La mirada de Fernando León de Aranoa parte siempre desde la honestidad y la sinceridad. Y no se trata, además, de algo complicado de detectar cuando uno se acerca a su trayectoria cinematográfica. Incluso en sus trabajos menos inspirados, alguno hay, todo resuena con la esencia de lo cristalino, la naturalidad de lo cotidiano e incluso la poesía de las esquinas olvidadas de la rutina. Está en su forma de hablar, mirar, tratar y, sobre todo, respetar a todos y cada uno de sus personajes.
Con un primer tramo de carrera sencillamente envidiable, León de Aranoa supo construir un discurso creativo profundamente reconocible, personal y, de nuevo llegamos a esta parada, auténtico. Cada propuesta era un pedazo de vida en movimiento, un conjunto de creaciones con las que resultaba tan sencillo empatizar como sentirse identificado y unas conversaciones en las que quedarse a vivir.
Por eso, aunque sus últimos trabajos, a excepción del reciente y aclamado 'El buen patrón', no hayan conseguido impactarnos de una manera similar, siempre es placentero regresar al cine de un tipo que muestra su sensibilidad sin coartadas, su inteligencia sin prepotencia y su talento sin aspavientos. En definitiva, Fernando León de Aranoa, el malabarista de las frases inolvidables, es un director y guionista tan valioso como necesario para nuestro cine.
Fernando León de Aranoa, de peor a mejor
'Loving Pablo'
Lo único que funciona de manera realmente notable en 'Loving Pablo' es lo que, antes incluso de ver la película, uno daba por asegurado: Javier Bardem y Penélope Cruz. Sus interpretaciones, tan desmedidas como deslumbrantes, suponían lo mejor de una propuesta sorprendentemente plana, descafeinada y muy cercana al bostezo constante. Ni siquiera el potencial de un personaje tan excesivo como Pablo Escobar aportaba algo de nervio a una película a la que le faltaba fuerza, impulso y hambre cinematográfica. Dos estrellas entregadas a una fallida causa.
'Un día perfecto'
Por encima de todo, 'Un día perfecto' es una película extraña. En fondo y forma, además. Partiendo de la evidente base de que siempre es un placer ver en acción a Tim Robbins, Benicio del Toro y Olga Kurylenko, esta historia en la que el drama y la comedia se van combinando sin establecer en ningún momento un vínculo claro, funciona mejor cuando apuesta por la seriedad de los conflictos antes que por el humor del absurdo. Por su parte, León de Aranoa brilla aquí más en su faceta de guionista adaptando la novela de Paula Farias que con una dirección correcta en la que se echa en falta algo más de osadía.
'Amador'
Si hay una película en la trayectoria de Fernando León de Aranoa que merezca ser rescatada del olvido, ni una duda, esa es 'Amador'. Recibida con toneladas de frialdad por parte tanto de crítica como de público, esta historia de inmigración, amistad y, sobre todo, libertad, está repleta de momentos emotivos, divertidos y tiernos. Y la inmensa mayoría de ellos, por no decir todos, se reflejan en el rostro de una maravillosa Magaly Solier, auténtico corazón de esta estupenda y más que reivindicable película.
'Barrio'
Ganadora de la Concha de Plata y del Goya a la Mejor dirección, 'Barrio' supuso la confirmación definitiva de Fernando León de Aranoa como cineasta clave de su generación. Imposible que fuera de otra manera cuando nos situamos ante una cinta tan repleta de inteligencia, encanto y, perdón por usar la palabra maldita, verdad. Digamos que, más que una película, 'Barrio' es un estado vital estallando en cada diálogo, radiante en cada escena, inolvidable en cada interpretación. Vista hoy, nada ha envejecido en una de esas propuestas admirables desde la práctica totalidad de los puntos de vista. Un regalo de película.
'Familia'
Fernando León de Aranoa se estrenó en el largometraje con una joya de muchos quilates. Dosis extra de mala leche, giros inesperados, un reparto en pleno estado de forma, una dirección firme y un guion por encima del notable convierten a 'Familia' es un debut a la altura de los clásicos. Una propuesta repleta de ideas geniales, fantásticos personajes y diálogos para enmarcar. Un primer golpe sobre la mesa para el recuerdo.
'Princesas'
Después del tremendo éxito logrado con la memorable 'Los lunes al sol', Fernando León de Aranoa regresó con otra de sus películas más importantes. Y es que, desde su inolvidable comienzo, 'Princesas' es un trabajo de auténtica orfebrería en el que la sonrisa y la lágrima conviven con la naturalidad del hallazgo. Diálogos de oro, una cámara siempre acertada en su manera de acercarse a los personajes y un dramatismo controlado al milímetro de forma admirable.
Todo ello, claro, recayendo sobre los hombros de sus inmensas protagonistas, Candela Peña y Micaela Nevárez, quienes se llevaron respectivamente sus correspondientes premios Goya a Mejor actriz protagonista y Mejor actriz revelación, recompensa más que justificada para dos interpretaciones muy cercanas a la perfección.
'Los lunes al sol'
Aquellas personas que dudaban de si cabía o no toda una vida en la mirada de unos actores, dejaron de hacerlo tras el estreno de 'Los lunes al sol'. Los ojos de Javier Bardem y Luis Tosar eran la respuesta más contundente y emocionante, una certeza absoluta de inmensidad dramática y naturalidad interpretativa. Un equilibrio perfecto a la altura de una película escrita y dirigida por un Fernando León de Aranoa que nunca ha estado más inspirado, ni antes ni después. Sigue haciendo reír, sigue haciendo llorar, sigue cabreando y sigue recomponiendo los pedazos que deja por el camino. Matrícula de honor.
