Nacida en 1945 en Los Angeles, la figura de Mia Farrow ha conseguido permanecer impertérrita al paso de los años gracias a una filmografía que muchos podrían envidiar, ya que en lo más alto de sus éxitos se sitúa una de las películas de culto más recordadas en todo el mundo: 'La semilla del diablo', que protagonizó con tan solo 23 años.
Habiendo debutado a principios de los sesenta en televisión, fue en el culebrón 'Peyton Place' donde tuvo la primera oportunidad de demostrar su talento como actriz, ya que estuvo interpretando a Allison MacKenzie entre 1964 y 1966. Gracias a Roman Polanski, su rostro se hacía mundialmente famoso y pasaba a ser una de las actrices con las que muchos deseaban poder trabajar.
De mito del terror a musa indie
Casada con Frank Sinatra entre 1966 y 1968, la figura de Farrow se ha visto salpicada en repetidas ocasiones por sus rupturas amorosas. Aquella amarga notificación de divorcio por parte de Sinatra llegándole al rodaje de 'La semilla del Diablo' (dejando a la actriz en pleno shock). O las brutales acusaciones que no se ha cansado de lanzar sobre Woody Allen desde su separación en 1992.
Sin embargo, y pese a que la carrera de Farrow pareciese ir bien encaminada por aquel entonces, hay que tener en cuenta que no habría sido la misma de no haber conocido a Allen, quien la convertiría en su musa desde 1979 y a lo largo de los trece largometrajes que rodaron juntos.
En el presente especial, hacemos un repaso a los mejores papeles de Mia Farrow, los cuales van desde sus coqueteos con el cine de terror hasta que se transformó en icono indie por obra y gracia de su, por entonces, pareja sentimental. Así es como viajamos desde 1968 a 1992, los años que reúnen lo más logrado de la actriz, cuyos últimos papeles a recordar en los últimos tiempos vendrían a ser su participación en el soso remake de 'La profecía' o su colaboración con Todd Solondz en 'Dark Horse'. Porque antes de todo esto, Mia Farrow fue muy grande.
Lo mejor de Mia Farrow
Rosemary Woodhouse en 'La semilla del Diablo'
Con la tercera película en la que tuvo un papel relevante, Mia Farrow se convirtió en el todo un mito para el cine de terror gracias a Roman Polanski.
Tras haber participado en dos dramas históricos, 'Cañones en Batasi' y 'Sentencia para un Dandy', en 1968 enamoró al mundo gracias al sufrido personaje de Rosemary Woodhouse, quien tras mudarse junto a su marido Guy (John Cassavetes) a un edificio en Central Park, entablará amistad con un extraño matrimonio vecino. Después de quedarse embarazada, solo recordará cómo una criatura de aspecto demoníaco podría haberle engendrado al hijo que lleva dentro.
Nominada al Globo de Oro por su interpretación, 'La semilla del diablo' sirvió para que Farrow no solo se consagrase como actriz, sino también como icono de moda para la época.
Sarah en 'Terror ciego'
En 1971 Richard Fleischer fichaba a Mia Farrow para que protagonizase 'Terror ciego'.
En la película, ejemplo clave de woman in peril film, encarnó a Sarah, una joven invidente que se verá acechada por un peligroso psicópata después de mudarse a la casa de sus tíos. Gracias a su papel, logró enriquecer el arquetipo de final girl propio de este tipo de películas (un subgénero en sí mismo), el cual ya había llevado a cabo de forma parecida unos años antes Audrey Hepburn en 'Sola en la oscuridad' y que años después tendría otras notables encarnaciones de la mano de Jennifer Jason Leigh en 'Los ojos de un extraño' o, más recientemente, Belén Rueda en 'Los ojos de Julia' y Kate Siegel en 'Hush'.
Julia Lofting en 'Escalofrío'
En 1977 Richard Loncraine dirigiría una de las rarezas del cine de terror de los setenta que bien merecen una reivindicación como obra de culto.
Basada en la novela 'Julia' de Peter Straub, nos presenta una venganza de ultratumba por parte del fantasma de una niña, cuyo misterio intentará resolver Mia Farrow poniéndose en la piel de Julia Lofting, una mujer traumatizada por la muerte de su hija.
Tras su premiere mundial en el Festival de San Sebastián de 1977, fue estrenada en el Reino Unido con el nombre de 'Full circle', convirtiéndose en un fracaso comercial que intentaron resolver en 1981, estrenándola en Estados Unidos bajo el nombre de 'The Haunting of Julia'. El público tampoco la respaldó y acabó cayendo en un olvido del que está pidiendo a gritos ser rescatada.
