Hay directores realmente únicos tanto para lo bueno como para lo malo. Cineastas cuyos universos creativos se rigen bajo coordenadas especiales, una personalidad desbordante y un ideario visual repleto de potentes estímulos. Y Gaspar Noé, sin dejar ningún tipo de espacio para la duda, es uno de los ejemplos más contundentes de los últimos años.
Talento incomparable y siempre polémico, Noé es un cineasta capaz de lo mejor y lo peor, situándose constantemente al límite de casi todo y apostando en cada película por la explosión constante. Incluso en sus momentos más pausados y delicados, su cine vive pegado al estallido, el impulso, la provocación, el rugido y el pálpito frenético. Más que películas, hablamos de experiencias.
Sensaciones extremas, recuerdos cinematográficos imborrables basados en escenas que llegan para quedarse, historias que se destruyen y resucitan, ensangrentadas y hermosas, excesivas y fascinantes, arriesgadas y caóticas. No hay otro igual. Viajar a la mente creativa de Gaspar Noé es aceptar un billete de ida. ¿La forma en la que regresemos? Una férrea incógnita.
Las películas de Gaspar Noe, de menos a más
'Love'
'Love' se sitúa, con amplia diferencia respecto a sus ilustres compañeras, como el trabajo más fallido de la trayectoria profesional de Gaspar Noé. Un melodrama romántico repleto de escenas de sexo de alto voltaje, las cuales fueron especialmente comentadas al ser estrenadas en formato 3D, que nunca termina de aportar algo más allá de la provocación facilona y el aburrimiento extremo. Se puede rescatar alguna escena más o menos potente, hablamos de un tremendo director, pero el conjunto termina resultando más frustrante y decepcionante que otra cosa. Por suerte, después de este traspiés llegarían las mejores películas de Noé. Algo es algo.
'Lux Æterna'
En tan solo 50 minutos, Gaspar Noé es capaz de transmitir una cantidad de sensaciones tan abrumadora que no queda más remedio que caer rendido a los pies de 'Lux Æterna'. Ubicada entres sus dos mejores trabajos hasta la fecha, 'Climax' y 'Vortex', esta historia de cine dentro del cine es un vendaval de estímulos visuales y narrativos que te atrapan, hipnotizan y fascinan con la misma contundencia. Una montaña rusa en la que también conviene destacar la presencia siempre maravillosa de Charlotte Gainsbourg, inmensa de inicio a fin.
'Enter the Void'
Con 'Enter the Void' no hay otra opción (o salida) que la de dejarse llevar sin reservas. O entras en su brutal juego o te quedas fuera sin posibilidad de readmisión posterior. Es una propuesta tan caótica, furiosa, inquietante, alocada, exigente y desafiante que no hay punto medio a la hora de referirse a ella. Y de experimentarla. Casi tres horas de cine en permanente movimiento, convulsión y delirio donde encontramos algunas de las mejores escenas de la carrera de un Gaspar Noé que, en lo estrictamente relacionado con su labor como director, ofrece aquí un auténtico recital.
'Solo contra todos'
Aunque sus primeros compases puedan resultar algo confusos, 'Solo contra todos' termina arrasando con todo en un tramo final que convierte la tensión en elemento fundamental y casi tangible. Protagonizada por un imponente Philippe Nahon, cada uno de sus primeros planos hiela la sangre, esta continuación del estupendo mediometraje 'Carne' se vive en permanente estado de inquietud, nervio y casi asfixia. Una historia desoladora y extrema en la que brilla con especial intensidad el manejo narrativo de un Gaspar Noé entregado al arte del sufrimiento silencioso.
'Irreversible'
Más allá de la comentadísima y polémica escena de la violación, uno de los momentos cinematográficos más desagradables y extremos de la historia del cine, 'Irreversible' es una película que contiene el suficiente número de elementos positivos como para situarla entre lo más destacado de Gaspar Noé. Su narración fracturada, su impresionante reparto, su manera de situarte constantemente al borde del abismo y la impecable factura técnica que marca casi todos sus planos, el trabajo de cámara de Noé es una locura, son los principales pilares sobre los que se sustenta esta propuesta tan desoladora como fascinante.
'Climax'
Al igual que ocurre con las experiencias más extremas, 'Climax' no se puede describir con palabras. Y mejor así. Delirante festín de música, sangre, sexo, golpes y sudor, esta joya, de eso se trata, firmada por un inspiradísimo Gaspar Noé es puro impacto. Hipnótica, rabiosa e inquebrantable. Cine que explota y corta la respiración, que dinamita expectativas y prejuicios, que enloquece y fascina. El término medio con ella es imposible, pero aquí celebramos a lo grande esta danza sobre las llamas.
'Vortex'
'Vortex', la última película estrenada por Gaspar Noé, resulta ser también su segunda obra maestra tras la espectacular 'Climax'. Y su mejor trabajo hasta la fecha. Protagonizada por Françoise Lebrun y el mismísimo Dario Argento, responsables de dos interpretaciones ubicadas más allá del elogio, este drama sobre vejez, enfermedades y amor funciona desde todos los puntos de vista posibles. Narración e imágenes fundiéndose en un hermoso y tierno abrazo bajo la dirección de un cineasta que nunca antes se había mostrado tan contenido, delicado y sensible. Una obra de madurez plena.