Años después del estreno de 'Matrix' en 1999, las hermanas Wachowski se identificaron públicamente como mujeres transexuales y esto hizo que la gente reexaminase la saga bajo una nueva perspectiva dando lugar a la teoría de que la historia de Neo era una alegoría sobre la experiencia de las personas trans . Pero era eso, una teoría, al menos hasta ahora que Lilly Wachowski ha confirmado esta lectura como su intención principal, aunque el público de aquel momento no estuviese preparado para aceptarla.
"Me alegro de que se haya revelado que era la intención original, pero el mundo no estaba preparado, el mundo corporativo no estaba preparado para algo así", comentaba la co-directora en un vídeo que promociona la llegada de las películas a Netflix 21 años después de su debut en la gran pantalla. Lilly ya había dado pistas sobre la veracidad de esta interpretación en el discurso de aceptación del premio GLAAD que recibió en 2016 por la serie 'Sense8', pero no había sido tan clara hasta. "Me encanta lo relevante que estas películas son para las personas transexuales cuando se acercan a decirme «me salvaron la vida». Cuando hablas sobre la transformación, especialmente en la ciencia ficción, que va precisamente sobre la imaginación, sobre construir un nuevo mundo y la idea de lo imposible convirtiéndose en posible, eso les habla realmente", añade en el vídeo que puedes ver en YouTube.
Lejos del cine
La primera entrega de la franquicia fue un éxito descomunal alcanzando los 460 millones de recaudación mundial frente a su presupuesto de 63 millones de dólares. Esto condujo a dos secuelas, 'Matrix Revolutions' y 'Matrix Reloaded', estrenadas ambas en 2003 con tan solo seis meses de diferencia. Este 2020, dos décadas después de la primera película, 'Matrix 4' se encontraba en pleno rodaje cuando atacó la pandemia del coronavirus y tiene programado su estreno para el 1 de abril de 2022. Esta cuarta entrega está dirigida solamente por Lana Wachowski, ya que Lilly abandonó definitivamente Hollywood hace unos años, cuando el éxito y la sobreexplotación corporativa fueron demasiado para ella: "Entré en la industria cuando las películas estaban en su máximo apogeo, antes de que las juntas directivas y el mercado encontraran la forma de pelearse por ellas. Eventualmente todas esas personas acabaron en la habitación contigo, detrás de la máquina de escribir, de la lente de la cámara y del programa de edición. Me creó un malestar personal. Llegué a un punto de ruptura y tuve que alejarme", contó la directora en una entrevista para The Hollywood Reporter.
