De un tiempo a esta parte, hacer el calculo exacto resultaría una labor excesivamente complicada, la pequeña pantalla se ha convertido en una de las válvulas de escape fundamentales para la sociedad. Puerta de salida y emergencia tras la que encontramos multitud de historias, personajes y universos que nos arrancan de la rutina, nos zarandean con emoción y nos dejan, en el mejor de los casos, con ganas de más. Las series o la esencia de la evasión casi perfecta.
Una relevancia que adquiere una mayor dimensión, y refuerza el componente de agradecimiento por las horas de placer regaladas, a la hora de hacer balance para la búsqueda y captura de las 10 mejores series del año que termina. De repente, tirando de memoria reciente, encontramos una cosecha de ficción televisiva realmente deslumbrante, tan diversa como estimulante, tan trepidante como contenida, tan hilarante como realista, tan épica como ligera. Terrenos varios y misma satisfacción.
Lo que se pretende con este especial, por tanto, es celebrar el maravilloso estado de salud del universo seriéfilo, invitando al descubrimiento activo, subrayando la reivindicación necesaria y, por encima de todo, compartiendo la felicidad otorgada por este conjunto de propuestas a lo largo de los últimos doce meses. Sin todas y cada una de ellas, 2021 habría sido un año distinto. Y (todavía) peor.
Las 10 mejores series de 2021
'Cardo'
Retrato generacional de profundo corte dramático, 'Cardo' ha supuesto una de las revelaciones televisivas del año por lo que tiene de espejo armado de realidades tan cercanas como difusas, tan profundamente íntimas como universales, tan excesivas como intimistas. Resacas, sexo telefónico, amanecer a la puerta de un after, lágrimas entre flores y resurrecciones imposibles. Todo resumido en la mirada imponente de una Ana Rujas capaz de albergar en un gesto un buen puñado de cicatrices, heridas por crear e inseguridades alarmantes. Una propuesta arriesgada y excesiva que, sin embargo, funciona desde lo visceral.
'Yellowjackets'
Lo realmente meritorio de esta 'Yellowjackets' es su destreza para cumplir con el listón dejado por su punto de partida. Ahí va: Un equipo de exitosas jugadoras de fútbol de instituto pasan a ser las (des)afortunadas supervivientes de un accidente de avión que se estrella en la más profunda y salvaje naturaleza de Ontario. A partir de ahí, el relato explota en mil y un caminos, casi todos ellos sorprendentes y estimulantes, dando como resultado una serie tan entretenida como inteligente. ¿Lo mejor? La sensación de que todavía mantiene bien guardadas las cartas más potentes para sus próximos pasos. Necesitamos los nuevos capítulos a la de ya.
'Sex Education'
Una de las mayores joyas del vasto catálogo de Netflix ha sabido mantener el nivel con su tercera temporada. Supo remover de nuevo el avispero con la llegada a Moordale de Hope Haddon (Jemima Kirke) para erradicar la fama de "instituto del sexo" que se habían ido ganando. Pero Hope no pudo evitar que 'Sex Education' siguiera siendo una serie valiente que vuelve a recordarnos que hay que hablar de sexo con naturalidad y sin barreras. Que hay que hablar de diversidad con empatía y dando voz al que es diferente. Que hay que hablar de cómo nos relacionamos entre nosotros y con nosotros mismos.
Todo sin perder ese estatus de "happy place" y siendo capaz de transformar por completo personajes (lo que hacen con Adam Groff, el personaje de Connor Swindells... eso sí que es 'character development'), de presentarnos relaciones que jamás imaginábamos que funcionarían tan bien (Ruby + Otis forever), y de seguir haciendo crecer, como actores y en nuestros corazones, a uno de los repartos más encantadores de la televisión.
'Reyes de la noche'
Pese a que su último tramo está demasiado cercano a la verbena más histérica y descontrolada, 'Reyes de la noche' nació, y va camino de consolidarse, como una serie de culto a la que regresar cada cierto tiempo para volver a disfrutar como el primer día. Un reparto atinadísimo, un ritmo endiablado, una atmósfera perfectamente conseguida y unos personajes realmente memorables que merecían una segunda temporada que ya se antoja imposible.
'La asistenta'
Una de las grandes sorpresas de la temporada televisiva ha sido, sin lugar a dudas, 'La asistenta', la serie creada por Molly Smith Metzler que ha terminado situándose como uno de los éxitos más espectaculares del año para Netflix. Un triunfo justificado principalmente por su alcance emocional, incontestable, y la capacidad para conectar con todo tipo de público que demuestra una inmensa Margaret Qualley, el auténtico corazón de esta propuesta repleta de verdad, honestidad y delicadeza. Un drama modélico.
'Mare of Easttown'
Aunque solamente fuera por todas y cada una de las escenas que comparten unas realmente impresionantes Kate Winslet y Julianne Nicholson, 'Mare of Easttown' ya tiene más que ganado su lugar en esta lista. Pero es que, además, hablamos de uno de los thrillers dramáticos más potentes, sorprendentes, emotivos y memorables que hemos tenido la oportunidad de disfrutar en la pequeña pantalla durante los últimos años. Una historia en la que cada detalle cuenta, narrada con pulso de hierro, escrita en oro y dirigida con talento total. Excelente del primer al (inolvidable) último capítulo.
'Solo asesinatos en el edificio'
Lo de 'Solo asesinatos en el edificio' es una cuestión de química. Y de inteligencia. Y de sorpresas. Y de genialidad. Lo que de primeras podría parecer una comedia sencillita que no busca más que la sonrisa cómplice se descubre desde casi sus compases iniciales como una de las series más divertidas, sí, pero también tiernas, ácidas y encantadoras de los últimos años. Una delicia repleta de escenas memorables coronada por ese tridente de oro formado por Steve Martin, Martin Short y Selena Gomez.
'Misa de medianoche'
Una serie tan exigente como estimulante. Tan desafiante como terrorífica. Tan sorprendente como inteligente. Tan arriesgada y compleja en el fondo como deslumbrante en la forma. Colección de personajes y diálogos memorables. Entre el grito y la congoja. Entre el escalofrío y el llanto. Brutal lo de 'Misa de medianoche', obra maestra que nos recuerda una vez más que Mike Flanagan lleva en un estado de gracia apabullante desde hace ya un tiempo casi escandaloso.
'Bruja Escarlata y Visión'
Al (maravilloso) desconcierto provocado por sus primeros episodios se fueron sumando otro buen conjunto de sensaciones tan variadas y satisfactorias como la sorpresa, la risa, la lágrima y el aplauso entusiasta por la épica lograda. Nos pilló por sorpresa la grandeza de 'Bruja Escarlata y Visión', nos hizo flotar entre teorías y suposiciones, nos mantuvo pegados al sofá y nos hizo disfrutar a lo grande como en las entregas más destacadas del universo cinematográfico de Marvel. Una auténtica joya televisiva que, además, sirvió para hacer justicia a dos personajes que entregaron lo mejor de sí mismos en la pequeña pantalla. Una genialidad, vaya.
'Succession'
Si la habéis visto, bueno, ya sabéis que no hay otra opción para la corona que no sea 'Succession'. Y es probable que lo admitáis mientras todavía tembláis por ese episodio final destinado a permanecer en el Olimpo de la mejor televisión del siglo XXI. Una sensación que se combina con la certeza de estar asistiendo al desarrollo impecable de un clásico de la pequeña pantalla. Sus personajes, diálogos, giros, dardos envenenados, carcajadas y golpes en el estómago, entre muchos otros elementos, siguen siendo únicos e inimitables. La serie del año. Intratable.