Jacqueline De Bellefort en 'Muerte en el Nilo'
En el año 1978 Mia Farrow se convertía en Jacqueline De Bellefort, una de las protagonistas de 'Muerte en el Nilo', adaptación de la novela de Agatha Christie dirigida por John Guillermin.
En ella, compartió reparto con nombres de la talla de Peter Ustinov (como Hércules Poirot), Angela Lansbury, Bette Davis, Jane Birkin, Maggie Smith, George Kennedy y Olivia Hussey. Justo un año después, su carrera tomaría un sendero totalmente diferente al que hasta entonces había estado siguiendo.
Tina Vitale en 'Broadway Danny Rose'
Desde que en 1979 iniciase su relación sentimental junto a Woody Allen, Mia Farrow se convirtió en la musa del director.
Después de protagonizar 'La comedia sexual de una noche de verano', 'Zelig', en 1984 llegó su tercera película juntos, 'Broadway Danny Rose', donde interpretó a Tina Vitale, inolvidable rol por el que fue nominada al Globo de Oro.
Cecilia en 'La rosa púrpura de El Cairo'
En 1985 llegaba otro de los grandes papeles en la carrera de Mia Farrow, y lo hacía como no podía ser de otra manera de la mano de Woody Allen.
En 'La rosa púrpura del Cairo', el director convierte a su musa en Cecilia, una mujer que en plena Gran Depresión americana se evade de la triste realidad acudiendo al cine, hasta que el protagonista de su película favorita, un arqueólogo llamado Tom Baxter interpretado por Jeff Daniels, sale de la pantalla para poder conectar en el mundo real con su admiradora.
La película con la que Allen ganó su primer Globo de Oro, también le valió a Farrow una nueva nominación en la categoría de actriz.
Hannah en 'Hannah y sus hermanas'
'Hannah y sus hermanas' fue la quinta película en la que Mia Farrow y Woody Allen trabajaron juntos.
En ella, Farrow era la Hannah del título, el principal punto de apoyo de sus dos hermanas menores, Holly (Dianne Wiest) y Lee (Barbara Hershey), cuya vida se tambaleará cuando durante un Día de Acción de Gracias descubra que su marido Elliot (Michael Caine) se siente atraído por una de sus cuñadas.
Pese a la total entrega de Farrow, la Academia solo reconoció en el apartado de interpretación a Caine y Wiest, galardonados con sendos Oscar en 1987.
Halley Reed en 'Delitos y faltas'
Considerado como uno de los grandes films de Woody Allen, en 1989 se estrenaba 'Delitos y faltas', donde Mia Farrow estaba presente como personaje secundario.
En esta comedia de historias cruzadas con el personalísimo sello del director, la actriz interpreta a Halley Reed, la productora asociada del personaje de Clifford Stern (Allen), un documentalista que tiene que rodar una película sobre su odioso cuñado, un exitoso productor televisivo llamado Lester (Alan Alda).
Alice Tate en 'Alice'
En 'Alice', Mia Farrow regala al público una de sus interpretaciones más icónicas (con permiso de la Rosemary de 'La semilla del diablo').
Fue su undécima colaboración junto a Woody Allen, en la que se convirtió en una acaudalada mujer que vive aburrida en su burbuja de riqueza, en la que hallará un vacío que llenarán un atractivo hombre y los poderes de un brujo de Chinatown. Por su trabajo en esta comedia romántica con toques fantásticos libremente basada en una obra de Federico Fellini, Farrow conseguía una nueva nominación al Globo de Oro.
Judy Roth en 'Maridos y mujeres'
Como si de una premonición se tratase, 'Maridos y mujeres' se estrenó en 1992, el mismo año en el que Mia Farrow y Woody Allen terminaban con su relación y en el que saltó el escándalo que ha ido ligado desde entonces a los reproches y acusaciones entre ambos.
En la película, la hasta entonces aparentemente feliz pareja interpretó a Gabe y Judy Roth, un matrimonio bien avenido que tras el anuncio de que sus amigos Jack (Sydney Pollack) y Sally (Judy Davis) se van a separar, empezará a plantearse hacia dónde va su propia relación. Él, entablará una relación con una de sus alumnas y ella se sentirá atraída por un amigo de Sally.
Es curioso que la última vez que trabajaron juntos fuese para retratar la descomposición del matrimonio, algo en lo que la propia Farrow se encargó de regocijarse debido a las fuertes acusaciones de abuso que sigue manteniendo a día de hoy sobre Woody Allen.