Nacido en Japón en 1960, Takashi Miike fue alumno de la prestigiosa Academia de Artes Visuales de Yokohama y, desde principios de los años noventa, se empezó a posicionar como uno de los cineastas más controvertidos del panorama cinematográfico japonés.
Con más de cien títulos dirigidos a sus espaldas en menos de tres décadas (debutó en 1991), entre los que se incluyen desde largometrajes (no es raro que dirija entre dos y tres títulos cada año) a propuestas para televisión, pasando por cortos, miniseries y telefilms, la figura de Miike ha logrado consagrarse con el paso de los años como una de las más respetadas dentro del cine fantástico a nivel mundial. Empezando a ser conocido en Occidente en el cambio de siglo, fueron sus aportaciones al J-Horror ('Audition', 'Llamada perdida') las que le encumbraron como Maestro del Horror junto a otros coetáneos suyos como Hideo Nakata ('The Ring: El círculo'), Takashi Shimizu ('La maldición') o Kiyoshi Kurosawa ('Pulse (Kairo)').
Realizador todoterreno
Miike, entusiasta del fantástico y de la irreverencia como sello personal con el que ha logrado hacerse con legiones de fans en todo el mundo, es ovacionado a su paso por los festivales de medio mundo y, por loco que parezca, su nombre aún suena desconocido para gran parte del público. Su eclecticismo tan pronto le hace dirigir una de las mejores obras sobre samuráis de los últimos tiempos ('13 Asesinos'), como se vuelve absolutamente demencial a la hora de presentarnos historias sobre yakuzas, venganzas y gore ('Ichi the killer') o nos presenta a un equipo de héroes luchando contra cucarachas gigantes ('Terra Formars').
En el presente especial, quien esto escribe realiza una pequeña selección (teniendo en cuenta la ingente cantidad de propuestas que han estado firmadas por Miike en los últimos años) de la obra del cineasta nipón, la cual sirve no solo como curioso ránking con las que muchos consideran algunas de sus mejores películas, sino que puede hacer las funciones también de guía de iniciación a un tipo de cine que, pese a los tiempos que corren, todavía está por descubrir para muchos.
Las imprescindibles de Takashi Miike
'Zebraman'
Si pensabas que el cine de superhéroes estaba ya explotado del todo, primero habría que poner el punto de mira en Japón y en como desde allí le llevan años de ventaja a Occidente en cuanto a la representación de dichos héroes en pantalla.
Era 2004 cuando Takashi Miike presentaba al mundo su particular (o en todo caso, una de ellas) aportación al cine de superhéroes con 'Zebraman', sobre un profesor aparentemente normal que vive obsesionado con Zebraman, su serie favorita de cuando era pequeño. Eso le llevará a que cada noche se dedique a elaborarse un traje igual que el que llevaba el protagonista de la serie con el fin de convertirse en un digno heredero de él.
'Llamada perdida'
En plena explosión del J-Horror por todo el mundo, era 2003 cuando Miike ponía su granito de arena en el cine kaidan con una de las propuestas más interesantes que nos llegaron por aquel entonces.
Heredera del espíritu de 'Ringu' y 'Kairo', con 'Llamada perdida' nos volvemos a encontrar con las nuevas tecnologías como método de difusión para una maldición que se transmitirá cual virus mortal. Fantasmas con negras cabelleras, venganzas implacables venidas desde el Más Allá y la sensación de que el mal que plantea Miike es algo puramente cósmico, son los principales elementos de uno de los grandes hitos del terror oriental contemporáneo, el cual contó con dos secuelas y un terrible remake yankee.
'Lesson of the Evil'
Basándose en la novela de Yûsuke Kishi, en 2012 Takashi Miike escribía y dirigía 'Lesson of the Evil', con la que volvía a adentrarse en el cine con psychokiller como protagonista.
El film nos presentaba a Hasumi Seiji (Hideaki Ito), un profesor con una vida aparentemente modélica, respetado por sus alumnos y con un matrimonio feliz, que en realidad es un asesino en serie que no puede evitar el satisfacer sus instintos más primarios. Debido a una serie de acontecimientos, y viendo como su futuro puede peligrar, decidirá acabar con todos sus alumnos, uno tras otro.
'As the Gods will'
Basándose en el manga de Akeji Fujimura y Muneyuki Kaneshiro, en 2014 Takashi Miike presentaba 'As the Gods will', título que exploraba el J-Horror en su vertiente más fantástica para llevarnos hasta un día en una escuela de secundaria, donde todo cambiará en el momento en el que al profesor le estalle la cabeza.
Será entonces cuando Shun Takahata y su mejor amiga Ichika Akimoto descubran que sus aburridas vidas pueden cambiar de forma repentina en el momento en el que se conviertan en partícipes de un macabro juego mortal de proporciones cósmicas, como si al planteamiento que nos presentaba 'Battle Royale' le incluyéramos toda una serie de delirantes elementos fantásticos propios del cine japonés.
