'Pretty Woman' cumple hoy 25 años desde su estreno en España. Un clásico de la comedia romántica que encumbró a Julia Roberts a base de mucho descaro y una gran sonrisa pero también un retrato amable de las prostitutas obra del discreto director Garry Marshall. Una Cenicienta de los años 90 con peluca sintética y botas de vinilo negro que pasa de buscarse la vida en las peores calles de Los Ángeles a humillar a impertinentes dependientas en las exclusivas tiendas de Rodeo Drive.
Sin embargo, el cine no ha sido siempre justo con la prostitución. Principalmente centrado en conocer las bajas pasiones y el glamour de sus protagonistas (femeninas), Hollywood ha relegado a estereotipos los dramas detrás de la profesión más vieja del mundo. Europa sí se ha mostrado más contundente a la hora de abordar, lejos de frivolidades, la historia de esas mujeres que venden sus cuerpos, independientemente de los motivos que las condujeran a ello.
La cinematografía francesa ha sido la más prolífica y la que con mayor libertad se ha expresado. En 'Vivir su vida' de Jean-Luc Godard, la frágil Anna Karina interpretaba a una joven que se ve empujada a la prostitución después de frustrar su carrera de actriz en el París de los años 60. Todo lo contrario que Catherine Deneuve en 'Belle de jour', la obra de Buñuel en el que una frustrada burguesa se vende como prostituta en busca de nuevos alicientes. Más de 40 años después, François Ozon repetía la fórmula con 'Joven y bonita', un retrato sobre la prostitución de lujo a la que ponía cara la atractiva Marine Vacth.
Dejando a un lado las reflexiones, lo cierto es que el cine nos ha proporcionado personajes ligados a la prostitución verdaderamente memorables. Démosle un respiro a Julia y centrémonos en cinco protagonistas que supieron conquistar nuestro corazón.
1 Nicole Kidman en 'Moulin Rouge' (Baz Luhrmann, 2001)
Satine era la más bella de las meretrices del Moulin Rouge y Nicole Kidman la mejor actriz del momento cuando interpretó uno de los personajes más memorables de su carrera. Enigmática, sensual y finalmente trágica, Satine tenía unos principios muy claros: nunca enamorarse de sus clientes. Tendrá que ser Ewan McGregor al ritmo de 'Elephant Love Medley' quien le demuestre que, una vida sin amor, es terrible. Primera de las tres nominaciones al Oscar para la australiana y un papel para la historia del cine.
2 Shirley MacLaine en 'Irma la dulce' (Billy Wilder,1963)
París es también el escenario de esta comedia romántica dirigida por el maestro Wilder. Shirley MacLaine es Irma, una alegre prostituta que enamora a un gendarme con pocas luces interpretado por el camaleónico Jack Lemmon. El resto, una sucesión de enredos y malentendidos que convertirán la relación amorosa de los protagonistas en sinvivir. Cómo olvidar las medias verdes de Irma.
3 Mira Sorvino en 'Poderosa afrodita' (Woody Allen, 1995)
Otra prostituta de buen corazón pero poca cabeza es la interpretada por Mira Sorvino en una de las mejores comedias de Woody Allen en los 90. Aspirante a actriz y madre biológica del hijo del personaje de Allen, la actriz creó un personaje memorable, entrañable y con un imborrable tono de voz agudo. Oscar para Sorvino que, a pesar de ello, no ha sabido dirigir su carrera hacia películas de gran calidad.
4Jon Voight en 'Cowboy de medianoche' (John Schlesinger, 1969)
El peso de los hombres en películas centradas en el mundo de la prostitución había estado siempre ligado al papel de cliente, chulo, padre o amante. Hasta que llegó Jon Voight y su cowboy de ciudad, un gigoló que busca fama y fortuna en la ciudad y termina buscando dinero a cambio de ofrecer sexo por las calles de Nueva York. La historia más sombría y sórdida del listado que sin embargo ganó el Oscar a la mejor película rodeada de polémica. No en vano, fue la primera vencedora con una clasificación X.
5 Candela Peña en 'Princesas' (Fernando León de Aranoa, 2005)
El cine social tiene su mayor referente en Candela Peña y su personaje Caye en 'Princesas'. Un retrato sobre las dificultades de una vida en la calle pero también una narración sobre la amistad, a pesar de todo. Curiosamente, la frase que mejor resume la película es de su compañera de reparto, Micaela Nevárez, que afirmaba esperanzada: "Hoy no somos putas, somos princesas".