El cine tiene la magnífica habilidad de crear momentos únicos, inolvidables para el público, escenas míticas que logran grabarse en la cultura popular. ¿Quién puede olvidar esa icónica frase en la que Darth Vader le revela a Luke Skywalker que es su padre? ¿O quién puede olvidar el inicio de una bonita amistad entre Rick y el capitán Renault? Entre esas escenas, hay otras muchas en las que la muerte se convierte en una protagonista más.
Porque sí, la muerte de un personaje principal de una película suele ser uno de los momentos más memorables. Ya desde la infancia, el público ha podido ver una muerte difícil de olvidar, ¿quién no se acuerda de la madre de Bambi? Y a decir verdad, el hecho de morir puede desencadenar toda una película, el inicio y el final de 'Ciudadano Kane' es un buen ejemplo de ello.
La última exhalación en el cine
La muerte ha marcado a la propia historia del cine, numerosas películas a lo largo de las décadas han representado el último suspiro de un héroe protagonista, de un villano, de un familiar muy querido. Como el propio ciclo de la vida, la muerte es un elemento muy presente en el cine. Por causas naturales, por un asesinato, por un accidente, las causas son siempre variadas.
Aunque suene espectral, es momento de recordar 22 muertes muy memorables en el cine. Quizás no estén todas, pero sin duda, en este repaso estarán esas escenas inolvidables que han representado magníficamente el último adiós de alguien. Ordenadas en estricto sentido cronológico, es momento de mencionarlas.
Las muertes más memorables del cine
'King Kong' (1933)
Una de las primeras muertes famosas en el cine sonoro fue la del simio gigante King Kong. En 1933, se producía esta mítica película que mezclaba aventura, terror y género fantástico. La clásica historia de la bella y la bestia reformulada. El Empire State Building se hizo un hueco en la historia del cine con ese King Kong subido a él. Sin duda, el gorila gigante, víctima de una explotación en la que se le vendió casi como una rareza de circo, enamorado de una bella muchacha, desarraigado de su hábitat.
Su muerte, cayendo desde el mítico rascacielos, es una de las más recordadas del cine, al igual que evidencia, ya en 1933, cómo de devastadora puede ser la acción del ser humano en la propia naturaleza.
'Ciudadano Kane' (1941)
Considerada la mejor película de la historia por múltiples medios de reconocido prestigio, 'Ciudadano Kane' también deja una de las muertes más memorables del cine. El filme que revolucionó el lenguaje cinematográfico, crea un auténtico círculo alrededor de la muerte del magnate Charles Foster Kane. Desde el inicio, con el fallecimiento del millonario en su cama pronunciando "Rosebud" y dejando caer una bola de nieve de sus manos hasta el revelador final.
Sin duda, uno de los decesos más inolvidables del séptimo arte. Orson Welles creó un filme perfecto, desde esa triste muerte hasta el final desolador de un hombre que lo tuvo todo pero que no fue feliz.
'Bambi' (1942)
Aunque Disney sea una fábrica de sueños, también es un estudio con una increíble habilidad para crear muertes trágicas. El quinto clásico de la factoría, 'Bambi', fue el primero que narraba la trágica muerte de la madre de un protagonista. Realmente, el fatal destino de la progenitora del príncipe ciervo no se ve, pero se intuye. Para el público, es desgarrador ver cómo el pequeño Bambi, tras estar a salvo en el bosque, llama a su madre desesperadamente sin obtener respuesta. Una escena recordada en la que es imposible no derramar una lágrima.
'El crepúsculo de los dioses' (1950)
Entre las muertes más recordadas del cine, no sólo hay desgarradoras escenas de dolor y soledad, también hay sitio para los crímenes más terribles. El inicio ya lo anuncia, se ha cometido en un asesinato en una de las lujosas mansiones de la icónica Sunset Boulevard. La policía llega y encuentra el cadáver de Joe Gillis, un guionista venido a menos. A partir de ese momento, se relata cómo se llegó hasta ese fatal desenlace. Escena espeluznante que desemboca en un relato decadente nada complaciente con la industria hollywoodiense.
Con una Gloria Swanson portentosa, el crimen, junto con la escena final en la que Norma Desmond es llevada a dependencias policiales, sin duda, quedaron grabados en la mente del público.
