Sergio Leone es un género en sí mismo. Y uno de los más grandes e irrepetibles de la historia del cine. Y por supuesto que estas dos afirmaciones tienen mucho de excesivo y grandilocuente, pero es imposible tomar otra ruta a la hora de hablar del cineasta italiano. Todo en él y en su obra cuenta con estas inconmensurables dimensiones. No se trata de subrayados o grandilocuencia efectista y gratuita, ni muchísimo menos, sino de grandeza honesta, justificada e inolvidable. Y profundamente cinematográfica, por supuesto.
Con una filmografía no demasiado extensa en términos cuantitativos, pero prácticamente inabarcable en lo que respecta a la calidad, Leone comenzó en el péplum más liberado para crecer hasta convertirse en un gigante a lomos de un caballo fugitivo en medio del Oeste y finalizar su trayecto en una Nueva York de charcos rotos y amistades que se pierden entre el humo del futuro. Y así, sin poder señalar ni un solo fallo realmente destacado en su currículum artístico, Leone fue leyenda en vida y eterno tras su muerte.
A lo largo de este especial, repasamos todas y cada una de sus películas, ordenándolas del aprobado a la matrícula de honor y disfrutando una vez más del enorme placer de regresar a aquellos planos y escenas de inconfundible personalidad, épica y gloria. Sergio Leone, una institución, un cineasta inmortal, un director tan único como imprescindible.
Sergio Leone, de peor a mejor
'El coloso de Rodas'
Con su primer largometraje como director, 'El coloso de Rodas', Sergio Leone no solamente consiguió firmar el péplum italiano más exitoso en términos comerciales de la historia del cine, sino uno de los pocos ejemplos dentro del género en el que uno puede sentir que hay un cineasta detrás de la cámara. Una propuesta a la que el paso del tiempo ha sentado entre regular y mal en términos generales, aunque tampoco parece que en su momento tuviera demasiados elementos a favor para ser considerada una gran película, pero que, sin embargo, va más allá de la anécdota gracias a algunas escenas puntuales que nos permiten vislumbrar lo que estaba por venir en el arte de Leone. Una cinta, en definitiva, cuyo visionado no se queda en el simple afán completista. Funciona bien de manera individual, aunque, evidentemente, se queda en nada frente a la comparación con las futuras obras maestras de su responsable.
¡Agáchate, maldito!'
El principal y más notable problema con el que se encuentra '¡Agáchate, maldito!' es que venía precedida de, nada más y nada menos, que cuatro obras maestras consecutivas. Y es que, tras la espectacular Trilogía del Dólar y la inmensa, en todos los sentidos, 'Hasta que llegó su hora', Sergio Leone presentaba una película espléndida, sí, pero también profundamente irregular. Y es que, de repente, todo lo que funcionaba a las mil maravillas en sus trabajos previos, se convertía aquí en algo repetitivo, carente de emoción y alma. La sensación era, en definitiva, que ya nos habían contado esta historia antes y de una forma más memorable.
No ayudaba una banda sonora de Morricone omnipresente que tampoco es que destaque como una de sus mejores composiciones ni, sobre todo, un montaje con fallos realmente incomprensibles que expulsan al espectador. Sin embargo, no todo es malo en '¡Agáchate, maldito!', ni mucho menos, ya que estamos ante una cinta con muy buenos personajes, una historia bastante potente y escenas que nos recuerdan la grandeza incomparable de Leone. No son muchas, pero cuando hacen acto de presencia, maldita sea, no queda más que aplaudir con devoción. Una película imperfecta, desde luego, pero mucho más que recomendable.
'Por un puñado de dólares'
'Yojimbo', clásico de Akira Kurosawa que no ha perdido ni un ápice de su poder hipnótico a lo largo de las décadas desde su estreno en 1961, enamoró por completo a Sergio Leone, quien se decidió a realizar un remake ambientando la acción en el género western. Sin embargo, los responsables de la cinta oriental no dieron su brazo a torcer y no les cedieron los derechos de la película. ¿Paró eso el ímpetu y la voluntad de Leone? En absoluto. Así nació 'Por un puñado de dólares', primera entrega de la memorable Trilogía del Dolar del cineasta. Un 'capítulo' inicial que sorprendía a propios y extraños gracias a su facilidad pasmosa para encontrar una deslumbrante épica, a su protagonista, inolvidable Clint Eastwood, y a un clímax final que funcionaba como un auténtico reloj. Una demostración de genialidad en estado puro con la que Leone transformaba el género desde dentro, inundando todo de sangre, polvo, arena y silbidos de Morricone. Un clásico inoxidable.
