Hemos perdido la cuenta de las veces que Steven Soderbergh ha asegurado en los últimos años que se iba a jubilar, dejar la cámara aparcada y ponerse a pensar en otras cosas. Declaraciones que, al mismo tiempo, iban acompañadas de anuncios de un (ahora sí que sí) último trabajo con el que se despediría para siempre. Por suerte, nunca ha cumplido con su palabra.
Meterse de lleno en la trayectoria profesional del, tomamos aire, productor, guionista, director de fotografía, editor y director de cine estadounidense es toda una aventura. Y un enorme placer. Versatilidad pura, capacidad deslumbrante para mutar de película en película y una devoción evidente hacia el mimo que merece la imagen.
Sobre estos pilares, y la combinación de cine independiente y grandes producciones llenas de estrellas, se fija la carrera de, digámoslo ya, un genio. Una mente brillante, un talento absoluto para la creación de imágenes potentes y duraderas y un tipo que no es capaz de estar quieto. Siempre espera al cruzar la esquina otra película de Steven Soderbergh. O dos. O una serie. O un cortometraje. Poco importa, la alegría por el reencuentro es tan constante como comprensible.
Todo Soderbergh, de peor a mejor
'Bubble'

El sopor absoluto. Ni siquiera sobre el papel parece que 'Bubble' pudiese funcionar, pero, desde luego, en la pantalla queda confirmado que no. Una historia mínima con personajes con los que cuesta horrores conectar de alguna manera y que ni siquiera cuenta con un Steven Soderbergh mínimamente al que poder agarrarse para rescatar algo. Su peor y más incomprensible película hasta la fecha.
'Full Frontal'

Dos años después del Oscar por 'Erin Brockovich', los caminos de Julia Roberts y Steven Soderbergh se volvieron a juntar en 'Full Frontal'. Y ojalá entender el motivo. Experimentación que rima con bostezo y pedantería constante. Una de las peores películas de sus respectivas carreras.
'Déjales hablar'

Meryl Streep, Dianne West, Candice Bergen y pare usted de contar. Es una lástima que con un tridente de intérpretes tan fabulosas, West consigue el MVP, Steven Soderbergh no consiguiera un resultado superior, o al menos interesante, con 'Déjales hablar'. Buenas intenciones, pobres y bastante aburridos resultados.
'El último baile de Magic Mike'

Tres palabras: no era necesario. Steven Soderbergh regresaba a la saga tras la ya decepcionante segunda entrega, 'Magic Mike XXL', y, si bien la mejoraba, no conseguía aportar absolutamente nada a lo obtenido con la entrega inicial, la que debería haber sido única pieza de este particular universo cinematográfica. Alguna que otra buena escena y nada más que rascar en 'El último baile de Magic Mike'.
'Gray's Anatomy'

No, el 1996 no fue el mejor año de Steven Soderbergh. Junto a 'Schizopolis', otra de las propuestas menos interesantes de su carrera, el cineasta firmó 'Gray's Anatomy', comedia dramática que no lograba cumplir sus objetivos en ninguno de estos dos terrenos. Una cinta dirigida con garra y múltiples ideas, algo es algo, pero que se queda en poco más que eso, es decir, un ejercicio formal sin gracia ni emoción. Una obra realmente menor en su trayectoria.
'Schizopolis'

Escrita, dirigida y, atención, protagonizada por Steven Soderbergh. Más es menos, ya se sabe, y 'Schizopolis' no es una excepción. Considerada como una joya de culto por parte de la crítica y público, esta ¿comedia? es una de esas propuestas con las que se conecta al cien por cien o no hay nada que hacer. En cualquier caso, en términos estrictamente cinematográficos, estamos a varios kilómetros de distancia del mejor Soderbergh. En cualquiera de las facetas indicadas.
'Ocean's Twelve (Uno más en el juego)'

