Si echamos la vista atrás y pensamos en las series que se estrenaron en 2010, parece que fue ayer. Una pequeña serie de zombis titulada 'The Walking Dead' prometía mucho terror, nada menos que de la mano de Frank Darabont. HBO estrenaba 'Boardwalk Empire', producida por el mismísimo Martin Scorsese. Aún no habíamos oído hablar de ella, pero también empezaba 'Hora de aventuras'. Los ingleses estrenaban 'Luther' y 'Downton Abbey'. Netflix aún era un servicio de alquiler de DVDs online que empezaba a juguetear con el streaming, y tardaría tres años en posicionarse como productora de contenido original con 'House of Cards'. Creíamos que estábamos saliendo de la nueva Edad de Oro que había empezado con 'Los Soprano' y 'Perdidos', pero no sabíamos lo que se nos venía encima.
Viva la Peak TV
Lo que se nos venía encima era una década de Peak TV. ¿Que qué es eso? Pues básicamente el nombre guay que le han puesto a la ansiedad que te provoca no poder ver todas las buenas series que se emiten. Y no parece que el ritmo de producción se vaya a frenar, con la proliferación de más y más plataformas de streaming y compañías productoras en todos los ámbitos, ya sea la tecnología, las telecomunicaciones o las redes sociales. (¿Sabías que Tinder está haciendo una serie? ¿O ya ha salido a la luz? No podemos seguir el ritmo ni nosotros.)
Y aunque lo más fácil es quejarse de que no tenemos tiempo para ver todas las series que queremos, lo cierto es que da gusto tener tanto entre lo que elegir. Lo cierto es que esta lista, que pretende representar toda una década de ficción televisiva sobresaliente, ha costado sudor y lágrimas. Y algo de sangre, que es difícil ponerse de acuerdo a veces. Pero bueno, ahí arriba os las hemos dejado: nuestras 15 series preferidas de los años 2010 a 2019.
Las mejores series de la década 2010-2019
'The OA' (Netflix, 2016-2019)
No había nada en la televisión como esta serie, y tristemente no lo seguirá habiendo en la próxima década, ya que Netflix ha decidido cancelarla tras dos intensísimas temporadas. A algunos espectadores les costó conectar con su trama más espectacular desde el punto de vista narrativo que visual, y sobre todo porque jugaba con un factor que era tanto su talón de aquiles como su principal novedad: la incertidumbre, la duda, el no saber qué esta pasando pero aún así tener que dar un salto de fé. ¡Exactamente igual que sus protagonistas! Prepárate para preguntarte qué es real y qué es fantasía constantemente. Y para enamorarte y sufrir.
Su creadora y protagonista, Brit Marling, ya lo advirtió a los fans cansados de esperar tanto tiempo entre la primera y la segunda temporada: 'The OA' no sigue los cánones narrativos ni de producción de la televisión tradicional o el streaming. Hay un cuidado tan artesanal en cada capítulo (hasta varían las duraciones), en cada aspecto (desde la mezcla de sonido hasta el reparto)... Esto no es entretenimiento efímero, sino una joya audiovisual que merece trascender la década tanto por su historia completamente original como por su elaboración tan atrevida.
Escrito por Rafael Jiménez.
'Broadchurch' (ITV, 2013-2017)
Con esa factura inglesa tan cuidada, su tono amargo, sus tiempos lentos y los paisajes fríos del sur del Reino Unido, ITV se ganó en 2013 a crítica y público con una serie policiaca bastante clásica: un crimen que resolver, un policía con un pasado tormentoso y un buen giro inesperado. Todo el mundo es sospechoso en 'Bradchurch', que destacó sobre todo por la construcción de sus personajes, sus interpretaciones y una investigación policial metódica, tan fría como emocional, que antes del streaming atrapó a la audiencia semana a semana, muy en la línea de los thrillers nórdicos tan de moda entonces. Sin embargo, probablemente todo esto no sería suficiente para colarse en la lista de lo mejor de la década si no fuese por su tercera temporada.
