Para algunas personas, afortunadamente pocas, Don Bluth siempre será el gran villano que estuvo cerca de tumbar por completo el aparentemente indestructible reino de Walt Disney durante la década de los ochenta. Para otras, afortunadamente la inmensa mayoría, hablamos de un genio indiscutible, el cual, cierto es, rivalizó con la compañía de Mickey Mouse hasta igualarla y superarla a base de clásicos imborrables.
Y eso que, durante los primeros compases de su carrera, Bluth trabajó para Disney en películas tan formidables como 'Robin Hood', 'La bella durmiente', 'Los rescatadores' o 'Peter y el dragón', entre otros. Posteriormente, en 1979, fundó su propio estudio, Don Bluth Productions, iniciando así una fase artística repleta de logros atemporales y películas de primerísimo nivel.
Lamentablemente, uno de sus trabajos más ambiciosos, 'Titan A.E.', inmenso en términos estrictamente artísticos, no contó con algo tan fundamental como el cariño del público, resultando un fracaso tan abultado que prácticamente acabo con su carrera. Desde entonces, Don Bluth ha firmado alguna obra menor, pero quedará para siempre su legado como uno de los más grandes de la historia del cine de animación.
El cine del maestro de la animación Don Bluth
'Un borrico en Navidad'
Mediometraje navideño que cumple a rajatabla con todas las características y lugares comunes del género, 'Un borrico en Navidad' supuso un entrañable estreno en la dirección de un Don Bluth que empezaba a perfilar y mostrar aquí algunas de sus señas de identidad, especialmente las relacionadas con el apartado más emotivo de su obra.
'Bartok el magnífico'
Dos años después del estreno de 'Anastasia', Don Bluth y Gary Oldman, compañero en la dirección de casi todas sus películas, entregaron un spin-off de Bartok, secundario cómico de la citada cinta de 1997 que fue directamente a vídeo...y con razón. Una propuesta que solamente sirvió para demostrar que este murciélago no tenía el suficiente carisma ni potencial como para cargar él solo con el peso de toda una historia.
'Hubi, el pingüino'
Aunque sus personajes, sobre todo el protagonista, son tan carismáticos como entrañables, 'Hubi, el pingüino' es una cinta que se queda a medias en la consecución de la práctica totalidad de sus objetivos. Se deja ver y pasa como un suspiro, pero no deja ninguna escena o momento para el recuerdo, siendo un entretenimiento efectivo, sí, pero también olvidable.
'Banjo, el gato vagabundo'
El primer trabajo de Don Bluth fuera del universo Disney se tituló 'Banjo, el gato vagabundo' y, a pesar de situarse más allá de los límites del estudio de Mickey Mouse, Donald y compañía, se nota todavía una fuerte influencia del mismo. Divertida, ligera, perfectamente acabada en lo técnico y capaz de aprovechar al máximo cada uno de sus 29 minutos, aquí tenemos la primera joya de Bluth.
'El jardín mágico de Stanley'
'El jardín mágico de Stanley' está muy lejos de ser una mala película, pero, al mismo tiempo, es evidente que es un trabajo menor dentro de la trayectoria de Don Bluth. Su protagonista es maravilloso y tiene momentos realmente mágicos, casi todos ellos relacionados con el descubrimiento de nuevos mundos o criaturas, pero falta esa chispa que marca las grandes obras de su autor.
'Pulgarcita'
'Pulgarcita' tiene muchas ideas, de eso no hay duda. Algunas buenas, otras menos, pero todas atrevidas. El problema, importante, es que se condensan todas, especialmente respecto a sus, aproximadamente, 3.000 villanos, en un espacio muy corto de tiempo, provocando que la historia se suceda de manera atropellada, dejando nulo espacio para que la trama respire, los protagonistas conecten con nosotros y su romance nos emocione. Uno puede intuir la magia de la película, pero nunca termina de estallar.
