El truco es tan sencillo como atrevido, tan (aparentemente) simple como arriesgado, tan contundente como valiente: gastar poco, poquísimo, y recaudar mucho, muchísimo. Esa es la filosofía, el objetivo principal y la manera de trabajar de Blumhouse, una de las productoras más importantes que podemos encontrar dentro de la maquinaria actual de Hollywood. Un estudio que apuesta por trabajos pequeños y que observa, con la calculadora en la mano, la forma en la que destrozan taquillas en medio mundo desde el mismo día de su estreno.
Su líder, Jason Blum, y su equipo han sido capaces de resucitar viejas franquicias y convertirlas en auténticos hitos comerciales, rescatar a cineastas que parecían perdidos y activar con una fuerza insospechada sus trayectorias, convertir austeras propuestas de terror en fenómenos que sobrepasan lo estrictamente cinematográfico. Y todo, absolutamente todo, manteniendo siempre la cabeza fría y escapando de la cifra extra. No siempre les ha salido bien la jugada, evidentemente, pero las estadísticas entre victorias y derrotas dejan poco margen a la duda: Blum y los suyos saben lo que hacen. O tienen más suerte que nadie en la industria.
En este especial, y mirando mucho más allá de lo relacionado con los resultados comerciales, repasamos las diez mejores películas producidas por Blumhouse que hemos tenido la suerte de disfrutar. Propuestas que han ido creciendo en el tiempo hasta convertirse, en algunos casos, en pequeños grandes clásicos contemporáneos y que, aunque muchos no lo esperan, no están relacionadas solamente con el terror o el thriller, géneros con los que se suele relacionar normalmente a la compañía. Bienvenidos al legado Blumhouse.
Las 10 mejores películas de Blumhouse
'Paranormal Activity'
¿Qué niveles de éxito puede alcanzar un sleeper? 'Paranormal Activity' es la respuesta. Una broma macabra que se anticipó a los sustos marca YouTube y que reinó en la taquilla mundial de manera asombrosa durante un año 2007 que no encontró fenómenos cinematográficos mucho más grandes. Steven Spielberg, el más listo de la clase, entendió el filón que tenía entre manos y accedió a distribuir una película que, por otro lado, Paramount y Blumhouse ya habían convertido en viral gracias a una campaña online en la que prometía estrenarla en más cines si así lo pedían los internautas. Miles de usuarios hicieron el trabajo de marketing restante.
El boca-oreja se multiplicó hasta hacer de 'Paranormal Activity' esa película que tenías que ver sí o sí, una experiencia que conseguía exprimir su esencia de la mejor manera posible. A su notable primera entrega se han ido sumando secuelas y secuelas que han perdido el factor sorpresa, pero que, al menos, nos han regalado algunos sustos efectivos. Y eso es a lo que veníamos. Nosotros y el resto del mundo que lanzó por los aires sus palomitas hace más de una década.
'La noche de Halloween'
Cuatro décadas y decenas de terribles secuelas después, Michael Myers regresaba a lo grande con 'La noche de Halloween', tributo y reformulación del inolvidable clásico firmado por John Carpenter en 1978. Partiendo de una historia estructurada sobre los hombros de una incombustible Jamie Lee Curtis, esta nueva entrega dirigida por un inspirado David Gordon Green lograba algo tan complicado como mantener intactas las virtudes más destacadas de la saga, con su memorable villano principal a la cabeza, sin dejar por ello de crear nuevas escenas e imágenes realmente inquietantes y perturbadoras. No había nada especialmente nuevo en ella, de acuerdo, pero su visionado aseguraba un maravilloso viaje hasta un modelo de cine de terror que parecía ya olvidado. Un regreso triunfal que, afortunadamente, también contó con el aplauso unánime de crítica y público.
'The Purge: La noche de las bestias'
'The Purge: La noche de las bestias' tenía tantas posibilidades de ofrecer algo realmente interesante que no quedaba otra opción, una vez vista la película, que lamentarse ligeramente por lo que pudo ser y finalmente fue: la versión fast food, facilona y tontorrona de 'Funny Games', la obra maestra de Michael Haneke, mezclada con algo de película de sobremesa.
Es imposible aburrirse con ella, mantiene una tensión considerable y guarda un par de ases en forma de sustos de los de toda la vida que le permiten salir, más o menos, victoriosa de lo que podría haber sido un desastre mayúsculo, pero nunca va más allá del entretenimiento efectivo. Eso sí, si entramos en comparaciones con todas y cada una de las secuelas, serie de televisión incluida, que se le han ido sumando con los años, 'The Purge: La noche de las bestias' es, más o menos, un monumento cinematográfico de primer nivel.
'Insidious'
Antes de que 'Expediente Warren' confirmara a James Wan como uno de los directores más interesantes, virtuosos y conocedores del terror cinematográfico de los últimos años, la primera entrega de 'Insidious', más humilde y sencilla en su concepción y desarrollo, ya había dejado un número suficiente de pistas para empezar a intuir y justificar el entusiasmo.
Porque siempre es bueno encontrarse con una cinta de terror que asusta, que te hace dar saltos en la butaca y volver a casa encendiendo todas las luces que encuentras por el camino, pero es que, además, aquí Wan conseguía todo eso a través de la nostalgia, del homenaje honesto y entregado a algunos de los grandes clásicos y referentes del género. Y es que, al final, resultó que el truco no estaba en la sangre, en las tres dimensiones o en los remakes, no, el logro más importante y codiciado se basaba en conseguir que todos los miedos universales y los viejos trucos, puertas que se abren, ruidos desconocidos o sombras inquietantes, parecieran nuevos. Un pequeño gran clásico del terror contemporáneo.