'Marcelino, pan y vino' (1954)
En el cine español ha habido también muchas muertes memorables, ejemplo de ello son filmes como 'Muerte de un ciclista', 'Viridiana' o 'Amantes'. Sin embargo, entre las más sentidas está la de 'Marcelino, pan y vino'. Producida en 1954, año en el que España aún sufría las consecuencias de la Guerra Civil y el cine era propagandístico, surgió el milagro, nunca mejor dicho.
Filme religioso, 'Marcelino, pan y vino' logró una mención especial en el Festival de Cannes y el Oso de Plata en la Berlinale. La mística parábola sobre la felicidad es también la triste historia de un huérfano que sólo desea reunirse con su madre. Una muerte dolorosa propia de un relato de Hans Christian Andersen.
'Psicosis' (1960)
Otro de los crímenes más recordados del cine es el de 'Psicosis', la obra maestra de Alfred Hitchcock. Nadie hubiera podido pensar que la protagonista de la película, Marion Crane (Janet Leigh) podría morir justo en la mitad del metraje, asesinada a puñaladas en la ducha. Escena mítica, sobre todo por la calculada coreografía que gira en torno a ella.
Una mujer mayor asesta puñaladas a la indefensa víctima, ella grita y cuando está a punto de caer, rasga la cortina de ducha y cae sobre el borde de la bañera. Un plano muestra cómo el agua del grifo sigue funcionando y mezcla con la sangre antes de irse por el desagüe. Tras ello, un primer plano de la mirada de Marion muerta. Escena mítica imposible de olvidar.
'Muerte en Venecia' (1971)
En 1971, Luchino Visconti realizó una de sus grandes obras maestras. 'Muerte en Venecia' representa muy bien el concepto de belleza perfecta y pura que expuso Platón en obras suyas como 'El banquete'. El compositor Gustav von Aschenbach (Dirk Bogarde), víctima de una depresión severa, viaja a Venecia para poder descansar del bullicio de su Múnich natal. Allí se queda prendado de la belleza de Tadzio, un adolescente polaco que también se hospeda, junto con su familia, en un lujoso hotel de la isla del Lido.
Hipnotizado por su belleza, Aschenach se obsesionará, se enamorará, del delicado efebo. Espiándolo, apreciando su hermosura, el decadente compositor morirá contemplando la más pura belleza. Una escena mítica, trágica, poética, operística, una de las mejores filmadas por el maestro Visconti.
'El Padrino' (1972)
'El Padrino' dejó muchas muertes míticas, entre ellas la del propio Don Vito (Marlon Brando) o las de los cuatro Dones de las familias rivales de los Corleone. Una de las más impactantes es la de Sonny Corleone (James Caan), el hijo de mayor de Don Vito. De carácter temperamental, muere acribillado después de que su cuñado Carlo lo traicionase.
Su muerte resulta fundamental, ya que es la que provoca que Michael Corleone (Al Pacino) empiece a ejecutar su venganza y su transformación en el nuevo Padrino.
'El último tango en París' (1972)
El mismo año en que Marlon Brando se convertía en el mafioso más reconocido de la historia del cine, también se metió en la piel de Paul, un cuarentón recién enviudado, amargado y deprimido que viaja a París, donde tendrá un sórdido romance con Jeanne (Maria Schneider), una actriz amateur de apenas 20 años. Sin saber sus identidades, los dos tendrán fuertes y salvajes encuentros sexuales en un apartamento vacío.
La relación empezará a tornarse demasiado violenta, hasta tal punto que ambos se abandonan. Es cuando Paul quiere conocer la identidad de la muchacha, el momento en el que ella lo mata de un disparo. Junto con las escenas de sexo en el piso vacío y la de la polémica mantequilla, el fatal destino del personaje de Marlon Brando es uno de los más recordados, ya que después del disparo, se puede ver a ese atormentado hombre yacer en un balcón y a una joven ejecutando su vendetta.
'Tiburón' (1975)
El clásico de terror dirigido por Steven Spielberg tiene una de las muertes más espantosas que se recuerda en el cine. Quint (Robert Shaw), un experto en tiburones, ayuda a Martin Brody (Roy Scheider), policía de Amity Island, y Matt Hooper (Richard Dreyfuss), biólogo marino, en la caza y muerte del terrible tiburón que ha causado terror en la zona.