Tras reinventarse en la segunda de thriller criminal a thriller judicial, en la tercera parte de 'Broadchurch' no hay cadáver ni asesino, el crimen es una violación y la víctima una mujer de casi 50 años. La serie creada por Chris Chibnall (ahora en 'Doctor Who') es todo un ejemplo de cómo tratar la violencia sexual en los medios y lanzar un importante mensaje al público: le puede pasar a cualquiera, no importa cómo vistas, la edad que tengas, tu peso o tu fuerza. Tú no tienes la culpa.
El mismo año de la explosión del #MeToo y el caso Weinstein, 'Broadchurch' mostró tanto el estigma social como el proceso policial alrededor de los casos de agresión sexual y violación, con todos sus fallos, señalando directamente al sistema y no a la víctima, sin medias tintas y a la vez con el máximo respeto. Televisión con conciencia que no tiene que renunciar a tratar temas sociales y emitir un juicio para seguir siendo puro entreteniendo. 'Broadchurch' decidió no jugar sobre seguro, retar a su público y aprovecharse de los lugares comunes del género para ir un paso más allá. Fue valiente y se despidió por la puerta grande de la televisión.
Escrito por Luisa Nicolás.
'Paquita Salas' (Flooxer, Netflix, 2016-)
'Paquita Salas' necesitó una sola temporada, podríamos asegurar incluso que un solo capítulo, para asentar la estructura firme e hilarante de un universo propio tan lleno de referentes e influencias como arrolladora personalidad propia. Y es que, tanto Javier Calvo como Javier Ambrossi, apostaban con éxito por un modelo narrativo repleto de guiños pop, frases antológicas, mala leche con media sonrisa y esa ternura marca de la casa. Todo ello rodado desde el impulso exacto de la genialidad, la naturalidad de los bailes de musas y la complicidad total de un reparto repleto de hallazgos. El primero y más importante, claro, un Brays Efe cuya interpretación sigue brillando como una de las más redondas, precisas e inolvidables de la historia de la ficción española. Su Paquita ya es leyenda.
Algo similar a lo que ocurre, por otro lado, con personajes tan memorables como la Magüi de la siempre excelente Belén Cuesta; Violeta Gil, la deliciosa malvada interpretada por Ana Milán; Belén, maravillosa Anna Castillo y, por supuesto, Noemí Argüelles, vehículo perfecto para que Yolanda Ramos ofrezca auténticos recitales de comedia en estado puro. Y se quedan muchos más en el tintero de una serie que, sin perder nunca su esencia original, ha ido creciendo, salto de Flooxer a Netflix incluido, hasta regalar una tercera temporada que abrazaba la perfección desde el equilibrio soñado. 'Paquita Salas' o el punto exacto en el que se conjugan las lágrimas de risa y emoción.
Escrito por Alberto Frutos.
'Parks and Recreation' (NBC, 2009-2015)
Leslie Knope. Ron Swanson. April Ludgate. Andy Dwyer. Tom Haverford. Donna Meagle. Ann Perkins. Jerry Gergich. Ben Wyatt. Chris Traeger. Todos los que pasaron por el departamento de Parques y Entretenimiento del pequeño ayuntamiento de Pawnee formaron uno de los grupos de personajes más variopintos pero más divertidos y entrañables que hayamos visto en televisión. 'Parks and Recreation' no fue, ni mucho menos, la primera serie en seguir la estructura de falso documental, pero era ver a Aubrey Plaza girarse a cámara con esa cara tan... April, y ya estaba tirado por el suelo de la risa. 'Parks' empezó su emisión en 2009 pero a España llegó mucho más tarde gracias a Amazon Prime Video (que tiene un catálogo de comedias formidable), de ahí que haya conseguido este hueco en el top de la década. Razones tengo muchas. Pero me limitaré a decir que echo de menos a estos personajes mucho más que a algunos miembros de mi familia. Y que ojalá todos los políticos fueran como Leslie Knope. Nos iría mucho mejor. Si no la has visto, hazte el favor y "treat yo self!". Pocas comedias te pondrán de tan buen humor.