'Huella (Masters of Horror)'
Cuando en el 2006 se decidió lanzar la serie 'Masters of Horror', pocos podían imaginar el escándalo que supondría aquel episodio dirigido por Takashi Miike. El serial, que se trataba de una antología de historias autoconclusivas dirigidas por nombres de la talla de Tobe Hooper, Dario Argento, Don Coscarelli, Stuart Gordon o John Carpenter, contó para su primera temporada con un nombre clave de la cinematografía nipona, el de Miike.
Adaptando una novela de Shimako Iwai, 'Huella' nos llevaba hasta un Japón rural al que un americano llegaba con la intención de reencontrarse con un antiguo amor. Mucho más allá de ese planteamiento plagado de tópicos y que rezuma a melodrama, el film contenía una de las escenas de tortura más bestias que se han podido ver en pantalla. Tal fue el nivel de sordidez, que se trató del único capítulo de la serie que no se atrevieron a emitir en televisión, llegando tan solo a los espectadores cuando se puso a la venta en su formato doméstico.
'13 Asesinos'
Remakeando 'The Thirteen Assassins' de Eiichi Kudo, en el 2010 Takashi Miike nos llevaba hasta el Japón feudal con una de sus obras más aplaudidas por la crítica.
Para ello, dejando claro su amor hacia el cine de samuráis y como si de una revisión de los cánones de Akira Kurosawa se tratase, '13 Asesinos' nos planteaba una historia de violencia en la que el samurái Shinzaemon Shimada es contratado por un oficial para que acabe con un peligroso Lord que ha puesto en jaque el territorio debido a su implacable sed de tiranía. Tras reunir a un equipo de guerreros, emprenderán el camino para acabar con ese temible nuevo señor del mal.
'Visitor Q'
Corría el año 2001 cuando Takashi Miike estrenaba 'Visitor Q', una de sus grandes piezas de culto.
A camino entre la comedia negra y la pura sátira, la película contaba como un antiguo reportero de televisión intenta reconstruir su futuro profesional. Para ello, y obsesionado con los fantasmas de su pasado que le hicieron caer en los más absolutos infiernos tras haber sufrido una brutal agresión por parte de unos jóvenes pandilleros, caerá en una espiral de violencia enfermiza donde la institución familiar será diseccionada en la más absoluta de sus oscuras vertientes.
Necrofilia, incesto, adicciones, obsesión y toda una serie de perversiones que traspasan los límites de toda moralidad, convertirán 'Visitor Q' en una de las piezas más descarnadas en la filmografía de Miike.
'Gozu. El camino a la locura'
Nadie mejor que Takashi Miike para jugar con los géneros a su antojo y presentarnos otra de las obras magnas en su filmografía: 'Gozu. El camino a la locura'.
Lo que parte como una historia sobre yakuzas y el crimen organizado en Japón, pronto tomará los senderos del horror y el surrealismo. Su historia parte de la orden que se le da Minami de acabar con la vida de su mentor, Ozaki. Tras aceptar el trabajo y descubrir que este no se encuentra en el mejor de sus estados mentales, todo dará un giro de 180 grados cuando el cuerpo de Ozaki desaparezca y el protagonista se empiece a encontrar con toda una serie de personajes extravagantes que bien podrían haber salido de la más terrible de las pesadillas. Culto indiscutible para una de las obras más potentes del J-Horror de principios de siglo.
'Ichi the killer'
Basándose en el manga de Hideo Yamamoto, en 2001 Miike presentaba al mundo 'Ichi the killer', film de culto que acabaría copando parte de las listas de películas más violentas de todos los tiempos.
La historia partía de la desaparición de un jefe yakuza, quien empezará a ser buscado por su mano derecha, un masoquista de nombre Kakihara, y el resto de miembros del clan. Pronto, descubrirán que la realidad es que el jefe ha sido asesinado por un demente llamado Ichi, el cual lidera un grupo de renegados por el mismo clan. El enfrentamiento sobrepasará todos los límites del gore, convirtiendo el film en uno de los que se convirtieron en clave del nuevo ultragore japonés, en la línea de obras de cineastas como Noboru Iguchi o Yoshihiro Nishimura.
'Audition'
Justo en el momento en el que el J-Horror empezaba a vivir su segunda era dorada, y cuando Occidente empezaba a ver el cine de género venido desde el lejano Oriente como una de las tendencias a seguir y tener en cuenta, Takashi Miike daba un golpe sobre la mesa con una de sus propuestas más viscerales, con la que dejó en shock a los espectadores (y a la crítica) de medio mundo.
Basada en una novela de Ryu Murakami y presentada cual thriller psicológico que no se cortará ni un pelo a la hora de tomar los derroteros de puro terror, 'Audition' se presentaba como un título en el que un solitario hombre decidía realizar un casting para una película ficticia. Su única intención era la de encontrar una esposa con la que compartir el resto de sus días y acabar con una soledad que le estaba matando por dentro. Sin embargo, no se llegará a imaginar lo que hay tras los planes de Asami Yamakazi, una bella y aparentemente modélica joven que ha respondido al casting y se ha presentado en su casa.