'La muerte tenía un precio'
Desde su magistral prólogo hasta el último de sus planos, 'La muerte tenía un precio' es una lección de cine en constante movimiento. Tras el éxito de 'Por un puñado de dólares', Sergio Leone repetía con la práctica totalidad de su equipo para rodar una nueva obra maestra repleta de primeros planos, acción trepidante, diálogos de acero y, por supuesto, excesos marca de la casa perfectamente controlados . Ni mejor ni peor que su antecesora, ambas juegan cómodamente en la liga de la excelencia, 'La muerte tenía un precio' se aferraba a una serie de ases ya conocidos a los que todavía les quedaban muchas partidas por ganar. Absolutamente imprescindible.
'Hasta que llegó su hora'
Si en su anterior trabajo, la inconmensurable 'El bueno, el feo y el malo', Sergio Leone había conseguido el clímax final perfecto, con su siguiente trabajo, 'Hasta que llegó su hora', repitió la jugada cambiando el desenlace por el prólogo. Y es que los primeros compases de esta obra maestra, la cuarta seguida firmada por el cineasta italiano, tienen más cantidad de cine en estado puro, grande, inmenso, que un buen puñado de películas juntas. Si bien es cierto que en su conjunto cuenta con algún pequeño bache de ritmo, culpa principalmente de sus desorbitados 150 minutos de duración, estamos ante una propuesta de dimensiones tan gigantescas como memorables, tan excesivas como emocionantes, tan hermosas como hipnóticas. Una película inabarcable con la que Leone continuaba dejando su huella imborrable en la historia del cine.
PD: Aquí tenemos la mejor banda sonora de la carrera de Ennio Morricone. Casi nada.
'El bueno, el feo y el malo'
Pese a que 'Por un puñado de dólares' y 'La muerte tenía un precio' ya eran dos películas absolutamente magistrales, pocos podían esperar/soñar con un cierre para la Trilogía del Dólar tan rotundo en su perfección, emocionante en su épica y apasionante en su historia como 'El bueno, el feo y el malo'. Se trata, sencillamente, de una de esas obras en las que todos y cada uno de sus elementos funcionan al máximo de sus posibilidades, desde un reparto perfecto hasta una dirección superdotada, pasando por la inmortal banda sonora de Morricone, las ejemplares escenas de acción, los arrebatadores toques de drama, la hilarante comedia y, por encima de todo, un clímax final que ya es historia del séptimo arte. 'El bueno, el feo y el malo' no es solamente el mejor spaghetti western jamás rodado, es uno de los mejores western, sin más etiquetas, vistos en una pantalla.
'Érase una vez en América'
'Érase una vez en América' fue el proyecto más personal de toda su trayectoria profesional, sí, pero también supuso un auténtico quebradero de cabeza para Sergio Leone casi desde el principio. Empezó peleándose consigo mismo para dar forma a la mejor historia posible y finalizó el proyecto peleándose con, bueno, todo el mundo por las complicaciones para mantener intacta su visión a través de un montaje tan desorbitado como, en su opinión, absolutamente innegociable. Y es que, en un primer momento, el cineasta llegó a contar con cerca de diez horas de metraje utilizable que, tras decenas de idas y venidas en la sala de montaje, terminaron siendo seis. En ese momento, Leone se sentó frente a los productores de la cinta y les propuso estrenar la película en dos partes, recibiendo un rotundo no por parte del estudio. Este rechazo hirió casi de muerte al director, quien se vio obligado a 'recortar' la duración hasta alcanzar las 3 horas y 49 minutos.
Un desenlace que dejó profundamente insatisfecho al director italiano, pero que, sin embargo, no supuso ningún problema para que 'Érase una vez en América' se descubriera como la mejor película de toda su trayectoria. Y una de las más hermosas obras maestras de la historia del cine. Alejado del viejo Oeste y centrando su mirada en el Nueva York de principios del siglo XX, Leone entrega de manera rotunda su alma, corazón y recuerdos a lo largo de una historia de profunda e intensa melancolía y nostalgia, emotividad y poesía, belleza y desolación. Un prodigio cinematográfico de inicio a fin. Una experiencia inolvidable. Una película esencial.