Escrito por Jesús Agudo.
'Please Like Me' (ABC, 2013-2016)
Estados Unidos ha sido la principal abastecedora de comedias millennial ('Broad City', 'Search Party', 'Girls'), pero una de las mejores no nos llegó de allí, sino de las antípodas. La australiana 'Please Like Me' nos introdujo en el idiosincrásico y neurótico universo de Josh Thomas, una de las voces más brillantes y afiladas de su quinta, y nos costó muy poco enamorarnos. La serie gira en torno a un chico gay que se encuentra navegando (y a menudo naufragando) la vida adulta y las relaciones junto a su grupo de amigos y familiares, a cada cual más especial. Sus openings gastronómicos, sus divetidísimos diálogos, un plantel de personajes de gran carisma y un equilibrio perfecto entre drama y comedia hicieron de ella una de las series más irresistibles de la década y de Thomas uno de los observadores más inteligentes del comportamiento humano y sus contradicciones en el siglo XXI. A pesar de golpear con momentos dolorosos y de tratar temas complicados como la enfermedad mental, 'Please Like Me' tiene el poder de hacer feliz a quien se anime a descubrirla.
Escrito por Pedro J. García.
'Black Mirror' (Channel 4, Netflix, 2011-)
Todo empezó con un Primer Ministro y un cerdo. A partir de ese, uno de los episodios más turbios y terriblemente sinceros de la televisión, Charlie Brooker siguió profundizando en nuestra relación con la tecnología, mostrándonos siempre que desviarse del avance a la distopía es tremendamente fácil. Y todo dejando siempre claro que no es problema de la tecnología: sino de los que nos reflejamos en la pantalla negra. Aunque 'Black Mirror' ha sido una serie con altibajos (casi todas las antológicas lo suelen ser), siempre se escondía en cada temporada un capítulo tremendamente original, profundamente perturbador, increíblemente sorprendente. Y cuando parecía que no nos podía volver a pillar por sorpresa, nos presentó una de las historias de amor más bonitas de la década televisiva. El futuro sigue siendo de 'Black Mirror', ya sea dejándonos elegir nuestra propia aventura o buscando una nueva manera de convencernos para que nos retiremos a una cueva. Sin WiFi.
Escrito por Jesús Agudo.
'The Crown' (Netflix, 2016-)
Los líos de cortes, los dramas del primer mundo y todos los secretos que se esconden tras los muros de palacio, protocolos exagerados y joyas relucientes, siempre nos han resultado fascinantes. Nos encanta saber cómo viven los privilegiados, pero sobre todo que esa fachada de perfección no se sostiene, que también se equivocan y, por supuesto, que también les va mal. Sin embargo, nadie habría podido convencerme antes de la llegada de 'The Crown' que yo, republicana de corazón con ademanes comunistas (aunque mi casa aparezca un anuncio de Apple), iba a estar tan entregada a la monarquía inglesa intentando esconder un auténtico crush con el joven Príncipe Carlos. 'The Crown' tiene algo que te atrapa.
Sus guiones, de los que se ocupa su también creador Peter Morgan, nos acercan a los entresijos de la monarquía y la política del momento con diálogos ingeniosos y ácidos entre la reina y sus muchos Primeros Ministros, que no toman por tonta a su audiencia, pero tampoco exigen que traigas la lección ya aprendida. Aún así en el fondo no es más que un culebrón de los buenos, del que sabemos el final pero no todos los secretos que escondía, con sus romances, decepciones, envidias y disputas familiares, una producción prácticamente perfecta y un reparto entregadísimo, desde Claire Foy y Olivia Colman como Isabel II al Churchill de John Lithgow o las dos Princesa Margarita: Vanessa Kirby y Helena Boham Carter.
