Por encima de cualquier otro adjetivo o definición, la trayectoria profesional de Marc Forster es bastante extraña. Desde que iniciara su camino con un cine independiente y mayoritariamente alabado hasta llegar a las extrañas, y en algunos casos interesantísimas, propuestas que marcan los últimos compases de su carrera, el guionista y director suizo ha hecho prácticamente de todo.
Desde cintas de corte profundamente académico hasta blockbuster de acción con zombies y superestrellas, pasando por comedias inclasificables, tremendos dramas o incluso una entrega de la codiciada saga Bond, el viaje artístico de Forster se rige siempre por el vaivén de lo imprevisible. Desde luego, no hablamos de un tipo que lo haga todo bien, ni muchísimo menos, pero solamente por lo imposible que resulta anticiparse a su siguiente paso bien merece nuestro respeto e interés.
Un cineasta que, eso sí, asegura un acabado formal eficaz, correcto y profesional que, si bien no deja demasiados momentos para el recuerdo, convive con el aprobado casi constante. No es poco para los tiempos de excesos, para bien y para mal, en los que parecemos permanente ubicados.
La carrera de Marc Forster, de peor a mejor
'Quantum of Solace'
¿Lo peor? Lo inesperado del golpe. Tras la espectacular entrada de Daniel Craig en el universo James Bond con la celebrada 'Casino Royale', las expectativas ante su segunda aventura como 007 se dispararon de forma tan inevitable como injustificado. Sin embargo, 'Quantum of Solace' terminó siendo una de las mayores decepciones de la saga, no tanto por su valía artística, claramente baja, sino por la desoladora sensación de (incomprensible) oportunidad perdida.
Poco o nada funcionaba en esta historia sin alma, narrada de forma bastante torpe por Marc Forster e interpretada con absoluta desgana por un Craig incapaz incluso de generar algo parecido a química con Olga Kurylenko. Menos mal que el siguiente paso de Bond en el cine, 'Skyfall', superó este bache de la manera más contundente y excelsa posible, borrando de un plumazo el recuerdo de este pequeño gran desastre.
'Un grito en la noche'
En su primera película, 'Un grito en la noche', Marc Forster quiso abarcar demasiado y, lamentablemente, terminó quedándose a medias de prácticamente todo. Del tremendo drama de sus primeros compases, la cinta protagonizada por una entregada Radha Mitchell va saltando por géneros como el thriller, la ácida reflexión social y el terror con (muy) desiguales resultados. Se aplaude la ambición inicial y algún que otro momento de brillantez visual, pero no estamos, ni mucho menos, ante un debut especialmente memorable.
'El soldado de Dios'
Después del estrepitoso fracaso artístico que supuso 'Quantum of Solace', Marc Forster abandonó el universo de James Bond, sí, pero no dejó de lado la acción más ruda...y fallida. Protagonizada por un Gerard Butler que, eso sí, se muestra más inspirado que de costumbre, 'El soldado de Dios' es un caos a casi todos los niveles, resultando una experiencia frustrante por lo que tiene de potencial desperdiciado. Alguna que otra escena trepidante se salva, además de la ya citada entrega de su protagonista, pero estamos ante una cinta tan irregular como olvidable.
'Cometas en el cielo'
Todo lo malo (mucho) y bueno (poco) que tiene 'Cometas en el cielo' estaba ya presente en la novela original firmada por Khaled Hosseini. Sin embargo, eso no es excusa a la hora de valorar una película en la que Marc Forster apostó con firmeza por el piloto automático y el perfil más académico (y rancio). Una fallida propuesta que solamente alza el vuelo en puntuales momentos de emoción genuina. Algo es algo.
'Dame tus ojos'
Mitad drama y mitad thriller, 'Dame tus ojos' es una propuesta con lo mejor y lo peor de un Marc Forster al que se le nota claramente que le interesa muchísimo más profundizar en el primero de los géneros citados. Por eso, la cinta admirablemente protagonizada por una de las mejores versiones hasta la fecha de Blake Lively es apasionante en su primer tramo para, lástima, hundirse en el tópico y el desconcierto en una segunda mitad que nunca termina de enganchar ni convencer.
