. A lo largo del mismo, exceptuando, eso sí, un par de naufragios por encima del considerable, encontramos a un actor y director capaz de convertir en virtudes incluso sus limitaciones más evidentes, adquiriendo así una presencia en pantalla fuera de toda duda. Ben Affleck no ha dejado de crecer película a película, así que es un auténtico placer repasar en detalle esta última década de su cada vez más estimulante trayectoria.
La última década de Ben Affleck, de peor a mejor
'Su último deseo'
Después de maravillarnos con su espléndida interpretación en 'The Way Back', Ben Affleck apareció en el que es, sin ninguna duda, el punto más bajo de su trayectoria en esta última década. Y, bueno, uno de los mayores desastres de toda su carrera. 'Su último deseo' es un caos absoluto en fondo y forma que arrastra consigo hacia el abismo a todos y cada uno de sus participantes, resultando así un naufragio artístico sin supervivientes. Fallida es un término que se queda (muy) corto.
'Liga de la Justicia'
Antes de que llegara la esperadísima versión de Zack Snyder, 'Liga de la Justicia' se mantuvo en pie bajo los muy débiles pilares construidos por Joss Whedon y Chris Terrio, responsables de uno de los guiones más catastróficos del universo cinematográfico de DC. Y a la misma altura se sitúan el resto de elementos de una película construida a trompicones, con un montaje sin pies ni cabeza, protagonizada por un grupo de personajes que saltan de un sitio para otro sin ningún tipo de sentido y con un acabado visual realmente pobre. Un desastre artístico de tremendas dimensiones que, por supuesto, no conseguía salvar ni el carismático Batman de Ben Affleck.
'Aguas profundas'
Si te la tomas a risa, bueno, puede funcionar más o menos como pasatiempo. Aunque, eso sí, los bostezos serán inevitables. Ahora bien, si decides dedicar un segundo de tu tiempo a pensar en lo que te está contando 'Aguas profundas', bueno, no hay nada que salvar aquí. Y tampoco hay buenas noticias en la forma de una película sin nervio, capacidad de seducción o algo mínimamente parecido a chispa, ni siquiera entre un espantoso Ben Affleck y una voluntariosa Ana de Armas que, en aquel momento, andaban en mitad de un romance real. Lo dejaron todo para los momentos fuera del trabajo.
'Runner Runner'
Tras lograr un aclamado triunfo en los Oscar con su espléndida 'Argo', aunque la manera en la que la Academia le ignoró en la categoría de Mejor dirección sigue siendo algo tan incomprensible como doloroso, Ben Affleck regresó con una de sus peores películas estrenadas en la última década. Y es que, desde sus primeros compases, esta 'Runner Runner' ya transmite una sensación de pereza y desgana general que no desaparece en ninguno de sus noventa minutos. Tópico tras tópico en un thriller que provoca mucho más aburrimiento que intriga.
'El contable'
Pese a tener algún que otro defensor apasionado, 'El contable' es uno de los trabajos claramente menores de Ben Affleck correspondientes a la última década. Al igual que ocurre con la mayoría de película intrascendentes, lo más complicado es destacar algo, ya sea para bien o para mal. Digamos que todo en este thriller de acción es tan correcto como previsible y tan olvidable como ligero. Una medianía, vaya.
'Vivir de noche'
Que 'Vivir de noche' sea la peor película como director de Ben Affleck no hace más que hablar del extraordinario nivel demostrado por el también actor en esta faceta. Y es que, pese a no estar a la altura de sus notabilísimas 'Argo', 'Adiós pequeña adiós' y, sobre todo, 'The Town. Ciudad de ladrones', todavía hoy su mejor película detrás de la cámara, esta adaptación de una novela del imprescindible Dennis Lehane es una más que disfrutable carta de amor al cine negro más clásico y reconocible, rodada con estilo y contada con el nervio suficiente para mantener la atención del espectador en todo momento.
'El bar de las grandes esperanzas'
La última película como director de George Clooney contaba con un cómplice perfecto para superar la barrera del aprobado justito: Ben Affleck. Pocas veces hemos visto al actor tan magnético y carismático, tan contenido y convincente, tan natural y empático. Un trabajo modélico que engrandecía al resto de elementos de una cinta que, cada vez que el actor aparecía en pantalla, justificaba por completo su visionado.
'Batman v Superman: El amanecer de la Justicia'
Tras el fiasco mayúsculo que supuso 'El Hombre de Acero', Zack Snyder regresaba con 'Batman v Superman: El amanecer de la Justicia' a la silla de director con todos los prejuicios encima y las dudas elevadas al nivel de alerta tras la elección de Ben Affleck como nuevo Batman. Una revancha que Snyder aprovecha en un primer tramo en el que, pese a un montaje caótico, consigue colar alguna imagen cuyo potencial visual es innegable, aportando algo de poesía épica a un relato desestructurado e hilvanado con frágil pegamento.