La peor entrega de la particular saga protagonizada por Danny Ocean, con amplia diferencia frente a sus dos competidoras, se dejaba llevar por su propio ego y fuerte autoestima hasta terminar siendo una de las miradas al ombligo cinematográficas más pesadas, incomprensibles y decepcionantes de los últimos años. Toda la diversión de su antecesora se esfumaba desde casi el primer minuto, dejando al espectador sin salida posible más allá de la de disfrutar de la presencia de un reparto en el que todos y cada uno de sus componentes parecía estar pasándoselo mucho peor que en su anterior aventura. Una de las grandes decepciones firmadas por Steven Soderbergh.
'High Flying Bird'

El mismo año en el que estrenó la (muy) superior 'The Laundromat: Dinero sucio', Steven Soderbergh estrenó, también en plataformas, una de sus propuestas más decepcionantes de los últimos años: 'High Flying Bird'. Grabada con un iPhone, técnica que ya había utilizado en la correcta 'Perturbada', el cineasta se metía de lleno en el terreno del drama deportivo, ofreciendo una visión tan interesante como, lástima, aburrida sobre lo que sucede en los despachos ubicados por encima de las pistas. Con un guion muy por encima de la realización, algo sorprendente teniendo en cuenta del director del que hablamos, 'High Flying Bird' se mueve constantemente en el lado opuesto de la épica y en el abrazo firme con el bostezo. Una oportunidad perdida.
'Perturbada'

Claire Foy. Solamente por ella ya merece la pena acercarse hasta 'Perturbada', cinta rodada íntegramente con un iPhone que fue (injustamente) vapuleada por la crítica tras su estreno en el Festival de Berlín. Y es que, si bien no termina de funcionar precisamente en su condición de experimento visual, este thriller psicológico cumple a la hora de generar intriga en el espectador, manteniéndole alerta a lo largo de una historia que, por desgracia, también falla en su último golpe. Una jugada más errática que maestra por parte de Steven Soderbergh.
'Bajos fondos'

'Bajos fondos', remake de la muy superior 'El abrazo de la muerte' de Robert Siodmak, supuso el primer acercamiento de Steven Soderbergh al cine de intriga, resultando un estreno algo desigual al que no le ha sentado nada bien el paso del tiempo. Envejecida en lo visual, su fotografía roza lo paródico, la cinta solamente destaca por algunas ideas visuales de primer nivel y, sobre todo, su apuesta por contar la historia de manera desordenada, logrando así mantener el interés y el suspense en todo momento.
'Kafka, la verdad oculta'

Dos años después de triunfar con su imprescindible debut ('Sexo, mentiras y cintas de vídeo'), Steven Soderbergh regresó con 'Kafka, la verdad oculta', biopic extraño y atrevido sobre una de las figuras más fascinantes de la historia de la literatura. Lastrada por un guion algo confuso y desorientado, la película consigue brillar con una fuerza irresistible en casi todo momento gracias a la dirección de un cineasta que confirmaba aquí su inmenso talento para crear instantes de una genialidad desbordante. En conjunto, 'Kafka, la verdad oculta' está lejos de las cimas de Soderbergh, pero aquí hay un buen puñado de destellos de su grandeza.
'El buen alemán'

A priori, 'El buen alemán' tenía todo a su favor para convertirse en una de las grandes obras de Steven Soderbergh. Historia, estrellas al frente, momento de su carrera, influencias, ambiciones...sin embargo, más allá de su deslumbrante acabado visual y su meta conseguida de parecer una película de los años 40 de inicio a fin, estamos ante una propuesta que pasa sin pena ni gloria frente a nuestros ojos. Se la puede admirar, ninguna duda al respecto, pero detrás de la preciosa cortina no hay prácticamente nada.
'The Laundromat: Dinero sucio'

Cuando Meryl Streep, Antonio Banderas y Gary Oldman están en pantalla, casi nada, 'The Laundromat: Dinero sucio' sencillamente vuela. Por desgracia, no sucede tanto como uno desearía y eso hace que la película termina siendo francamente irregular. Un 'pero' menor para un trabajo notable que encuentra en la dirección de Steven Soderbergh otro de sus puntos más fuertes.
'El rey de la colina'