'The Crown' triunfa en la difícil tarea de levantar las simpatías de esas figuras egoístas, lejanas y enigmáticas de la realeza y volvernos a enseñar la historia de un país a través de su mayor símbolo, con humor, drama y emoción mediante y muchas reflexiones sobre la edad, los cambios sociales y la obsolescencia de instituciones tan arcaicas y reprimidas como la monarquía en pleno Siglo XXI. No tenemos ni idea de qué pensará realmente la Reina Isabel de todo esto, pero ojalá esté tan enganchada a su propia vida como nosotras.
Escrito por Luisa Nicolás.
'Sherlock' (BBC, 2010-)
Elemental, pero no se le había ocurrido a nadie hasta que Mark Gatiss y Steven Moffat se lanzaron a la palestra con su particular versión moderna del famoso detective victoriano nacido de la pluma de Arthur Conan Doyle. 'Sherlock' inauguraba la década de la mano de la siempre destacable factura de la BBC, un guion absolutamente loco y un protagonista magnético, imposiblemente solido e inolvidable. Benedict Cumberbatch marcaba así un antes y un después en su carrera y en el universo del conocido personaje que pocas veces había brillado tanto más allá del papel. A su lado: Martin Freeman en la piel de un Dr. John Watson tan traumatizado como aburrido de una vida cotidiana sin retos.
La pareja, que lucía una química superior desde el piloto de esta arriesgada ficción, no dejó de crecer en maestría dotando de una mayor profundidad y humanidad al más que dinámico duo. Pero no solo ellos hacen que esta ficción sea soberbia. Como ya hemos mencionado, el libreto es excepcional, lleno de esas parrafadas tan retorcidas e inteligentes que solo un intérprete del nivel de Cumberbatch podría defender, pero es que además la novedosa apuesta visual llena de elementos descriptivos de la vida en el siglo XXI, del Londres ya no tan victoriano, de la mente ágil y rápida de su protagonista; supuso una ruptura del encorsetamiento con el que se pueden llegar a plantear las ficciones televisivas.
Aquí las normas cambiaban para mejor y la abultada duración se utilizaba en favor de la historia con el objetivo de plantear limpiamente todas esas pistas que nos llevarían al desenlace de cada caso. Un ritmo trepidante, unos secundarios más que carismáticos, una factura impecable, pero sobre todo unos protagonistas absolutamente brillantes, hicieron de esta serie una joya inesperada e inmortal.
Escrito por Berta F. Del Castillo.
'The Good Wife' (CBS, 2009-2016)
En la imponente lista de personajes femeninos esenciales que nos ha regalado la ficción televisiva, especialmente destacada en lo que respecta a las últimas dos décadas, Alicia Florrick juega un papel fundamental. Más allá de ser una de las intocables, y con toda la razón del mundo, la protagonista de la excelsa 'The Good Wife' consiguió liderar de manera absolutamente ejemplar una serie que, capítulo a capítulo, temporada a temporada, crecía de una manera apasionante. Una evolución, de personaje y serie, que habría sido completamente imposible sin la complicidad y el talento de Julianna Margulies.
Ella era la estrella de un reparto en el que también jugaban un papel fundamental intérpretes de la talla de Christine Baranski, Chris Noth, Alan Cumming y Josh Charles, entre muchos otros, a los que había que sumar además un catálogo de ilustres secundarios de quitarse el sombrero. Piezas brillantes de un tablero televisivo creado por Robert y Michelle King que combinaba con envidiable capacidad, un ritmo de infarto y diálogos de ovación cerrada, todo ello impregnado por un aroma de pura elegancia, la intriga judicial, el drama romántico y la screwball comedy más clásica. En definitiva, seguimos rendidos a los pies de 'The Good Wife'.