Un comienzo que se extiende a lo largo de una hora y media inicial en el que el misterio, el drama y la acción se complementan con acierto, asentando unas bases narrativas que recaen sobre los hombros de un correcto Henry Cavill y un Affleck capaz de silenciar todas las críticas previas a base de inesperado carisma. En definitiva, un conjunto desequilibrado, grandilocuente, desesperante en algunos momentos y geniales en otros.
'El último duelo'
'El último duelo' fue recibida con entusiasmo por parte de una crítica que no se ha cansado de describirla como la mejor película de Ridley Scott en un buen puñado de años. Y pese a que se trate de algo un poco excesivo, provocado por la perezosa manía de catalogar como fallidas las últimas décadas del cineasta, resulta imposible no caer rendido ante una propuesta realmente compacta en las que todas las piezas están en el lugar en el que deben y funcionando de la manera adecuada, especialmente en lo que respecta a un reparto entregadísimo a la causa donde encontramos a un desatado, casi irreconocible y sorprendente Ben Affleck. Otra virtud para una propuesta adulta, clásica y narrada e interpretada con pulso de hierro.
'La Liga de la Justicia de Zack Snyder'
¿242 minutos de Batman, Wonder Woman, Flash, Superman, Aquaman y Cyborg? Para ser exactos, y como indica su propio título, estamos ante 242 minutos de Zack Snyder en su estado más puro. Más allá de las campañas, las noticias falas, las polémicas, las peleas entre estudios y, sobre todo, olvidando por completo el desastre que fue 'Liga de la Justicia' de Joss Whedon, aquí tenemos una cinta superheroica repleta de hallazgos, escenas realmente impactantes, sorpresas y una pasión desbordada y desbordante tanto hacia la historia que se está contando como hacia sus protagonistas. Una propuesta ambiciosa, excesiva, delirante y sorprendentemente conmovedora que sigue brillando como una de las mejores películas de Ben Affleck en esta década.
'Triple frontera'
Tras la interesante 'Margin Call' y las soberbias 'Cuando todo está perdido' y 'El año más violento', todavía hoy su mejor película, el guionista y director J.C. Chandor aterrizaba en Netflix con 'Triple frontera', propuesta de acción en la que la tensión del mejor thriller y el alma de western con aroma Peckinpah se combinaban con más que afortunados resultados. Acompañado por un inspirado reparto en el que destacaban un sobresaliente Charlie Hunnam y la contención de Ben Affleck y Oscar Isaac, Chandor conseguía imprimir su sobrio, clásico y siempre elegante estilo tras la cámara a una gran historia de amistad, venganza y redención. Cine que atrapa desde el primer minuto y te mantiene pegado frente a la pantalla a lo largo de más de dos horas que pasan en un suspiro.
'The Way Back'
Cuatro años después de trabajar juntos en la muy inferior 'El contable', el director y guionista Gavin O'Connor y Ben Affleck volvían a unir sus caminos en 'The Way Back', drama deportivo de manual que, a pesar de sus tópicos, funcionaba sorprendentemente bien. ¿La clave principal? La interpretación protagonista del citado actor, enorme en su capacidad para equilibrar el dolor, la intensidad, la ternura y la fuerza. Uno de sus trabajos más celebrados y respetados por parte de crítica y público. Y con razón.
'Perdida'
Una vez hemos visto (por enésima vez) 'Perdida', parece sencillo. Pero no lo era, en absoluto. El material que cae en las manos de David Fincher (en pie) tenía todos los elementos para identificar un caramelo envenenado, sabroso al principio pero terrible después. O, mejor dicho, sobre el papel todo bien, sobre la pantalla misión imposible. La doble narración del relato, los giros inesperados, la tensión latente, el ser o no ser, el género variante, parecer una cosa, hablar de otra, elaborar por encima del thriller una reflexión loca y exagerada del matrimonio. La primera decisión acertada fue que Gillian Flynn, autora del best seller en el que se basa la película, se encargara también del guion.
La segunda, y más importante, que Fincher se pusiera detrás de la cámara. Incluso aquellos elementos que pensamos que fallarían, un Ben Affleck que entrega aquí una interpretación realmente memorable, terminan saliendo redondos. Vibrante juego de ajedrez mental para el espectador, festival de delirios e imágenes impactantes, 'Perdida' encontró en su salto a la gran pantalla un lenguaje visual tan espectacular como de costumbre, un ritmo imparable, una atmósfera robada de las hojas impresas y una Rosamund Pike que convierte a su Amy en un icono total. ¿Es siempre mejor el libro que la película? No. Aquí un nuevo ejemplo.
