Con solamente seis películas a sus espaldas, la trayectoria profesional de Rian Johnson ya ha pasado por una serie de acontecimientos de altísima intensidad. Digamos que el (extraordinario) director y guionista ha paseado con la misma firmeza por los terrenos del triunfo y los del fracaso, sintiendo de manera contundente y excesiva el amor y la pasión de un público que le ha ovacionado y abucheado con pasión.
Sin embargo, más allá de polémicas galácticas, lo que realmente importa es que estamos ante un talento deslumbrante capaz de inyectar inteligencia, humor, complejidad, imaginación, crítica y, sobre todo, originalidad a un Hollywood cada vez más necesitado de estos elementos. Y lo ha hecho, además, sin cometer un solo error hasta la fecha.
La forma en la que pasará a la historia del séptimo arte está clara, citamos de nuevo a los Jedi, pero ojalá termine pesando más el talento con el que Rian Johnson ha enfocado estos años de cine efervescente y sobresaliente. Un guionista maravilloso y un director genial que ha sido capaz de sobrevivir a lo imposible, un blockbuster gigantesco que sumó críticas feroces por parte de gran parte del público, sin perder ni una pizca de su carisma, sensibilidad y personalidad artística. Lo que viene siendo un ejemplo en mitad del ruido.
Todo Rian Johnson, de peor a mejor
'Los hermanos Bloom'
Pese a ser la obra menos inspirada de la trayectoria de Rian Johnson, lo cual demuestra el altísimo nivel de la misma, 'Los hermanos Bloom' es una cinta cien por cien disfrutable. Escrita y dirigida con un pulso maravilloso y dejando un buen puñado de escenas geniales, esta trama repleta de giros imposibles y personajes delirantes consigue, pese a las irregularidades de su ritmo, terminar cautivando, gracias especialmente a un reparto en el que brilla con luz propia una Rachel Weisz pletórica. ¿Un Johnson menor? Puede ser, pero aquí hay toneladas de entretenimiento notable.
'Brick'
El primer largometraje de Rian Johnson ya marca lo que serán las señales más características de su cine: grandes personajes, historias tan enrevesadas como apasionantes, un sentido del humor particular y eficaz en las mismas dosis, una puesta en escena inteligente y audaz y desenlaces que sorprenden y entusiasman, redondeando piezas de intriga modélicas. Liderada por un fantástico Joseph Gordon-Levitt, esta carta de amor al cine negro y al thriller mafioso en el marco de un instituto llamada 'Brick' es un debut modélico desde todos los puntos de vista. Una joya.
'Puñales por la espalda'
Dos años después de haber sido injustamente destrozado por el fandom galáctico por su (extraordinaria) 'Star Wars: Los últimos Jedi', Rian Johnson regresó con la que se convertiría en uno de los grandes éxitos cinematográficos del 2019: 'Puñales por la espalda'. Y hablamos de un triunfo más que merecido para una propuesta divertidísima que te atrapaba por completo desde su fabuloso prólogo y ya no te soltaba hasta su brillante resolución. Si a esto le sumamos un guion de acero, una dirección magnífica y un reparto de cinco estrellas con una Ana de Armas inconmensurable y un Daniel Craig de ovación cerrada la solución (y calificación) cae por su propio peso: sobresaliente.
'Looper'
Cinco años antes de que firmara la mejor entrega galáctica desde 'Star Wars: Episodio V - El imperio contraataca', es decir, 'Los últimos Jedi', siempre es un buen momento para recordarlo, Rian Johnson entregó una de esas propuestas de ciencia ficción que asombran, entretienen e impactan con la misma eficacia y contundencia. Hablamos de 'Looper', cinta protagonizada por Bruce Willis y Joseph Gordon-Levitt, espléndidos de inicio a fin, que proponía un juego constante de tiempos, rostros y narrativas. Una montaña rusa de sorpresas, acción, intriga, escenas y personajes maravillosos.
'Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion'
Después del tremendo e inesperado éxito de 'Puñales por la espalda', era cuestión de tiempo que se pusiera en marcha una secuela. Y así, tres años y una pandemia después, llegó 'Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion'. Y fuimos felices como la primera vez. O más.
Estrenada de forma limitada en cines, es lo que tiene ir sellada por Netflix, estamos ante una secuela que no solamente está a la altura de las expectativas, de sobre, sino que, por momentos, llega a superar a su predecesora. De nuevo, Johnson cuenta con un reparto entregadísimo a la causa en el que conviene destacar la fascinante interpretación de Janelle Monáe, pero lo realmente importante es que repite también a la hora de dar forma a un guion tan complejo como hilarante, tan inteligente como ácido, tan laberíntico como satisfactorio. Una de las grandes películas de este año.
'Star Wars: Los últimos Jedi'
Aquí un fan del octavo capítulo de la saga cinematográfica más importante de la historia del cine. Mejor dicho, aquí un fan rendido ante uno de los mejores blockbuster de lo que llevamos de siglo. El valor de una película como la que entregó Rian Johnson es incalculable en su misma esencia de generador de debate, polémica y extremos, tres elementos que llevaban demasiado tiempo sin aparecer en el universo de 'Star Wars' y que, desde luego, no esperábamos que lo hiciera de una manera tan rotunda a estas alturas. Pero estos últimos Jedi pusieron la casa patas arriba dinamitando expectativas y desafiando a los admiradores y admiradoras de toda la vida, público anclado en uno de esos pasados en los que conviven millones de infancias siempre al borde de ser asesinadas, a través de una cantidad de sorpresas argumentales absolutamente abrumadoras.
Nada era como esperabas y esa era la mejor de las noticias posibles. El espectáculo visual no cesaba, pero la intensidad narrativa y épica de la historia iba de menos a más hasta alcanzar uno de los tramos finales más deslumbrantes que ha visto el género en mucho, mucho tiempo. Todas las intenciones de Johnson desembocaban en esos últimos minutos de cine mayúsculo, capaz de llevar toda una saga como 'Star Wars', se dice pronto, a otro nivel. Una obra maestra del entretenimiento que, por si fuera poco, se cerraba con uno de esos planos destinados a permanecer en la memoria colectiva. Las polémicas seguirán, es inevitable, pero ya nadie nos quitará esta experiencia maravillosa.