PD: De acuerdo, la serie se estrenó en septiembre de 2009, pero llegó a España en 2010. Se vale.
Escrito por Alberto Frutos.
'Girls' (HBO, 2012-2017)
Lena Dunham irrumpió en televisión en 2012 autoproclamándose como "la voz de una generación" a través de Hannah Horvath, su personaje en 'Girls', serie de HBO creada, escrita, producida y protagonizada por ella misma que se ganó el apelativo de "la 'Sexo en Nueva York' millennial", antes de descubrir que en realidad era la anti-'Sexo en Nueva York'. Después de seis temporadas en antena, 'Girls' será recordada por muchos como la serie en la que Dunham se desnudaba en casi todos los capítulos, así como por el rancio debate de si debía hacerlo o no. Pero más allá de esto, la ficción de HBO puede presumir de ser uno de los retratos más incisivos, autocríticos y trascendentales de la generación millennial, una serie divertida pero amarga y llena de verdades incómodas sobre cuatro amigas que en realidad nunca fueron amigas. 'Girls' siempre tuvo índices de audiencia muy bajos, pero de alguna manera se las arregló para estar siempre presente en la conversación seriéfila. Aunque no fuera por lo buena que era, sino por las controversias que generaba.
Escrito por Pedro J. García.
'The Americans' (FX, 2013-2018)
¿Sueñan los espías rusos con el modo de vida americano? Esa es una de las preguntas más importantes que se hace 'The Americans'. El drama de FX creado por Joe Weisberg (exagente de la CIA, y se nota) nos enseñó que los miembros de la KGB también tienen sentimientos. A lo largo de seis temporadas asistimos a las dudas, las mentiras y los malabares emocionales que el matrimonio Jennings debe realizar para ocultar a todos a su alrededor que en realidad trabajan para el gobierno soviético. Y ese todos incluye no solo a un vecino de la CIA, sino también a sus propios hijos.
'The Americans' es un estupendo thriller repleto de pelucas y prótesis imposibles. Una serie que aborda la complejidad de la Guerra Fría desde ambas partes, apuntando también a la falta de escrúpulos americana. Pero sobre todo es un drama que estudia las diferencias y semejanzas entre lo que somos, lo que fingimos ser y aquello en lo que nos gustaría convertirnos. Todo ello impulsado por las portentosas interpretaciones de Keri Russel y Matthew Rhys, cuyo romance en la vida real añade una capa más a este infinito juego de roles e identidades.
Escrito por Guillermo Hormigo.
'Juego de Tronos' (HBO, 2011-2019)
Si hay una serie que haya marcado esta década, ésa es 'Juego de Tronos'. Lo que comenzó como un cuento de fantasía más con aires a 'El Señor de los Anillos' muy pronto se convirtió en un fenómeno mundial y con sello propio. Una serie cuyos personajes y las intrigas políticas que los rodeaban parecían estar muy por encima de la espectacularidad (que no era poca) de un mundo habitado por dragones y Caminantes Blancos.
Sin embargo, conforme 'Juego de Tronos' se fue alejando de las novelas de George R.R. Martin, esta espectacularidad creció en detrimento de una evolución de los personajes que nos habían atrapado desde el principio. Las conspiraciones y traiciones dejaron paso a las grandes batallas y todo ello desembocó en un final más que insatisfactorio para muchos fans. Muchos podrán ver sus esperanzas devueltas en la literatura (si es que alguna vez llegan a terminarse), mientras que el resto siempre podrá quedarse con el precioso recuerdo de aquellas noches pegado a la pantalla y con el corazón en un puño tras ver el logo de la HBO, pensando en qué personaje acabaría su guardia esa noche.
Escrito por David Pardillos.
