Por encima de todo, los hermanos Marx son un género cinematográfico en sí mismo. No hubo nadie igual antes y, por supuesto, no ha habido nadie después que trazaran un humor tan especial, vertiginoso, clásico y contemporáneo al mismo tiempo. Todas y cada una de sus películas desprenden una armonía dentro del caos envidiable, un equilibrio cómico incomparable y, sobre todo, una energía contagiosa capaz de traspasar por completo la pantalla.
Sucede, además, que su filmografía, no excesivamente grandiosa en cantidad, pero enorme en lo cualitativo, no ha envejecido ni una pizca, manteniéndose firme al siempre peligroso paso del tiempo. Hablamos de auténticos clásicos que continúan influyendo a cineastas de todo el mundo, siendo referencia para millones de cómicos y planteando un desafío a todas aquellas personas que andan buscando la carcajada del público a través del arte. Un listón de los que ya no quedan.
A lo largo de este especial, destacamos nueve joyas doradas del catálogo Marx, bombas de relojería cómica que funcionan con la misma frescura, entusiasmo, diversión y brillantez del primer día. Si no conoces a los hermanos Marx, aquí tienes uno de esos maratones que te dejarán con una inmensa sonrisa pegada al rostro. ¿Acaso hay una recompensa mayor?
9 películas imprescindibles de los hermanos Marx
'Una noche en la ópera'
Frase de oro: "Dice que: La parte contratante de la primera parte, será considerada como la parte contratante de la primera parte."
La auténtica joya de la corona Marx. Comedia perfecta de inicio a fin, 'Una noche en la ópera' suponía la primera película de los hermanos para la Metro-Goldwyn-Mayer tras su celebrado paso por la Paramount y resulta imposible imaginar un estreno mejor. Repleta de hilarantes diálogos, frases que son ya parte de la historia del cine y una de esas escenas que marcan por completo una carrera. Ya sabéis, aquella de un camarote cada vez más lleno. Sin lugar a dudas, la mejor película de los hermanos Marx y una de las comedias más memorables jamás rodadas. Obligatoria.
'Sopa de ganso'
Frase de oro: "¡¿Cavar trincheras?! ¡¿Con nuestros hombres cayendo como moscas?! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas."
Película desafiante por una cuestión de puro ritmo, si quitas la mirada de la pantalla durante diez segundos es muy posible que te pierdas alguno de los geniales juegos de palabras que se acumulan sin descanso a lo largo de sus setenta minutos de duración, 'Sopa de ganso' es la primera gran obra maestra de Groucho y compañía. Un arsenal de dardos tan envenenados como inspirados que, apoyados en un ritmo incansable, construyen una de esas comedias que explotan la carcajada con una facilidad envidiable. Un clásico indiscutible del género.
'Una tarde en el circo'
Frase de oro: "¿Tienes un lápiz? Me dejé la máquina de escribir en los otros pantalones."
Después de una 'El hotel de los líos' que, pese a contar con un buen número de grandes momentos, no alcanzaba las cotas de excelencia marca de la casa Marx, Groucho, Harpo y Chico volvieron a ofrecer todo un recital cómico de primerísima categoría con 'Una tarde en el circo'. La película, dirigida por Edward Buzzell, conseguía equilibrar con especial destreza los diálogos más característicos y celebrados de los hermanos y los gags más visuales y físicos, logrando incluso insertar con bastante acierto los tan cuestionados números musicales. De esta forma, 'Una tarde en el circo' elevaba una vez más el listón de los Marx hasta esa altura a la que solamente ellos podían llegar. Risas, o mejor dicho, carcajadas aseguradas.
'Plumas de caballo'
Frase de oro: "¿Es usted la Srta. Bailey? Pues uno de los dos tiene que ser la Srta. Bailey, y no soy yo."
Un año antes de firmar su primer clásico indiscutible ('Sopa de ganso'), los hermanos Marx ya daban pistas de estar rozando el sobresaliente con 'Plumas de caballo', comedia ambientada en el mundo del deporte universitario americano. Un contexto del que, por supuesto, Groucho es capaz de sacar auténtico oro, dejando bien claro desde su primera aparición que, pese a los esfuerzos de sus compañeros de reparto, incluyendo a Harpo, Chico y Zeppo, el show es cien por cien suyo. La leyenda comenzaba a tomar forma frente a los ojos de un público que, todavía hoy, debe ver la película mientras se limpia las lágrimas provocadas por las risas.
