Nacido en Lousville, Kentucky, en 1952, Gus Van Sant empezó a sentir pasión por el cine siendo aún adolescente, momento en el que ya empezó a rodar una serie de cortometrajes caseros gracias a su cámara de Super 8. Con una forma de vida un tanto nómada, que le llevó a vivir en varios lugares de Estados Unidos y Europa, llegó a recibir clases de cine a finales de los setenta por parte de nombres de la talla de Andy Warhol, de quien pareció heredar algo de su esencia como cineasta asociado al movimiento underground.
No sería hasta 1985 cuando debutaría como director con su primer largometraje, 'Mala noche', el cual le servía como carta de presentación al mundo. Rodada en blanco y negro con poco más de 25.000 dólares y una cámara de 16mm, la película abordaba algo que ha estado presente en la trayectoria de Van Sant desde sus orígenes: el representar en pantalla a una serie de personajes marginales y su adscripción a la lucha por los derechos del colectivo LGTB, pudiendo considerar su figura como una de las claves dentro del cine queer, junto a nombres como los de Harmony Korine, Todd Haynes o Gregg Araki.
Entre lo indie y el mainstream
Pese a que la carrera de Van Sant haya estado siempre adscrita a la corriente del cine independiente, han sido algunas (pocas) las ocasiones en las que el director ha conseguido llegar a las grandes masas, aunque ello haya sido únicamente gracias a sus colaboraciones con nombres que la Academia de Hollywood ha tenido presentes repetidas veces. Títulos como los de 'El indomable Will Hunting' o 'Mi nombre es Harvey Milk' vendrían a ser los más notables en cuanto al reconocimiento de un cineasta que no siempre ha encontrado en la crítica el respaldo que merecía.
Tales son los casos de la incomprendida 'Psicosis', remake cuya esencia nadie pareció (ni quiso) entender en su momento, o de una de sus últimas producciones, 'El mar de árboles', recibida entre abucheos en el festival de Cannes de 2015 por la gran mayoría de críticos de todo el mundo. Sin embargo, en esa carrera con algún que otro altibajo, nos encontramos con una de las voces que han sabido mantener su propia personalidad dentro del cada vez más competitivo mundo del séptimo arte.
Con más de cuarenta títulos dirigidos, entre los que nos encontramos desde cortometrajes de corte experimental a trabajos para la televisión que van desde miniseries a documentales, en el presente especial quien esto escribe ha realizado una selección con las diez películas de Gus Van Sant (quien recientemente ha estrenado 'No te preocupes, no llegará lejos a pie') que nadie debería pasar por alto. Evidentemente, no están todas las que son, pero sí son (pequeñas joyas) todas las que están.
Lo mejor de Gus Van Sant
'Psicosis'
Puede que a muchos les parezca una aberración tener en cuenta el remake de 'Psicosis' entre las diez mejores películas de Gus Van Sant, pero aunque solo sea por el valor que el film tiene como experimento cinematográfico, hay que saber valorarlo como se merece.
Era 1998 cuando al director se le encargaba la dirección de la mítica película de Alfred Hitchcock, la cual, y sabiendo que lo suyo iba a ser una tarea difícil, decidió llevar a cabo su propia versión copiando plano a plano el título original. ¿El resultado? Un curioso film por el que desfilaron rostros como los de Anne Heche, Vince Vaughn, Julianne Moore, Viggo Mortensen y William H. Macy.
'Last days'
Basada en un guion del propio Gus Van Sant, en 2005 llegaba 'Last days', título que dividió a la crítica y que, jugando con una puesta en escena un tanto experimental, se inspiraba en los últimos días de Kurt Cobain, el líder de Nirvana.
En ella, Michael Pitt se convierte en Blake, un cantante que pese a parecer estar rodeado de gente, se encerrará en sí mismo y en su soledad cuando asimile que todos aquellos que se acercan a él lo hacen por interés. Será entonces cuando se adentre en la inmensidad de un bosque que le servirá para componer su última canción. El Festival de Cannes le otorgó un Premio Técnico destacando su diseño de sonido.
'Tierra prometida'
Ovacionada en la Berlinale de 2013, 'Tierra prometida' vino a ser la aportación al cine social de Gus Van Sant hacia el tema de la crisis económica de 2008.
Con un guion escrito por Matt Damon y John Krasinski, la película nos llevaba hasta la América rural para presentarnos a Damon como Steve Butler, el ejecutivo de una empresa que es enviado a una localidad remota para que sean el encargado de comprar los derechos de perforación a los dueños de las tierras. Le acompañará Frances McDormand, su compañera y principal testigo de cómo la crisis ha azotado la zona, haciendo que ambos se tengan que replantear si su trabajo traspasa algún tipo de línea de la ética.
'Mi Idaho Privado'
En 1991 Gus Van Sant se alzaba con el premio FIPRESCI en Toronto, título con el que River Phoenix revalidaba su título como uno los actores revelación de su generación.