'Fleabag' (BBC, Amazon Prime Video, 2016-2019)
Hombre, ateo y sin demasiado cariño por los británicos. Que sea el responsable de escribir estos párrafos es un clásico "os preguntaréis cómo he llegado hasta aquí". Pero que no me juzgue con su mirada Phoebe Waller-Bridge rompiendo la cuarta pared. Lo digo porque quizá esa es la mayor virtud de 'Fleabag', una comedia tan universal en los temas que trata y tan sincera en la forma de hacerlo que por mucha que sea la distancia personal es casi imposible no conectar emocionalmente con las desventuras de esta treintañera londinense.
La serie de BBC Three y Amazon Prime Video estudia en solo dos temporadas, pero qué dos temporadas, todo tipo de asuntos que definen la precariedad laboral y emocional de la generación millenial. A lo largo de sus doce episodios 'Fleabag' aborda la pérdida, los complejos lazos familiares, la reconfiguración del machismo en la sociedad, la inestabilidad sentimental o la religión (que se quite el papa de Jude Law porque el hot priest de Andrew Scott es el icono católico de la década televisiva). Todo ello se lo debemos a Phoebe Waller-Bridge, creadora también de la genial 'Killing Eve' y lo mejor que nos ha dado Reino Unido desde... lo mejor que nos ha dado Reino Unido.
Escrito por Guillermo Hormigo.
'BoJack Horseman' (Netflix, 2014-2020)
Hace seis años nadie habría dado un duro por una serie de animación sobre un caballo parlante. Y puede que en sus primeros episodios, 'BoJack Horseman' tampoco se anunciara como una de las obras de esta década más redondas sobre el trauma, ni la sátira (o crónica) más salvaje de Hollywood... pero es ambas cosas.
Escrita por Raphael Bob-Waksberg y dibujada por Lisa Hanawalt, 'BoJack Horseman' es una comedia divertidísima hasta que se vuelve un drama demoledor. Y después te provoca una carcajada cuando aún no has dejado de llorar. Y por el camino, los límites narrativos van desapareciendo y la serie va alcanzando niveles casi cubistas en su forma de contar qué demonios pasó en la vida de BoJack para que se haya convertido en el mayor hijo de puta de todo Los Ángeles. Pero hay más, porque cuando la era #MeToo coincide con la última etapa de la serie, Bob-Waksberg está centrándose en las consecuencias de los actos de BoJack en los que le rodean. ¿Víctima o verdugo? O ambas. En 'BoJack Horseman' nunca hay respuestas fáciles.
Escrito por Javier P. Martín.
'The Leftovers' (HBO, 2014-2017)
Creada por Damon Lindelof y Tom Perrotta (cuya novela homónima adaptaba la primera temporada), esta serie es una prueba fehaciente de que el arte de la ficción televisiva es un animal imprevisible, cambiante, que evoluciona y crece y se alimenta de todo lo que va encontrando a su paso.
Algunos nos enamoramos de su primera temporada, que mostraba un mundo en el que el 2% de la población humana desaparecía de repente de la faz de la Tierra (literalmente, personas desaparecieron ante sus seres queridos) y el resto tenía que seguir con sus vidas sin entender qué había ocurrido ni si volvería a pasar. Lindelof, Perrotta y su equipo de guionistas llevaron a cabo una magnífica exploración del luto, la culpa y el sentimiento religioso como forma de darle explicación a lo inexplicable. Es decir, que la vimos cuatro gatos.
Cuál fue la sorpresa de esos cuatro gatos cuando llegó una segunda temporada totalmente enloquecida, autoconsciente, que se alejaba del dramatismo de la primera sin deshacerse de su transcendencia y llevaba a extremos insospechados no solo los temas de la serie, sino también sus estructuras y recursos narrativos. En esa temporada, y en la aún mejor tercera y última, 'The Leftovers' se volvió libre, divertida y única; sin duda la mejor serie de la década, y la que más peso tendrá en los creadores de la siguiente.
Escrito por Javier P. Martín.