Jeffries (James Stewart), fotógrafo reportero inmovilizado en su hogar, con una pierna enyesada, ocupa sus tiempos muertos de inactividad observando a sus vecinos en el patio interior, y, en un momento dado, cree que un vecino ha asesinado a su esposa. Está convencido de ello, aunque, en principio, nadie le crea. Este es el argumento, la intriga que dinamiza el relato, pero hay mucho más en 'La ventana indiscreta' (1954), una de las múltiples obras maestras de Alfred Hitchcock, y una de las más grandes obras que ha dado la Historia del cine (desde luego una de mis predilectas). Es un vibrante disfrute en su superficie, por el desarrollo de la trama, el vivaz pulso, o combate para dominar el escenario amoroso, entre Jeffries y su pareja, Lisa (Grace Kelly), o las ingeniosas y sarcásticas dosis de humor en modélico equilibrio con los matices siniestros de la trama.
Pero esta película apuntalada sobre un hombre que mira en el patio interior de su edificio también es un desafío para la mirada. Ya el mismo título original nos da una pista. Si el título en castellano trivializa las sugerencias que anidan en la historia, además de parecer contener una sanción en el mismo, la advertencia de no mirar lo que no se debe, el título original, 'Rear window' (la ventana trasera), alude tanto a ese espacio físico, el patio interior, donde se puede advertir el movimiento de vida oculto tras las fachadas, como, por otro lado, a la ventana trasera de la propia mente del protagonista, esto es, lo que se dirime en su subconsciente. ¿Y en qué se revela esta batalla mental interior? Pues en que los diversos hogares que observa son transferencias o transposiciones de su conflicto sentimental con la mujer que ama porque sus respectivos modelos de vida difieren radicalmente, lo que pone en serio peligro el futuro de su relación. Las otras ventanas (pantallas) representan diversos 'estados' de relaciones o soledades de personajes femeninos y masculinos, reflejos de lo que Jeffries desea, rechaza, o de lo que teme que podría ser su relación con Lisa. Para celebrar primer pase en Madrid el 3 de octubre de 1955 repasemos algunas curiosidades de su singular rodaje.
1 El decorado habitable
El decorado se erigió en los Estudios Paramount. 50 hombres se dedicaron durante dos meses a construirlo. Medía alrededor de doce metros, un equivalente a cinco o seis pisos, y ocupaba 30 metros de ancho y 60 de largo. Dada su altura se abrió el suelo: el patio era lo que solían ser los bajos de los decorados. Constaba de 31 de apartamentos, 12 de los cuales estaban completamente amueblados e, incluso, disponían de agua y electricidad.
2 La habitante permanente
Georgine Darcy, la actriz que interpretaba a Miss Torso, "vivió" en su apartamento durante el mes de rodaje. Se relajaba entre tomas como si estuviera viviendo en su propio piso.
3 El centro de la mirada
Hitchcock rodaba desde el espacio que ocupaba la habitación del personaje de James Stewart. Los actores que ocupaban los pisos de enfrente portaban auriculares color carne a través de los cuales recibían instrucciones del cineasta.
4 El caos controlado
A la pareja que interpretaban a los dueños del perrito les dijo, en la escena en la que tienen que introducirse apresuradamente en casa por la lluvia, que fueran en distintas direcciones lo que provocó la hilarante secuencia de colisión y forcejeo entre ambos cuando intentan introducirse a la vez por la ventana. No hizo falta rodar una segunda toma.
5 El astro de electricidad
Mil luces de arco se utilizaron para simular la luz del sol. El equipo podía realizar el cambio de ambiente diurno a nocturno en cuarenta y cinco minutos. Había cuatro escenarios separados de iluminación, dependiendo de si era por la mañana temprano, mediodía, atardecer o noche.
6 Los focos ardientes y un colapso
Las temperaturas podían ser tan altas por los focos que podía resultar insoportable para quienes ocupaban los pisos más altos. De hecho, en una ocasión el sistema eléctrico se colapsó, y el decorado se sumió en una completa oscuridad. Hitchcock le dijo a su asistente que le trajera un paraguas y que le avisara cuando dejara de llover.