'El conflicto de los hermanos Marx'
Frase de oro: "Este mundo sería mejor para los niños si fueran sus padres los que tuvieran que comer las espinacas."
Después de su debut con la correcta 'Los cuatro cocos', una propuesta divertida que, sin embargo, no rozaba los talones de las genialidades que más tarde nos depararía su filmografía, Groucho, Harpo, Chico y Zeppo estrenaban 'El conflicto de los hermanos Marx'. Y, de acuerdo, tampoco es que hablemos de una obra maestra, ni muchísimo menos, pero estamos frente a una comedia que funciona de manera notable de principio a fin, suponiendo un entretenimiento más que solvente para el espectador. Las ovaciones llegarían más tarde, sí, pero en 'El conflicto de los hermanos Marx' hay suficientes buenas noticias como para regresar de vez en cuando a ella.
'Una noche en Casablanca'
Frase de oro: "Ya sé que la botella está vacía, es champán seco."
Está claro que 'Tienda de locos' y 'Amor en conserva' se encuentran entre los trabajos más irregulares e insatisfactorios de los hermanos Marx, eso sí, recordando que, incluso en sus propuestas menos inspiradas siguen habitando momentos de auténtica carcajada. Sin embargo, entre el estreno de ambas películas, Groucho y compañía regalaron 'Una noche en Casablanca', comedia de notable alto en la que los aciertos ganaban por goleada a los fallos. Y es que, pese a algún ligero problema de ritmo en su tramo central, estamos ante una cinta con todas las señas de identidad del cine de los Marx, lo cual incluye réplicas chispeantes, gags físicos memorables y un Groucho que no se permite un segundo de respiro. Demasiado a su favor como para no tenerla en cuenta.
'Un día en las carreras'
Frase de oro: "No hable usted tan alto que se le entiende todo."
No era nada sencillo mantener el nivel dejado en 1935 por la imprescindible 'Una noche en la ópera', pero los hermanos Marx necesitaron solamente un par de años para entregar una cinta que casi cumple el milagro. Todo, absolutamente todo, en 'Un día en las carreras' funciona a su máximo potencial, especialmente en el caso de un Groucho en pleno estado de forma capaz de encontrar dinamita en cada diálogo. De ritmo perfectamente medido, repleta de escenas y diálogos inolvidables y con un tramo final que no permite la pausa de la carcajada, 'Un día en las carreras' es otra de las grandes comedias de la historia del cine por méritos propios. Una de esas películas con las que siempre te ríes como el primer día.
'El hotel de los líos'
Frase de oro: "Nunca olvido una cara, pero con usted voy a hacer una excepción."
La culpa, claro, es de las expectativas. Cuando vienes de dos monumentos cinematográficos de la talla de 'Una noche en la ópera' y 'Un día en las carreras', lo normal es que esperes el máximo. Y ese es el precio que le tocó pagar a 'El hotel de los líos'. Un golpe profundamente injusto para una comedia que, sin llegar a las cotas infinitas de los Marx, seguía mostrándonos a unos hermanos inspiradísimos, entregados a la causa en cada gag, brillantes en las réplicas y diálogos punzantes, obsesionados, sin perder la naturalidad y fluidez característica, en bordar ese humor surrealista que había encumbrado sus dos obras maestras previas. Sin embargo, las comparaciones, siempre tan injustas, obligan a situarla varios peldaños por debajo de aquellos clásicos. Único elemento en contra que se puede sumar a la cuenta de una espléndida comedia.
'Los hermanos Marx en el Oeste'
Frase de oro: "¡Es la guerra! ¡Traed madera! ¡Más madera!"
'Los hermanos Marx en el Oeste' fue el segundo éxito consecutivo para los hermanos Marx tras la recuperación de su mejor versión en la irreprochable 'Una tarde en el circo'. En esta ocasión, Groucho y compañía se sumergen en el maravilloso género del western para trazar una comedia que funciona mucho mejor por sus destellos de genialidad pura, que no son pocos, antes que como obra conjunta y estructurada. Un problema menor dentro de una película que, a día de hoy, sigue resultando una experiencia muy divertida que, como ocurre con la práctica totalidad de la filmografía Marx, se pasa en un suspiro.