'El rey de la colina' es, con amplia diferencia, la película más entrañable de la filmografía de Steven Soderbergh. Recibida con ovaciones por parte de la crítica tras su estreno en 1993, esta historia ambientada en los años 30 de Estados Unidos nos mostraba la cara más clásica de un cineasta que conseguía dar con la tecla exacta para enamorar sin resultar estomagante y emocionar sin necesidad de recurrir a golpes fáciles. Muy buena.
'Ocean's Thirteen'

Muchísimo más cercana al espíritu lúdico de la primera entrega que a la estomagante complejidad de su secuela, 'Ocean's Thirteen' es un entretenimiento de cinco estrellas donde la ausencia de riesgo o sorpresa se sustituye con toneladas de carisma y diversión. Probablemente la mitad de diálogos son improvisados y no se rodaron más de dos tomas de cada escena, pero menudo placer volver a encontrarnos con estos personajes y su esencia más reconocible.
'The Girlfriend Experience'

Tras deslumbrar con su monumental biopic sobre el Che Guevara, Steven Soderbergh apostó por la brevedad y la experimentación. Si su anterior trabajo contaba con una duración de más de cuatro horas, su siguiente proyecto, 'The Girlfriend Experience' no llegaba a los noventa minutos de duración. En apariencia, un respiro frente a la grandilocuencia y la dedicación obsesiva; en la práctica, su mejor obra de carácter experimental hasta la fecha. Centrando su mirada en la rutina de una prostituta de lujo que combina su trabajo con una vida doméstica de lo más cotidiana, Soderbergh entrega un hipnótico artefacto de arriesgado montaje y sobria puesta en escena, reforzada por esa encantadora mezcla de fragilidad y valentía que la debutante Sasha Grey transmitía desde su interpretación.
Una decisión de casting arriesgada, recordemos que la actriz era una de las grandes estrellas contemporáneas del cine porno, que se resolvió de la mejor manera posible, con una fusión perfecta entre intérprete y personaje. Mucho más cohesionada de lo que pueda parecer, 'The Girlfriend Experience' nos muestra la versión más arriesgada del cineasta, aquella en las que las pretensiones muchas veces se le han vuelto en contra. No es el caso.
'El soplón (The Informant)'

'El soplón (The Informant)' es una propuesta extraña de historia enrevesada, casi imposible de seguir, juguetona en su puesta en escena, perfecta en su montaje, ejemplar en su dirección y decididamente brillante en su interpretación protagonista. Y es que, más allá de la transformación física, lo que entrega aquí Matt Damon es un trabajo de una precisión milimétrica, adaptándose con decidida entrega a las paredes cinematográficas y narrativas generadas por un inspirado Soderbergh. Y no era nada sencillo. Un deslumbrante ejemplo de actor fusionado con el espíritu de una película y su correspondiente director.
'Kimi'

Thriller directo a la yugular. Con una sobresaliente Zoë Kravitz a la cabeza, 'Kimi' es una propuesta que nos devuelve al Steven Soderbergh más juguetón, dinámico y travieso. Suspense bien medido, escenas para el recuerdo, un ritmo perfecto y alguna que otra sorpresa realmente impactante terminan de redondear este fantástico entretenimiento.
'Indomable'

'Indomable' supuso una importante decepción para los amantes de la acción desenfrenada y caótica, pero se convirtió en una experiencia más que interesante para todos aquellos que esperaban la peor versión posible de Soderbergh. Y es que todo está bien claro desde el brillante prólogo: aquí tenemos a un cineasta en la búsqueda permanente de la escena de acción perfecta y en el intento de confeccionar el blockbuster vertiginoso más gélido posible.
No hay banda sonora que subraye cada golpe, no hay efectos especiales deslumbrantes, no hay fuegos artificiales que nos dejen con la boca abierta, pero a cambio tenemos peleas coreografiadas como si se trataran de la danza más sofisticada, persecuciones planificadas con maestría absoluta y una dirección de cinco estrellas. Incomprendida e infravalorada a partes iguales, 'Indomable' sigue siendo una de las mejores películas de Soderbergh por lo que tiene de sorprendente.
'Solaris'

