Dale una buena historia a James McAvoy y deja que todo explote. Apuesta sobre seguro, dale vía libre y confía en que, estando en sus manos, cualquier personaje llegará siempre al máximo de sus posibilidades. Es lo que tienen este tipo de actores, que el terreno sobre el que juegan es lo de menos, el gol por la mismísima escuadra es solamente una cuestión de tiempo. Y ahí está su trayectoria profesional para demostrarlo.
Por supuesto, no es oro todo lo que reluce en la filmografía del intérprete británico, pero en películas como las diez que se dan cita en este especial, el error brilla por su ausencia. McAvoy resultando divertido, desafiante, frágil, rudo, chulo, enamorado, tierno, encantador y sanguinario. Hablamos, en definitiva, de un actor capaz de conquistar a la cámara y hacer que ni ella ni el público seamos capaces de apartar la mirada de su presencia.
En la actualidad, McAvoy continúa sorprendiéndonos con trabajos de un nivel y precisión altísimos, incluyendo auténticos tour de forces al alcance de muy pocos. Un conjunto de interpretaciones que le sitúan, sin lugar a dudas, entre los mejores actores de su generación.
Mejores papeles de James McAvoy
'El último rey de Escocia'
De acuerdo, está claro que 'El último rey de Escocia' funciona, sobre todo, como festival interpretativo de nervio, garra y capacidad atronadora de intimidación por parte de Forest Whitaker. Sin embargo, no conviene restar mérito, ni mucho menos, a un valiente James McAvoy capaz de plantar cara a una auténtica bestia desatada. Así, la espléndida película de Kevin Macdonald se mueve constantemente al ritmo de dos intérpretes en permanente estado de ebullición, sudorosos y entregados en cuerpo y alma a sus respectivos personajes. Ni tan débil ni tan fuerte. Equilibrio.
'Expiación: más allá de la pasión'
Dirección, montaje, banda sonora, fotografía, interpretaciones, guion... todo en 'Expiación: más allá de la pasión' explotaba por completo ante la mirada de un espectador que no podía hacer otra cosa que aplaudir cada decisión visual, emocionarse ante cada nuevo giro dramático y, finalmente, quedar profundamente conmovido frente a una historia de altísimo calado emocional. Entre todos los factores culpables de este triunfo se encuentra, evidentemente, el trabajo de un fabuloso James McAvoy. Su interpretación y química con una maravillosa Keira Knightley es una de las razones mayúsculas para seguir celebrando por todo lo alto este triunfo cinematográfico de primer nivel.
'Wanted (Se busca)'
Tras la intensidad dramática de la excelsa 'Expiación: más allá de la pasión', James McAvoy decidió cambiar por completo de registro con una cinta de acción explosiva y vertiginosa: 'Wanted (Se busca)'. Adaptación a la gran pantalla del cómic firmado por J.G. Jones y Mark Millar, esta locura dirigida con envidiable nervio por Timur Bekmambetov, cineasta al que, por otra parte, no ha vuelto a presentar una película aceptable desde entonces, se sirve de un pletórico McAvoy, una hipnótica Angelina Jolie y un divertido Morgan Freeman para construir un entretenimiento que no ofrece descanso alguno al espectador. De hecho, estamos ante una de esas propuestas que explotan con la fuerza de un in crescendo constante. Palomitas por los aires. Y todos contentos.
'X-Men: Primera generación'
Después de que el universo cinematográfico de los X-Men tocara el más bajo de los fondos con la desastrosa 'X-Men Orígenes: Lobezno', la saga resucitó de la manera más inesperada, brillante y luminosa posible con la enérgica 'X-Men: Primera generación'. Película dirigida por un Matthew Vaughn que llegaba a la franquicia después de la genial 'Kick-Ass: Listo para machacar' y que entendió a la perfección lo que necesitaba la historia, especialmente en lo relacionado a un tono y un ritmo mucho más cercano al divertimento que a la intensidad superhéroica desmedida.
De esta forma, y con un reparto cinco estrellas donde brillaban con especial intensidad James McAvoy y Michael Fassbender en los papeles de Charles Xavier y Erik Lehnsherr (Magneto), 'X-Men: Primera generación' conseguía inyectar auténtica vida a los mutantes, convirtiéndose de manera automática en una de las mejores entregas de la saga. Y con diferencia.