'En busca del Rey Sol'
Si hay un diamante infravalorado en la carrera de Don Bluth, sin ningún tipo de duda, ese es 'En busca del Rey Sol'. Imaginativa, trepidante, divertidísima, con un montón de maravillosos personajes y una banda sonora repleta de grandes canciones, hablamos de una propuesta que se disfruta de inicio a fin.
'Todos los perros van al cielo'
Perros mafiosos que deben ganarse su lugar en el cielo tras morir de manera violenta. El punto de partida es loquísimo, pero Don Bluth se las apaña a la perfección para conseguir que 'Todos los perros van al cielo' destaque como una cinta animada llena de aventuras, acción, comedia y, sobre todo, emoción. Muchísima emoción. Imposible no terminar convertido en una lágrima durante su desenlace. Espléndida.
'Anastasia'
Convertida con el paso del tiempo (y una adaptación al teatro musical más que recomendable) en algo realmente similar a un clásico, 'Anastasia' es cine de animación grandilocuente y excesivo, romántico y azucarado, épico y desmedido, apasionante y apasionado. No todo funciona en ella, pero el balance general da el triunfo a lo positivo de una manera tan rotunda que no queda otra que arrodillarse ante otra fabulosa obra de Don Bluth. Y con alegría.
'Titan A.E.'
El proyecto más ambicioso de Don Bluth fue, por desgracia, el que terminó destruyendo su trayectoria. Y eso que, desde su magnífico arranque, 'Titan A.E.' desprende el aroma del gran cine de animación. Y el del mejor cine de ciencia ficción. Y el del cine de aventuras más memorable. Y el del cine mayúsculo a secas. Estamos frente a una propuesta que no ha envejecido ni una pizca desde su estreno hace más de dos décadas, al contrario, ha ido adquiriendo el músculo y presencia de los clásicos. Lo que siempre fue. Y lo que siempre será.
'NIMH, el mundo secreto de la señora Brisby'
Desde su cautivador prólogo, 'NIMH, el mundo secreto de la señora Brisby' atrapa, aterra, fascina, cautiva y capta la atención y el interés. Y lo mejor es que, de ese punto hasta su desenlace, la obra maestra de Don Bluth no deja de maravillar y sorprender. Cada una de las piezas, sin excepción, de este auténtico prodigio animado brilla al máximo de su potencial, dando forma así a una de las grandes películas de animación de la historia del cine. Monumental.
'Fievel y el Nuevo Mundo'
Dos ratones animados. Dos estudios. Universal y Disney. 'Fievel y el Nuevo Mundo' y 'Basil, el ratón superdetective'. Dos joyas. Una batalla por alcanzar la gloria en taquilla. Y una victoria contundente. 22 millones más en total es lo que consiguió recaudar la película producida por Steven Spielberg frente a su contrincante.
Un éxito tan rotundo como merecido para una propuesta de una factura técnica deslumbrante, fabulosa banda sonora, inolvidables personajes y extraordinaria capacidad para conseguir emocionar al espectador. Un reflejo sobre la travesía por el desierto de la incertidumbre que recorrían millones de europeos emigrantes en busca del sueño americano en la que Spielberg, desde la producción, y Don Bluth en la dirección, se mostraron especialmente implicados. Y también inspirados. Triunfo absoluto.
'En busca del valle encantado'
Qué cosas tienen las películas generacionales. Menuda capacidad para convertir los errores en virtudes a través del cariño con el que las miramos. 'En busca del valle encantado', primera y excelsa entrega de una franquicia que en la actualidad parece más una serie de fascículos que un conjunto coherente de películas, es un ejemplo claro. Producida por George Lucas y Steven Spielberg, nos encontramos ante un trabajo que consigue lo imposible, transmitir dosis industriales de ternura a través de distintas crías de dinosaurio, protagonistas de una épica cinta repleta de humor, aventura y mucha, mucha emoción. La cima de Don Bluth como cineasta. Una obra maestra atemporal.