'Solaris', remake de la imprescindible obra maestra de Andrei Tarkovsky, nos ofreció la posibilidad de ver la manera en la que se comportaba Steven Soderbergh en el género de la ciencia ficción. Cero sorpresas: cumplía con nota. Y es que, aunque George Clooney no terminaba de funcionar demasiado como afectado protagonista, el cineasta se las apañaba para componer un fascinante, calmado y desolador poema espacial cuyo eco quedaba resonando en la cabeza tiempo después de que apareciesen sus títulos de crédito. Quizás somos pocos los que la defendemos, pero lo hacemos con el corazón en la mano.
'Magic Mike'

El tiempo la ha convertido en un clásico de culto, pero lo cierto es que, ya desde su estreno, 'Magic Mike' funcionaba muy por encima de lo esperado. Fuera prejuicios, aquí tenemos un ejercicio de cine en pleno estado de inspiración por parte de un Steven Soderbergh que en ningún momento transmite la sensación de estar cumpliendo con un trámite o encargo. Una historia que crece paso a paso hasta llegar a un último tramo especialmente memorable y que se eleva sobre los hombros (y espaldas, piernas, rostros) de un reparto fabuloso. Sensacional.
'Che, Guerrilla'

Al igual que su compañera de dupla, 'Che, Guerrilla' se disfruta sin reservas gracias, por encima de todo, a un director fascinado por su protagonista, meticuloso en cada plano y obsesionado con trazar el recorrido más detallado posible de una vida apasionante. Y lo consigue con creces. Formidable.
'Presence'

La última película estrenada por Steven Soderbergh, calma, la próxima llegará el próximo abril, se suma felizmente a los puestos altos de la lista. Cuento de terror con las dosis justas de melodrama familia y con un manejo de suspense que se mueve entre la tradición y la vanguardia, esta sensacional 'Presence' cala hasta los huesos con su visión melancólica, salvadora y penetrante de los ojos de un fantasma. Una obra pequeña, pero que atraviesa hasta dejar una inesperada huella emocional. Una joya.
'Efectos secundarios'

Mucha gente criticó con dureza 'Efectos secundarios' por esconder en su interior dos películas totalmente diferentes. La cinta de Steven Soderbergh es, primero, un drama sobre el poder de la depresión, un análisis de la factura que deja esta bestia sin piedad ni paciencia y, además, una denuncia algo liviana y superficial de la manera en la que las farmacéuticas aprovechan esta situación para llevar a cabo su objetivo más importante, es decir, el de hacer el mejor negocio posible. Pero, asentados personajes y trama, Soderbergh decide entonces realizar un giro de 180 grados y convertir su historia en un thriller clásico, con ecos del mismísimo Alfred Hitchcock.
Y si bien es cierto que ese primer tramo resulta especialmente logrado, con capacidad para captar la atención del espectador, sumergido en un retrato de la depresión que destaca las características más caóticas de la enfermedad, Soderbergh se nota mucho menos pretencioso, más liberado, como si disfrutara más de su criatura, cuando se centra en la sorpresa tras sorpresa. ¿Qué tenía un filón para rodar una sobria y elegante denuncia a la mafia farmacéutica y el juego que establece con nuestras enfermedades? Sí. ¿Qué le apetecía hacer un, igual de sobrio y elegante, thriller de toda la vida para disfrute del gran público? Pues también. Y le salió mejor que bien.
'El halcón inglés'

Liderada por un inmenso Terence Stamp, 'El halcón inglés' es un ejemplo perfecto para comprobar como una historia de venganza algo previsible y trillada se convierte en manos de Steven Soderbergh en cine excitante e hipnótico. Un thriller que te agarra desde su brillante arranque y no te suelta hasta un desenlace de ovación cerrada. Magnífica.
'Che, el argentino'