Sin embargo, Quint morirá devorado por el tiburón, dejando una escena repleta de sangre que se convirtió en una de las más recordadas de la película, especialmente por la fuerte carga emocional que tuvo.
'El imperio de los sentidos' (1976)
Una de las películas eróticas más polémicas de la historia, prohibida originalmente en varios países por sus escenas de sexo real, narra un hecho que sucedió en verdad, el de Sada Abe (Eiko Matsuda) una mujer que trabaja de doncella en un hotel y que inicia una aventura libidinosa con el propietario del hospedaje, Kichizo Ishida (Tatsuya Fuji).
Tras convertirse en amantes, ambos empezarán a desear mayor intensidad en sus relaciones sexuales, dejando una escena de muerte impactante y espeluznante, en la que los límites del placer se sobrepasan. Lo más horripilante, es que se trata de un asesinato real.
'Alien, el octavo pasajero' (1979)
No podía faltar una de las más muertes más sorprendentes y escabrosas del cine. Clásico de la ciencia ficción, 'Alien, el octavo pasajero' impactó a todo el mundo con la primera aparición del Xenomorfo, cobrándose a su primera víctima, Kane (John Hurt). Tras sufrir un ataque en la cara por un ser misterioso, parece que no ha pasado, finalmente, nada. Sin embargo, tanto el resto de la tripulación del Nostromo como los espectadores vieron cómo una larva salía despedida del pecho del pobre Kane, matándolo en el acto.
Por primera vez se presentaba ante el público una de las figuras más espeluznantes del cine y que derivó en una amplia saga cinematográfica.
'Acapolypse Now' (1979)
Junto con 'El Padrino' y 'El último tango en París', Marlon Brando sumó otra muerte memorable, la del Coronel Kurtz en 'Apocalypse Now', la obra maestra de Francis Ford Coppola. Asesinado a machetazos por el capitán Willard (Martin Sheen). En dicha escena, Kurtz está grabando uno de sus discursos cuando Willard lo asesina. Combinando el ataque al coronel con el sacrificio de un caribú, memorables son también las últimas palabras del personaje: "El horror, el horror".
'Blade Runner' (1982)
Ridley Scott es un experto en crear despedidas memorables, junto con 'Alien, el octavo pasajero', otro filme es 'Blade Runner'. La muerte del replicante Roy Batty (Rutger Hauer) es una de las más sentidas por el público, dejando un monólogo digno de pertenecer a una adaptación de una novela de Philip K. Dick: "He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". Sin duda, una despedida trágica y uno de los momentos más humanos del filme.
'La tumba de las luciérnagas' (1988)
Studio Ghibli nunca ha temido mostrar la muerte. Sin embargo, aunque Hayao Miyazaki sea el gran maestro y el más reconocido de la factoría, es su compañero, Isao Takahata, el que ha logrado crear las despedidas más trágicas en la historia de Ghibli. La primera fue con 'La tumba de las luciérnagas', una de las películas más aplaudidas del estudio y que logró el Premio por los Derechos de los Niños en el Festival de Chicago.
En el filme, se puede ver la más triste consecuencia del abandono a la infancia por parte de la propia sociedad, mostrando la muerte de la pequeña Setsuko como el momento más desgarrador del filme y también como denuncia hacia una sociedad que miró hacia otro lado. Uno de los momentos más terribles de la filmografía del estudio, que demostró que su cine era completamente diferente al anime de la época con un largometraje hecho ya historia.
'El rey león' (1994)
Junto con la madre de Bambi, la muerte de Mufasa es una de las más recordadas (y lloradas) por el público. Con clara inspiración shakespeariana, imposible no pensar en 'Hamlet', la traición de Scar a su hermano y el fuerte trauma causado a Simba se ha convertido en una de las más famosas escenas de la factoría de animación.
'El rey león' es una de las películas más épicas de Disney y también una de las que más muertes tiene. Junto con la de Mufasa, hay que añadirle la del propio Scar y su ejército de hienas, comandadas por Shenzi, Bazai y Ed.