'Whiplash'
Veamos la cara más positiva del salto del cortometraje al largo. 'Whiplash', dirigida y escrita por Damien Chazelle, llegaba a nuestras vidas en 2013 con una duración de poco más que quince minutos, contándonos la historia de un joven batería con dosis extra de ambición y que sueña con formar parte de la orquesta de jazz de un prestigioso conservatorio. El resultado era tan potente como un solo de batería incombustible, lo que causó una recepción entusiasta en el Festival de Sundance, consiguiendo el premio al Mejor Cortometraje y facilitando la financiación de su adaptación al largo.
Así, un año más tarde llegaba a las carteleras 'Whiplash', de nuevo con un J.K. Simmons en el reparto que engrandecía a un personaje que olía a icono cinematográfico desde su primera aparición, y se convertía en la película revelación de 2014, consiguiendo cinco nominaciones a los Oscar, incluyendo Mejor película, de las cuales convirtió en estatuilla las correspondientes a Mejor montaje, sonido y, claro, actor secundario. Un clásico contemporáneo que elevaba su propia naturaleza y nos dejaba extasiados en la butaca. Una obra maestra. La mejor película firmada con la marca Blumhouse hasta la fecha.
'Creep'
Dirigida por Patrick Brice, protagonizada por Mark Duplass y escrito por ambos, 'Creep' es una de esas rarezas que engrandecen el catálogo de Blumhouse. Bajo un formato de metraje encontrado, género siempre peligroso por su facilidad para el error visual y narrativo, esta historia de cabañas perdidas, miradas perturbadoras y sustos de tremenda efectividad, consigue elevarse entre la multitud gracias a un personaje protagonista absolutamente memorable capaz de mantener la tensión e inquietud del espectador en constante vibración. Un logro que, por otra parte, habría sido imposible de conseguir sin la entrega y talento que demuestra un Duplass pletórico de inicio a fin. En definitiva, una joya escondida que merece la pena descubrir y que, por si fuera poco, finaliza con uno de esos epílogos que se marcan a fuego en la memoria.
'Múltiple'
Partiendo de la base más tradicional del thriller de secuestros, M. Night Shyamalan desarrolló en 'Múltiple' todas sus estrategias narrativas para plantear numerosos interrogantes, provocar las dudas y desconfianzas en el espectador y, de nuevo, dar un (memorable) puñetazo sobre la mesa en el último suspiro. Hasta ese espectacular epílogo, que es ya uno de los grandes momentos de su trayectoria, Shyamalan deslumbraba con una dirección y una puesta en escena tan inteligentes como comedidas, sobresaliente en su construcción de planos imposibles y sugerentes que funcionan como un reloj.
Un estupendo trabajo que encontraba su mejor cómplice en la interpretación protagonista de James McAvoy. Acompañado por una hipnótica Anya Taylor-Joy, el protagonista de 'Expiación: más allá de la pasión' ofrecía un auténtico recital, controlando un personaje que parecía incontrolable, encontrando el equilibrio en medio del caos y entregando, en definitiva, una interpretación histórica de puro impacto. Una combinación perfecta entre actor y director sobre la que se estructuraba una historia que, pese a la aparente sencillez de sus primeros pasos y la valentía temeraria de sus últimos compases, redefinía por completo su esencia con un epílogo inolvidable.
'Déjame salir'
Si algo deja claro una película como 'Déjame salir' desde un primer visionado es que tiene un tipo al volante que sabe perfectamente la historia que está contando y, lo más importante, el modo en el que quiere contarla. Jordan Peele ya había demostrado su inmenso talento en la comedia gracias a la brillante 'Key & Peele', pero pocos, por no decir nadie, podíamos esperar un debut cinematográfico tan aplaudido, atrevido, sorprendente y exitoso.
Estamos ante una cinta capaz de combinar de manera notable el terror con la denuncia social, decorando numerosos recovecos de su historia con un sentido del humor ácido e irónico que termina de redondear un conjunto capaz de entusiasmar a todo tipo de público, incluido el que no comulga demasiado con el género. Uno de los debuts más impactantes de la última década en Hollywood.
'El regalo'
Después de un par de cortos más o menos interesantes, el actor Joel Edgerton se lanzaba de lleno al mundo del largometraje como director con 'El regalo', un debut que se situaba por encima del notable gracias a su envidiable facilidad para manejar la tensión y, sobre todo, para equilibrar sus múltiples giros y sorpresas. Y es que, más allá de su solida puesta en escena, su modélico ritmo y su estupendo trío protagonista, con mención especial para un espectacular Jason Bateman, 'El regalo' destaca por la intriga medida y controlada de una historia que, además, da pie al siempre interesante debate posterior, reflexión que requiere tanta complicidad por parte del espectador como valentía. Más que recomendable.
'Ouija: El origen del mal'
Dos años después de su decepcionante primera entrega, 'Ouija: El origen del mal' llegaba para hacer saltar por los aires cualquier tipo de expectativa, duda o prejuicio. ¿Principal culpable? Mike Flanagan, un tipo que, proyecto a proyecto, está empezando a consolidar seriamente su condición de cineasta referente del género en su etapa más contemporánea y que, en esta ocasión, no solamente hacía olvidar por completo a la fallida película predecesora, superándola en todo, sino que, además, firmaba un vibrante ejercicio de (terrorífico) estilo que conseguía asustar, entretener, emocionar y divertir a partes iguales. Una victoria que sabía todavía mejor por la ausencia total de esperanzas previas en ella. Otro ejemplo más para derrotar el tópico de que segundas partes nunca fueron buenas.