Si vas a hacer un biopic sobre Ernesto 'Che' Guevara, hazlo en serio, pon toda la carne en el asador y dalo absolutamente todo. ¿Necesitas más de 300 minutos? Adelante. ¿Quieres que lo lidere la mejor versión posible de Benicio Del Toro? Tuyo es. ¿Tienes la oportunidad de contar en el reparto con, entre otros, Eduard Fernández, Jordi Mollà, Antonio de la Torre, Gastón Pauls o Julia Ormond? No te cortes. Y así, Soderbergh estructuró la visión más ambiciosa, exhaustiva y contundente sobre una de las figuras claves de la historia.
'Un romance muy peligroso (Out of Sight)'

La pregunta es clara, ¿podría ser 'Un romance muy peligroso' mejor de lo que es? La respuesta es contundente: no. Soderbergh sacaba el máximo partido a una historia que, de caer en otras manos, podría haberse quedado en un entretenimiento que consigue el aprobado justo gracias exclusivamente a los giros que ofrece su trama. Sin embargo, el cineasta conseguía ir mucho más allá, diseñando un notable thriller en el que todo funciona mucho mejor de lo esperado, tanto en la forma, tan maravillosa como sofisticada, como en el fondo, con una historia de amor, intriga y acción que cumplía con todos sus objetivos.
'La suerte de los Logan'

Injustamente olvidada a la hora de señalar las películas más destacadas de la carrera de Steven Soderbergh, especialmente en lo que respecta a la última década, 'La suerte de los Logan' sigue siendo varios años después de su estreno un entretenimiento inspiradísimo. Buena historia, notable puesta en escena marca de la casa, carcajadas, golpes de lágrima y un conjunto de intérpretes en estado de gracia con la explosiva química entre Adam Driver y Channing Tatum a la cabeza. Dos actores entregados por completo a una causa cinematográfica que merece un mayor reconocimiento y reivindicación.
'Sin movimientos bruscos'

Sí, otra vez un reparto increíble. Y sí, otra vez una dirección portentosa. La última gran película de Steven Soderbergh se llama 'Sin movimientos bruscos' y, por desgracia, se estrenó de tapadillo en HBO, privándonos de la posibilidad de disfrutar de ella en la gran pantalla que merecía. Estilo, elegancia, ritmo, precisión absoluta en la puesta en escena, formidable guion e interpretaciones de altura. Una gozada de inicio a fin.
'Contagio'

'Contagio' podría haber sido muchas películas diferentes pero se 'conforma' con ser una global, repleta de miedos tan primarios como universales. Es difícil saber el modo en el que reaccionaría cada uno de nosotros ante una situación como la que se nos presenta pero, lo que está claro, es que no se podía contar una historia así de un modo más realista y con tanta capacidad para la identificación con alguno de sus personajes. En definitiva, Soderbergh hiela la sangre a través de los ojos de un virus que no conmueve el corazón pero que sí ataca al cerebro y los sentidos, tejiendo una tela de araña en la que es sencillo entrar y muy difícil salir. Uno de sus trabajos más memorables.
'Erin Brockovich'

Dentro del extenso y fascinante catálogo de Steven Soderbergh, 'Erin Brockovich' juega uno de los papeles más comerciales, accesibles y populares. Y es que, tanto por su trama como por su personaje principal, esta historia basada en hechos reales se presenta al espectador abriendo los brazos de par en par, entregando exactamente el tipo de película que uno puede esperar de ella y dando en la tecla de cada componente emocional necesario para la sonrisa cómplice. Otro formidable trabajo en la filmografía del cineasta que encuentra en una Julia Roberts de (merecido) Oscar a la cómplice soñada.
'Detrás del candelabro'