'Tránsito'
Ninguna otra película de la trayectoria profesional de Marc Forster vive (y depende) tanto de su talento tras la cámara como 'Tránsito'. Por suerte, aquí encontramos una de las versiones más inspiradas, inteligentes, atrevidas y equilibradas de un cineasta que sabe lo que requiere cada uno de los momentos de este thriller tan sofisticado como entretenido que, de giro en giro y tiro porque me toca, convence sin reservas por su apasionante fondo y su fabulosa forma.
'Christopher Robin'
Una de las más brillantes adaptaciones Disney al cine de acción real es 'Christopher Robin', cinta protagonizada por un Ewan McGregor al que acompañan Winnie Pooh y el resto de inolvidables personajes creados por A.A. Milne. Una propuesta tan extraña como interesante en la que se plantea, por encima de todo, una reflexión nostálgica y algo oscura sobre la pérdida (y rescate) del niño que llevamos dentro, el salto de la ilusión infantil a las obligaciones del mundo adulto y el reencuentro de uno consigo mismo a través de la propia memoria.
Dirigida con oficio y buen pulso por Marc Foster, 'Christopher Robbin' pierde gran parte de su fuerza en un último tramo más aventurero, pero termina dejando un poso de ternura innegable. Podría haber dado mucho más de sí, pero el resultado no es nada despreciable.
'Más extraño que la ficción'
Además de una estupenda película, 'Más extraño que la ficción' es un lugar feliz. A lo largo de sus casi dos horas de duración, las cuales pasan como un delicioso suspiro, la película de Marc Forster, atinadísimo de inicio a fin, es un festín de ingenio, encanto, luminosidad y ternura que se disfruta con la sonrisa cosida al rostro. Una propuesta cien por cien recomendable que, además, cuenta con la interpretación más redonda de la carrera de Will Ferrell.
'Guerra Mundial Z'
Si obviamos un clímax final bastante discutible, por no decir vergonzoso, 'Guerra Mundial Z' sigue siendo un espectáculo de acción y terror realmente efectivo. Una historia de zombies alocada y llena de momentos absurdos que, sin embargo, resulta irresistible por su ritmo frenético, su querencia por el exceso visual, sus momentos de tensión y, sobre todo, su imperial estrella protagonista, un Brad Pitt que pone toda la carne en el asador y soporta sin aparente esfuerzo todo el peso de la cinta.
'Monster's Ball'
Tremendo salto de calidad y madurez el protagonizado por Marc Forster entre su debut y 'Monster's Ball', un segundo trabajo impactante de inicio a fin. Protagonizado por una inconmensurable Halle Berry y un fabuloso Billy Bob Thorton, esta brutal historia de atmósfera hipnótica, crudeza arrebatadora y pasiones desatadas continúa resonando más de veinte años después de su estreno como uno de los dramas más notables de la primera década de los 2000. Y como uno de los trabajos fundamentales en la carrera de Forster.
'Descubriendo Nunca Jamás'
Sirenas, niños perdidos, indios, piratas malvados o hadas, entre otros personajes, nos acompañan a lo largo de un universo en el que, por supuesto, nadie quiere hacerse mayor. Liberamos nuestra sombra, aunque nos empeñemos en mantenerla cosida a nuestros pies, y nos dejamos llevar. ¿Quién no querría vivir en el universo de Peter Pan y Campanilla? ¿Y quién no querría vivir en una película tan inspirada, emotiva y mágica como 'Descubriendo Nunca Jamás'?
Y es que, especialmente en su tramo final, la película dirigida estupendamente por Marc Forster y protagonizada por unos extraordinarios Johnny Depp, Kate Winslet y un inolvidable Freddie Highmore, conseguía trasladar al espectador esa esencia tan indescriptible como deslumbrante que ha acompañado siempre a los personajes creados por James Barrie. Un logro que la convertía en una experiencia cinematográfica capaz de unificar con especial destreza la ilusión, imaginación e inocencia infantil con temas tan complejos como la muerte, el paso al mundo adulto o las crisis familiares. En definitiva, una película espléndida y especial de inicio a fin.