'Filth, el sucio'
Aunque esta adaptación cinematográfica de la novela de Irvine Welsh cuente con un alto número de problemas de ritmo, además de evidentes excesos de autoconsciencia y pretensiones de provocar al espectador de la manera menos sutil posible, no se puede negar un acierto tan espectacular como el que supone la elección de James McAvoy como protagonista absoluto. Y es que, a pesar de estar ante una de sus películas menos memorables, 'Filth, el sucio' cuenta con una de las interpretaciones más incontestables, apasionantes y redondas de la trayectoria del actor británico, auténtico motor de la cinta. McAvoy poniendo toda la carne en el asador. Arrasando sin piedad. Elevando lo mediocre.
'Trance'
'Trance' ofrece todo lo que se puede esperar de ella, es decir, un estupendo thriller desenfadado, trepidante, sorprendente y, afortunadamente, alejado de la característica ambición desmedida de su director, Danny Boyle, por ser el más guay de la clase. Con un reparto liderado por James McAvoy y Rosario Dawson, impecables de inicio a fin, 'Trance' funciona de manera más que solvente como entretenimiento narrado con estilo, precisión y la dosis justa de energía para mantener la atención del espectador en todo momento. No hay nada memorable en ella, de acuerdo, pero sus poco más de noventa minutos pasan en un suspiro.
'Múltiple'
'Múltiple' supuso la resurrección definitiva de ese genio amado y odiado a partes iguales llamado M. Night Shyamalan y, además, la confirmación del talento inconmensurable de James McAvoy. A través de uno de esos personajes con esencia de regalo envenenado para cualquier actor, por lo apetecible de su fondo, pero lo complicadísimo de su forma, el británico ofrecía aquí un auténtico recital, controlando una criatura que parecía incontrolable, encontrando el equilibrio en medio del caos, completando, en definitiva, una interpretación que funcionaba a las mil maravillas en su condición de puro impacto. 23 personalidades diferentes. Un actor en estado de gracia. Un trabajo memorable.
PD: Por si había quedado alguna duda al respecto, en la magnífica 'Glass (Cristal)', McAvoy repetía triunfo incontestable.
'Atómica'
Una película que se abre y se cierra con una canción de David Bowie, de primeras, ya parte con varios kilómetros de ventaja frente al resto. Si a este pequeño gran detalle le sumamos una Charlize Theron espectacular en su papel de implacable espía con tantas caras como ganas de pelear cuerpo a cuerpo, un estupendamente desatado James McAvoy y algunas de las mejores escenas de acción que hemos visto en el cine en los últimos años, las cuentas solamente pueden dar como resultado un triunfo. Y eso es 'Atómica'.
Su trama, mucho menos compleja de lo que la propia película se cree, se empeña en complicar lo sencillo y aportar profundidad a lo liviano, pero el estilo que desprende cada fotograma, la precisión de su reparto y ese maldito plano secuencia, tan gratuito como espectacular, que nos obliga a aplaudir con las orejas, deja poco terreno a la decepción. Joya.
'Bailo por dentro'
El primer gran trabajo interpretativo de James McAvoy lo encontramos en 'Bailo por dentro', una propuesta que, al menos sobre el papel, tenía todo para resultar lacrimógena y estar poblada de lugares comunes y tópicos relacionados con ese melodrama subrayado que caracteriza a la mayoría de películas relacionadas con la discapacidad.
Sin embargo, la cinta dirigida por Damien O'Donnell, responsable de la también recomendable 'Oriente es oriente', se las apañaba para esquivar las balas del almíbar y el tremendismo consiguiendo un ejemplar equilibrio entre la honestidad y la sensibilidad menos forzada. Ayudaba de manera considerable un magnífico McAvoy y su química con el no menos extraordinario Steven Robertson. La amistad entre sus personajes es ese elemento diferenciador que convierte a 'Bailo por dentro' en una película por descubrir, valorar y disfrutar una y otra vez.
'La desaparición de Eleanor Rigby'
Pensada y presentada originalmente como dos películas, cada una de ellas destinadas a ofrecer el punto de vista de sus protagonistas sobre la propia historia, 'La desaparición de Eleanor Rigby' llegó finalmente a la cartelera unificada en una sola cinta que, de forma más o menos acertada, trataba de condensar todo el material en dos horas. Lastrada por esa visión retocada y obligada por las exigencias del siempre temible guion de la búsqueda de premios, este romance mucho más interesado en los silencios y las miradas que en las grandes declaraciones de amor encontraba en las interpretaciones de James McAvoy y Jessica Chastain la mejor de sus cartas. Dos trabajos de una delicadeza exquisita que engrandecían una película que, en cualquier caso, conviene disfrutar en su concepción original.