El cine de Jaime Rosales es tremendamente particular. Y arriesgado. Y complejo. Y desafiante. Y valiente. Y único. Es cine que se destruye y reconstruye constantemente, que mira a los ojos, que desafía con la mente, que abraza con hielo y fuego, que entiende que hay hilos que nunca terminan de encontrar su final. Es cine, en definitiva, alejado de los tópicos y los lugares comunes, extraordinario en sus características más personales.
Por eso resulta siempre una experiencia sumergirse en alguna de sus propuestas, incluso aquellas en las que el resultado final se sitúa más cerca de la decepción o la confusión que de la recompensa dorada. Porque sabes que, vaya mejor o peor, se trata de un auténtico viaje en el que dejarse llevar resulta una condición innegociable. Límites, murallas y defensas saltando por los aires a cada escena.
A lo largo y ancho de las seis películas que se dan cita en este especial, todas ellas, sin excepción, con destellos de genio indiscutibles, encontramos el universo creativo de un cineasta realmente especial. Alguien al margen de los márgenes, al otro lado de las imposiciones, al frente de la libertad cinematográfica más hermosas. Jaime Rosales, la maravillosa excepción.
El cine de Jaime Rosales, de peor a mejor
'Tiro en la cabeza'
Película compleja desde su mismo planteamiento, 'Tiro en la cabeza' es recordada a día de hoy más por la cantidad de polémica que suscitó su tratamiento sobre la figuras de los etarras que por su calidad artística. Y lo cierto es que, aunque sea triste, tiene todo el sentido del mundo. Nada funcionaba en una propuesta arriesgadísima sobre el papel que se convertía en aburrimiento constante a lo largo de poco menos de noventa minutos que pesaban como la más pesada de las losas. Una manera tan extraña como fallida de Jaime Rosales para 'aprovechar' el éxito obtenido con 'La soledad' un año antes.
'Sueño y silencio'
Si alguien pensaba que Jaime Rosales se vería afectado por el fracaso de público y la respuesta más que tibia de crítica obtenido con la decepcionante 'Tiro en la cabeza' andaba realmente equivocado. Y es que, cuatro años después de aquel desastre, el cineasta regresaba con 'Sueño y silencio', propuesta donde la improvisación jugaba un papel fundamental y que situaba al espectador, una vez más, en el punto exacto que divide la belleza del abismo. Afortunadamente, la mayor parte de escenas se situaban en el primero de los terrenos, dando como resultado una cinta tan imperfecta como hermosa, tan valiente como memorable.
'Las horas del día'
Liderada por un inmenso Àlex Brendemühl en uno de esos papeles capaces de justificar toda una carrera, 'Las horas del día' continúa impactando con la característica fuerza de los grandes debuts de la historia del cine español. Un estreno, el de Jaime Rosales, que apuntaba ya muchas de las principales virtudes que han terminado marcando la carrera del cineasta: tensa calma, rutina plasmada con las mismas dosis de frialdad que realidad, planos sostenidos hasta el límite, personajes hipnóticos y un tratamiento de la intriga realmente particular. Una manera notabilísima de presentarse en sociedad (cinematográfica).
'La soledad'
Más allá de su sorprendente victoria en los Goya de 2007, edición en la que competía como rival menor frente a la gigantesca y favoritísima 'El orfanato', 'La soledad' debería ser recordada como la confirmación de Jaime Rosales como uno de los cineastas más interesantes de nuestro cine. Partiendo de una serie de decisiones formales que, lejos de abrazar la frivolidad y el postureo, brillaban como decisión artística repleta de coherencia e inspiración, esta historia de historias funcionaba a las mil maravillas gracias a su intachable reparto, su inteligente guion y, sobre todo, una dirección fantástica en la que cada idea tenía un sentido y una razón de ser. Un trabajo por encima del notable.
'Hermosa juventud'
La primera obra mayúscula y realmente cercana a la obra maestra firmada por Jaime Rosales llegó en 2014 con 'Hermosa juventud', su película más accesible, que no sencilla, hasta la fecha. Protagonizada por una maravillosa Ingrid García Jonsson y un estupendo Carlos Rodríguez, esta historia de amor en tiempos de crisis es una de esas películas que te agarran desde el primer momento y no te sueltan hasta el final. Un desenlace que, por cierto, sigue siendo uno de los más desoladores y poderosos de la historia reciente de nuestro cine. Una inmensa película en fondo y forma.
'Petra'
Cuatro años después de deslumbrar con la magnífica 'Hermosa juventud', Jaime Rosales confirmaba su espectacular estado de forma con 'Petra', la mejor película de su trayectoria hasta el momento. Protagonizada por un reparto inconmensurable donde destaca la siempre fascinante presencia de Bárbara Lennie y un terrorífico Joan Botey interpretando a uno de los villanos más inolvidables de la historia de nuestro cine, la cinta se mueve y respira siempre en la tensión, caminando sobre el filo de un cuchillo y arrancando mandíbulas y golpeando estómagos con sus giros argumentales. Una propuesta de precisión milimétrica. Un clásico instantáneo.