Hemos perdido la cuenta del número de películas que han aparecido en los últimos años dispuestas a presentarnos la historia de origen de un superhéroe o una superheroína. Y es normal. Hablamos de uno de los pocos géneros cinematográficos que se han mostrado infalibles a la hora de llevar al público en masa a las salas de cine, sobreviviendo incluso a situaciones tan límite como la de la pandemia motivada por el coronavirus.
La gente quiere seguir descubriendo a nuevos personajes que sumar a su equipo superheroico (y cinematográfico) de ensueño, acudiendo responsablemente a cada nueva llamada. Y poco importa que la plantilla de este tipo de propuestas de presentación de personajes sea básicamente la misma con muy pequeñas y ligeras variaciones, el interés no decae. Aunque, bueno, en algunas ocasiones pueda terminar en decepción total.
No es el caso, ni mucho menos, de las diez películas que conforman este especial. Todas ellas, sin excepción, lograron entusiasmarnos con sus tramas, divertirnos con sus conflictos argumentales, emocionarnos con sus sorpresas y, sobre todo, dejarnos con ganas de más aventuras lideradas por sus correspondientes protagonistas. Una serie de éxitos tanto comerciales como artísticos.
Las mejores películas de presentación de superhéroes
'Iron Man'
A priori, Robert Downey Jr. no parecía la opción más idónea para meterse en la piel de Tony Stark, es decir, 'Iron Man', en la que, además, debía ser la película encargada de activar a lo grande la primera fase del espectacular universo cinematográfico de sello Marvel. De hecho, los propios fanáticos del personaje creado por Stan Lee, vaya sorpresa, fueron contundentes (y pesadísimos) en sus quejas al respecto.
Todo eso, claro, hasta que se estrenó la película y comprobaron en primera persona como Downey Jr. era la elección perfecta. Recital de personalidad, ironía, sarcasmo, chulería, emoción y encanto irresistible por parte de un intérprete capaz de meterse a millones de espectadores en el bolsillo con un solo, que no simple, gesto. Stark y Downey Jr. eran uno. Y así será para siempre, hasta que la muerte (o un contrato) les separe.
'Batman'
Palabras mayores. El 'Batman' de Tim Burton es un claro ejemplo de ese tipo de película inoxidable capaz de mantener viva la llama de su talento, nervio, disfrute y gozo sin que el paso del tiempo siquiera la roce. El héroe de Gotham comenzó su andadura cinematográfica con uno de los éxitos más apabullantes de la década de los ochenta, combinando de manera admirable el triunfo comercial con la rotunda victoria artística.
Que el inolvidable Joker de Jack Nicholson no nos lleve a engaño: 'Batman' es una obra maestra por mucho más que su villano. Es un clásico incontestable porque todos y cada uno de los elementos que la conforman brillan al máximo nivel. Una película que engrandece al género de acción de los ochenta por sí sola.
'Wonder Woman'
'Wonder Woman' no fue un soplo de aire fresco dentro del hinchado, omnipresente, género supeheroico. Fue un tornado, un torbellino, una fascinante demostración de fuerza disfrazada de sencillez. Y viceversa. En unos tiempos en los que las carteleras de todo el mundo ya recibían una media de cinco o seis estrenos relacionados con personajes sacados de los tebeos más populares y reconocibles de la historia popular, una película tan vibrante, divertida y emocionante como la que crearon Patty Jenkins y Gal Gadot, con las mismas dosis de inmensa responsabilidad, solamente podía ser recibida con un entusiasmo más que justificado.
Y es que estamos ante una propuesta que, siendo en esencia otra historia de orígenes, consigue ser mucho más. Una aventura clásica, un thriller de espías, una comedia romántica llena de encanto y química, una espectacular película de acción y, por encima de todo, el descubrimiento y confirmación definitiva de un personaje y una actriz que llegaron para quedarse.
'Black Panther'
El rey de Wakanda consiguió poner de acuerdo tanto a crítica como a público e industria. Es lo que tienen los blockbusters modélicos, que, más allá de su contexto social y su indiscutible mensaje extracinematográfico, funcionan estupendamente tanto como potencial vehículo de entretenimiento masivo como en su condición de nitroglicerina para las expectativas. Con una espléndida dirección de Ryan Coogler al frente, escenas de acción deslumbrantes, un reparto muy atinado, en especial en lo que respecta a las actrices, una banda sonora de quitarse el sombrero y un nervio narrativo que andaba bastante perdido en las últimas entregas Marvel, 'Black Panther' se sitúa, con bastante facilidad, entre lo mejor que ha ofrecido el género superheroico en los últimos años.
'Doctor Strange (Doctor Extraño)'
Si hablamos en términos puramente visuales, 'Dr. Strange (Doctor Extraño)', obviemos la evidente traducción, es de lo mejor que ha salido nunca del Marvel cinematográfico, entregando decenas de imágenes en las que el vértigo se sucede y la hipnosis colectiva nunca decae. Si analizamos el resto de elementos, todo es más que notable, desde la perfección técnica que se le presumía, hasta la impecable banda sonora de ese genio llamado Michael Giacchino, pasando por un reparto cinco estrellas en el que destaca por méritos propios un Benedict Cumberbatch cuya presencia arrolladora en pantalla termina de convertir en una joya repleta de encanto y personalidad a un personaje que podría haber caído perfectamente en la parodia involuntaria.
Y esa misma sensación se puede adaptar al conjunto, porque, de primeras, 'Dr. Strange (Doctor Extraño)' tenía multitud de elementos que la podrían haber convertido en uno de los peores largometrajes del universo cinematográfico de Marvel, y sin embargo, estamos ante una de las mejores películas del estudio, repleta de acción, diversión y entretenimiento para los espectadores que comulguen con el género y aquellos que no suelen hacerlo con demasiada frecuencia.