De primeras, la combinación de Steven Soderbergh y HBO ya pone los dientes largos. Por eso, cuando se anunció que el proyecto que el director planeaba llevar a cabo en 2013 era una película destinada a su emisión en el canal estrella de la televisión de las últimas décadas, la impaciencia se adueñó por completo del lugar. Sin embargo, en el momento en el que se detalló que la propuesta, 'Behind the Candelabra', sería un biopic sobre Liberace, una de las estrellas más delirantes y extravagantes de la historia del mundo del espectáculo estadounidense, la pasión disminuyó, aunque, claro, hablamos de Soderbergh, así que nunca se puede perder toda la esperanza. Ni mucho menos. De hecho, nos volvimos a equivocar con nuestras inquietudes y terminamos dándonos de bruces con una de las mejores obras de la carrera del director.
Un trabajo deslumbrante en su factura técnica, algo que siempre se da por hecho con Soderbergh, pero más emocionante que ninguna de sus películas anteriores, capaz de llevar al espectador hasta ese punto tan ansiado en el que la sonrisa y la lágrima se descubren de manera simultánea. Todo ello no sería posible sin las interpretaciones de Matt Damon, y especialmente, de Michael Douglas, impresionante en uno de esos trabajos que dejan huella. En definitiva, uno de los grandes biopics de los últimos años de la mano de un Soderbergh deslumbrante.
'Traffic'

Y la Academia se rindió a Soderbergh. Doblemente nominado a Mejor Director por su labor en 'Erin Brokovich' y esta 'Traffic', el cineasta saboreaba en el año 2000 las mieles de los premios más importantes de la industria de Hollywood y el reconocimiento unánime de la crítica. El relato que construía esta última obra sobre el mundo de la droga y el narcotráfico a través de distintas historias ha envejecido un poco peor de lo esperado, especialmente en el terreno visual, pero su contundencia dramática y su árida crudeza para golpear el estómago y el cerebro de los espectadores se mantiene intacta.
El Oscar a Mejor Película se le escapó en el último segundo, cayendo en las manos del 'Gladiator' de Ridley Scott, pero Soderbergh consiguió alzarse con la estatuilla a la mejor dirección gracias a su imponente labor en esta obra impecable e implacable.
'Ocean's Eleven (Hagan juego)'

La relación entre la taquilla y Soderbergh no ha sido nunca especialmente positiva. Mientras la inmensa mayoría de la crítica se rendía película a película ante el talento del cineasta, el público nunca terminaba de responder con excesiva pasión. Hasta que llegó 'Ocean's Eleven', remake de la película homónima de 1960 en la que un grupo de once delincuentes se ponen manos a la obra para redondear el golpe perfecto, desplumar a la vez tres de los casinos más importantes de la ciudad de Las Vegas. Si buscamos razones para su éxito mundial, la respuesta fácil y evidente sería citar a su reparto.
Y es que contar con, atención, Brad Pitt, George Clooney, Matt Damon, Julia Roberts, Casey Affleck, Don Cheadle y Andy Garcia, es jugar sobre seguro. Pero es que, además, Soderbergh volvía a entregarse en cuerpo y alma, elevando al infinito su capacidad para entregar el espectáculo más elegante posible. Todo en su dirección es vibrante, juguetón, divertidísimo. Uno es plenamente consciente de que se lo está pasando bomba en esta historia repleta de sorpresas, carisma y diversión. El entretenimiento perfecto.
'Sexo, mentiras y cintas de vídeo'

Digamos que hay peores maneras de empezar una carrera que con una Palma de Oro en el Festival de Cannes, el premio del público en Sundance y una nominación al Oscar en la categoría de Mejor guion. Pero es que el primer largometraje de Steven Soderbergh, 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo', sigue siendo uno de los debuts más redondos de las últimas décadas. Y el impacto es aún más contundente si pensamos que se trata de una película escrita en poco más de una semana, rodada y montada en dos meses y con un presupuesto que no llegaba a los dos millones de dólares. Ah, y Soderbergh, que se encargaba del impresionante libreto y de la fascinante dirección, no llegaba a los treinta años.
Factores que elevan todavía más el valor de una obra maestra marcada por diálogos de oro, interpretaciones de primer nivel y alguna de las escenas más inquietantes y hermosas que nos ha regalado Soderbergh a lo largo de su carrera. Impecable de principio a fin. El mejor inicio posible para una carrera única. Y su mejor película.