Con guion del propio Van Sant, 'Mi Idaho Privado' seguía el día a día de dos chaperos de Portland, Mike Waters (Phoenix), que padece narcolepsia, y Scott Favor (Keanu Reeves), adentrándose en el viaje de autodescubrimiento de ambos y su relación de amistad.
'Paranoid Park'
Basándose en la novela homónima de Blake Nelson, en 2007 Gus Van Sant presentaba en Cannes 'Paranoid Park', con la que volvía a hacer un retrato de la adolescencia tal y como había venido haciendo en repetidas ocasiones a lo largo de su filmografía.
Para ello, nos llevaba hasta las inmediaciones de Paranoid Park, un parque público en una zona conflictiva de Portland, donde ha tenido lugar un extraño crimen sin resolver que hará que la policía tenga que llevar a cabo su investigación en un instituto cercano.
'Todo por un sueño'
Era 1995 cuando Gus Van Sant presentaba en Cannes su quinto largometraje como director, 'Todo por un sueño', basado en una novela de Joyce Maynard adaptada a guion por Buck Henry ('El graduado').
El film, presentado en clave de comedia negra, servía para que Nicole Kidman ganase su primer Globo de Oro en la categoría de Mejor Actriz en Comedia o Musical, gracias a su interpretación como Suzanne Stone, una ambiciosa joven que está dispuesta a todo con el fin de triunfar como presentadora de televisión, aunque eso suponga el hecho de que debe quitarse de en medio a su marido, a quien considera un obstáculo en su camino hacia el éxito. Joaquin Phoenix y Matt Dillon acompañaban a Kidman en esta sátira que tenía mucho de vendetta personal hacia la forma en la que los medios de comunicación habían tratado a Van Sant en un pasado.
'El indomable Will Hunting'
En 1997, 'El indomable Will Hunting' se alzaba con el Oscar al Mejor Guion Original para Matt Damon y Ben Affleck, y con el de Mejor Actor Secundario para Robin Williams, siendo el film de Gus Van Sant que mejor pareció encajar en los estrictos cánones de la Academia de Hollywood.
En él, un joven con un talento innato para el cálculo, Will (Damon), deberá hacer frente a un dilema que podría cambiar su vida: continuar con su plácida existencia como cualquier joven de su edad, o hacer una carrera dentro de la universidad, aprovechando sus dotes para las matemáticas. Sean Maguire (Williams), un profesor de psicología, se convertirá en el principal apoyo del joven y le ayudará a tomar decisiones acerca de su futuro a la vez que le ayuda a desentrañar los traumas de su pasado.
'Drugstore Cowboy'
Estrenada en 1989, 'Drugstore Cowboy' era la verdadera consagración de Gus Van Sant como nuevo talento del cine indie, después de haber debutado en 1986 con 'Mala noche'. Basada en la novela de James Fogle, el guion corrió a cargo de Daniel Yost y el propio Van Sant, y el film fue presentado en el Festival de Toronto.
Tomando varios elementos del cine western, el film que tenía como protagonistas a Matt Dillon, Kelly Lynch, Heather Graham y James LeGros, causó furor en el circuito de premios de cine indie y se convertía en el reflejo de parte de una realidad vivida en la década de los setenta: la de varios drogadictos que verán como deben tomar las riendas de su vida a raíz de un trágico suceso que cambiará sus vidas.
'Mi nombre es Harvey Milk'
Junto a 'El indomable Will Hunting', 'Mi nombre es Harvey Milk' acabó convertida en la película de Gus Van Sant que logró convencer a la Academia para la carrera de premios de 2008.
A modo de biopic y con un guion escrito por Dustin Lance Black (Oscar al Mejor Guion Original), la película servía como retrato de Harvey Milk, quien fuera el primer político estadounidense abiertamente homosexual escogido para un cargo público en los años setenta, y que le valió su segundo Oscar al Mejor Actor para Sean Penn. El film narrará de forma impoluta el ascenso de Milk dentro del movimiento por la igualdad de derechos en la comunidad LGTB de California, a la vez que nos presenta la relación tóxica que el empresario reconvertido a político mantuvo con Jack Lira (Diego Luna).
'Elephant'
La polémica estuvo asegurada desde el momento en el que se conoció que 'Elephant' estaba inspirada en la trágica matanza de la Escuela de Secundaria de Columbine, llevada a cabo en 1999 por Eric Harris y Dylan Klebold en Columbine, en el condado de Jefferson, Colorado.
Con un guion original escrito por el propio Gus Van Sant, la película le hizo alzarse con la Palma de Oro y el premio al Mejor Director en el Festival de Cannes, y en ella el realizador deja clara su visión acerca de la política de armas en los Estados Unidos, convirtiéndose junto al 'Bowling for Columbine' de Michael Moore en un descarnado reflejo social de una problemática que sigue presente en el país de la doble moral por antonomasia, narrando en un tono casi poético los momentos antes a la brutal tragedia que conmocionó al mundo de finales del siglo XX.