'Watchmen'
Cuando cesó el eco de los aplausos y la locura colectiva despertada por '300', Zack Snyder dobló la apuesta sin salirse de los cómics. Cambiaba a Frank Miller por Alan Moore y 'Watchmen' aparecía destinada a levantar la eterna polémica entre los lectores que ven sacrilegio en cualquier movimiento relacionado con su obra favorita y aquellos que viven en permanente éxtasis al ver sus viñetas predilectas convertidas en (gran) cine. La opinión (casi) unánime que despertó el ejercito de Leónidas, no se repitió con este equipo de complejos superhéroes sumergidos en la oscuridad de una sociedad en permanente riesgo de explosión.
Muchos ven en ella una obra maestra, la adaptación definitiva de un cómic a la gran pantalla, la cima de Snyder. Otros, sin embargo, pasaron por la mayor decepción cinematográfica de los últimos años. Y ambos tenían razón. Genial durante muchos minutos de su excesiva duración (163 minutos), ridícula por momentos, siempre excesiva, 'Watchmen' es el particular iceberg de su director. Imponente, deslumbrante, desafiante.
'El protegido'
Cuando uno se sienta a ver una película con la firma de M. Night Shyamalan, siempre anda alerta por si alguna pista está cayendo por el camino, por si hay pequeñas migas de pan que nos lleven a encontrar la casa antes de que nos muestre la verdadera ruta, el destino más resplandeciente. 'El protegido', excelente película que se metía de cabeza en los dramas e inseguridades que habitan en la mente del superhéroe mucho antes de que Christopher Nolan pareciera inventarlo con su saga del hombre murciélago, llegaba después del fenómeno social y cinematográfico de 'El sexto sentido' como una declaración de intenciones. En esta ocasión, Shyamalan exigía más al espectador, apostaba por un ritmo mucho más lento e introspectivo, buscaba constantemente la poesía visual, la grandeza de las cosas más sencillas. Y lo conseguía. De paso, jugaba una vez más la última carta con toda la sabiduría del mundo.
Convirtiendo ese giro en epílogo, Shyamalan ofrecía la dimensión total de su mensaje, desvelaba todo el juego, conseguía épica a través de un apretón de manos, terminaba de dibujar definitivamente a sus dos personajes principales y dejaba surgir una emoción que solamente se intuía a lo largo del relato. La que para muchos, incluido el propio Shyamalan, es la mejor película de su filmografía, enseñaba que un giro final puede ser tan necesario para la historia como un prólogo o un hecho clave en su desarrollo. Las sorpresas no son siempre gratuitas. Y en esta obra maestra queda más que claro. Un clásico contemporáneo. Una de las mejores películas de lo que llevamos de siglo. Un universo propio que, sin nosotros si quiera intuirlo, nacía de la manera más excepcional posible.
'Los Increíbles'
El maravilloso homenaje a los superhéroes de andar por casa con el que Brad Bird deslumbró al mundo en 2004, 'Los Increíbles', era, por encima de todo, una carta de amor al género que, visto todo lo que vino después, fue un auténtico punto de inflexión, el comienzo real de un aluvión de personajes con superpoderes que han marcado de manera evidente la última década de cine.
Por eso resulta curioso comprobar cómo la historia que escribió Bird sigue manteniéndose en plena vigencia como una de esas cimas a las que muchas películas de la misma temática intentan acercarse con resultados desiguales. Una influencia mucho más presente de lo que pueda parecer de la mano de una obra maestra del entretenimiento, una pirueta visual y narrativa de primer orden.
'Darkman'
Las toneladas de genialidad demostradas por el siempre interesante Sam Raimi en sus adaptaciones cinematográfica de Spider-Man, especialmente en una 'Spider-Man 2' que sigue siendo una de las cimas incontestables del género, ya había tenido una predecesora maravillosa llamada 'Darkman'. Protagonizada por Liam Neeson y Frances McDormand, brillantes ambos, esta carta de amor al cine de superhéroes encontraba la mejor de sus virtudes en la cámara apasionada y apasionante de un director obsesionado con jugar siempre al máximo, poniendo toda la carne visual en un asador en permanente estado de ebullición.
Lo que queda, en definitiva, es un entretenimiento que no ofrece segundo alguno al respiro, consiguiendo evitar el riesgo del bostezo mediante el movimiento continuo, la energía imparable, el espectáculo constante y el estado de inspiración total de un Raimi que entrega aquí, sin lugar a dudas, uno de sus trabajos más memorables. Larga vida a 'Darkman'.
'Superman'
Superman, uno de los personajes estrella de la editorial DC también fue uno de los puntos de inflexión más brutales que vivió el género hace cuatro décadas, cuando Richard Donner estrenó una 'Superman' que sigue siendo a día de hoy una de las mejores y más emblemáticas películas de superhéroes de la historia.
Por supuesto, los tiempos han cambiado y aquel inocente y colorido universo que nos presentaron a finales de los años 70 se ha dejado influir (¿demasiado?) por el espíritu de su compañero Batman y ha terminado convertido en oscuridad y solemne dramatismo. Un error de cálculo que algunos han celebrado como valiente y necesario cambio de fondo y forma pero que ha supuesto algo similar a una traición para los numerosos fans del héroe llegado de Krypton. En cualquier caso, siempre nos quedará regresar a esta joya del entretenimiento protagonizada por un inolvidable Christopher Reeve, el mejor Superman de la historia del cine.