7 El guión modélico
En los estudios Paramount mostraban a los guionistas el tratamiento de 75 páginas de John Michael Hayes como el tratamiento modélico. Fue la primera de las cuatro colaboraciones de Hayes con Hitchcock, a la que siguieron 'Atrapa a un ladrón' (1955), 'Pero ¿quién mató a Harry?' (1955) y 'El hombre que sabía demasiado' (1956). Hasta entonces la colaboración más dilatada de Hitchcock con un guionista había sido con Charles Bennett con los dinámicos thrillers realizados desde 'El hombre que sabía demasiado' (1934) a 'Enviado especial' (1940). En sus guiones Hayes armonizaba ejemplarmente la intriga con un elaborado trazado, siempre con salaz sentido del humor, de las relaciones sentimentales y sus conflictos, como refleja en 'La ventana indiscreta', el pulso de tiras y aflojas entre Lisa y Jeff, entraña y dinamiza la narración.
8 La inspiración de una esposa
Hayes se inspiró, en buena medida, en su propia esposa, Mildred, que había sido modelo, para caracterizar al personaje de Grace Kelly. Este personaje no existía en el relato adaptado de William Irish, como tampoco ninguno de los vecinos, creados por él y Hitchcock. Este, por otro lado, insistió en que pasara el mayor tiempo posible con Grace Kelly antes de escribir el guion, por lo que también el personaje tiene bastante de la actriz.
9 La inspiración de un romance
Se dice que Hitchcock se inspiró para la relación amorosa entre el fotógrafo Jeff y la modelo Lisa en la que mantuvieron el fotógrafo de guerra Robert Capa y la actriz Ingrid Bergman.
10 La mujer cautivadora
Todo el mundo estaba embelesado con Grace Kelly. Según decía James Stewart, todos se sentaban cada mañana y esperaban a que llegara para admirarla. Era generosa y cercana con todos.
11 La excepción de unos humos
Es la única película en la que se ve fumar a Grace Kelly. Se negaba a aparecer fumando en pantalla, pero hizo una excepción en este caso.
12 Coreografía espontánea
Hitchcock le dio total libertad a Georgine Darcy para que coreografiara sus bailes como quisiera, con la única puntualización de que no tomara ningún tipo de clase de danza. Quería que se notara la imprecisión de quien no es una experta bailarina.
13 Los sonidos naturales
De modo inusual, todos los sonidos son diegéticos, es decir, todos provienen del ambiente, exceptuando la fugaz música de la banda sonora de inicio y final.
14 La banda sonora del primer director DJ
Inusual también era que una película careciera casi de banda sonora. La música compuesta por Franz Waxman se escucha en los títulos de crédito iniciales y en los finales. Su canción 'Lisa' es interpretada por uno de los vecinos, el pianista que encarna Ross Bagdasarian. La narración se ve salpicada por una serie de canciones que se escuchan en el vecindario: Bing Crosby canta "To see you is to love you", de la película 'Road to Bali', Dean Martin 'That's amore', Nat King Cole 'Mona Lisa', y se escuchan segmentos de la banda sonora de Leonard Bernstein para el ballet 'Fancy free' (1944), de Jerome Robbins o las canciones 'Lover' (1932), de Richard Rogers, y 'M'appari tutt'amor' de la opera 'Martha' (1844), de Friedrich Von Flotow. En cierto modo este uso de las canciones en la narración es un antecedente del que realizarán cineastas como Martin Scorsese, Wong Kar Wai o Quentin Tarantino.
15 La réplica de un productor odiado
Se dice que Hithcock contrató a Raymond Burr, el vecino del que Jeff sospecha que ha cometido un asesinato, por su parecido con el productor que le trajo a Hollywood, David O Selznick, con quien había estado bajo contrato durante siete años, no dejando de sufrir sus interferencias en el proceso de elaboración de 'Rebeca' (1940), 'Recuerda...' (1944) y, sobre todo, 'El proceso Paradine' (1948).
16 El director que sólo decía "corten"
Según la actriz Thelma Ritter, que encarna a la mordaz asistenta, Hitchcock nunca decía si le gustaba cómo interpretaban la escena. Y si le disgustaba, ponía una expresión como si fuera a vomitar.
17 La escena cortada
Había una secuencia que sí se rodó fuera del patio de vecinos. La conversación que mantiene Jeff con su editor, interpretado por Gig Young, se desarrollaba, en principio, en la oficina de este. Pero Hitchcock consideró que sería una distracción ese fugaz cambio de escenario y optó por utilizar el audio del personaje del editor en una conversación telefónica.
18 El habitual cameo
Hitchcock realizaba un cameo en casi todas sus películas, En este caso, aparece a la media hora, en el apartamento del músico, a quien dirige algunas palabras mientras maniobra con el reloj.