'Titanic' (1997)
Sin duda, la escena romántica más triste del cine más actual. James Cameron crea una épica historia de amor con final trágico. La muerte de Jack Dawson (Leonardo DiCaprio) congelado por hipotermia junto con su amada Rose (Kate Winslet) provocó que más de la mitad del público asistente llorase de emoción y tristeza. Un amor imposible que arrasó en los premios y que, a día de hoy, sigue siendo muy recordado entre los cinéfilos.
'La vida es bella' (1997)
'La vida es bella' mostró hasta qué punto puede llegar el amor de un padre por su hijo. La película dirigida, escrita y protagonizada por Roberto Benigni, enseña cómo Guido Orefice, hace todo lo posible para que su hijo, Giosuè, no se dé cuenta del horror que ellos están viviendo en un campo de concentración en plena Segunda Guerra Mundial.
El final de Guido, fusilado por soldados nazis, se recuerda con mucha tristeza, sobre todo por todo lo que hace el padre, hasta su muerte, para evitar que Giosuè se dé cuenta de lo que está sucediendo realmente y también, para salvar su vida. La frase que mejor lo define, la dice el propio Giosuè ya adulto: "Ese es el sacrificio que hizo mi padre. Aquel fue el regalo que tenía para mí".
'La milla verde' (1999)
Basada en la novela de Stephen King, 'La milla verde' tiene una de las muertes más sobrecogedoras del cine, la de John Coffey (Michael Clarke Duncan), un hombre sentenciado a muerte por haber asesinado y violado a dos niñas de nueve años. Con una personalidad infantil que contrasta con un gran tamaño, es un hombre negro alto y muy ancho, su increíble don, capaz de curar milagrosamente, provocará que Paul Edgecomb (Tom Hanks) logre vivir casi eternamente, hará que se vea que es ajusticiado injustamente, puesto que el verdadero culpable era el racista Billy el niño Warton, dejando una escena de muerte muy triste, imposible de olvidar.
'Gladiator' (2000)
Una de las muertes más recordadas del cine también pertenece a una película de Ridley Scott. El final de 'Gladiator' es también la muerte del Máximo Décimo Meridio, que fallece a manos del emperador Cómodo, que también muere en el enfrentamiento final. Convertido ya en leyenda, Máximo muere soñando con su familia en otra vida y logrando que sus hombres sean liberados. Con Lucila a su lado, la despedida de Máximo (Russell Crowe) es una de las más recordadas del cine del siglo XXI.
'Up' (2009)
Está claro que Pixar es uno de los grandes estudios de animación del mundo y que en su catálogo tiene auténticas maravillas como son 'Monstruos S.A.', 'Los Increíbles' o 'Wall-E'. Sabiendo combinar temas complejos con animación familiar, uno de sus puntos álgidos fue 'Up', dirigida por Pete Docter en 2009. Debido a que su protagonista es un señor mayor, la cinta tuvo muchos escépticos sobre su posible éxito en taquilla, algo que, a posteriori, demostró que cuando un filme es bueno, el público lo valora.
Y parte de esa valoración viene con uno de los mejores prólogos vistos en la historia del cine, mostrando cómo se conocieron Carl y Ellie Fredricksen, cómo se enamoraron, cómo se casaron y cómo vivieron felices hasta que llegaron a la tercera edad y ella muere. El fallecimiento de Ellie es uno de los más sentidos vistos en el cine, mostrando la maestría de Pixar para relatar, en un corto período de tiempo, los ciclos del amor, de la vida. Maravillosa.
'El cuento de la princesa Kaguya' (2013)
Quizás una de las más desconocidas para el público masivo, pero esencial para los amantes de Studio Ghibli y de la animación en general. Si Isao Takahata en 1988 dejó perplejo al mundo con la magnífica 'La tumba de las luciérnagas'. Si la muerte de la pequeña Setsuko es una de las más recordadas del cine, por lo triste que resulta, con su último filme no sólo logra cautivar por una historia clásica y una animación exquisita y artesanal, sino tiene como protagonista a una heroína trágica, con tintes operístico.
Basada en una historia popular japonesa, la princesa Kaguya debe abandonar la Tierra e ir al mundo celestial de la luna, su lugar de origen. Una bella metáfora de una mujer que muere por cometer "el crimen" de querer ser libre y cuyo castigo es pagar con su propia vida. Una de las escenas más bellas y trágicas de Studio Ghibli.