En tiempos en los que el Muro el Berlín aun estaba en pie, empezó a establecerse lo que acabaría convertida en una corriente cinematográfica con sello alemán. Los ochenta habían sido los años en los que desde Italia se había apostado por el gore, y para muestra tenemos los casos del cine de Lucio Fulci y varios títulos de la filmografía de Dario Argento. En Japón, lo que acabaría siendo conocido como el ultragore japonés, empezó a dar sus frutos en aquella misma época, con la saga 'Guinea Pig' como principal estandarte del género.
Así es como podemos establecer el nacimiento del ultragore japonés en el año 1987, con el estreno de uno de los títulos más polémicos y perturbadores de la historia del cine: 'NEKRomantik', la cual se atrevía a reflejar ante la cámara uno de los mayores tabúes de la humanidad: el de la necrofilia.
La tríada de directores
El responsable de la película fue Jörg Buttgereit, un joven de 24 años apasionado del cine de terror, la serie B y las películas de monstruos, que concibió su ópera prima como un título de arte y ensayo en el que poder divagar en torno a las pulsiones del amor y la muerte. Porque, en el fondo, 'NEKRomantik' era una historia romántica. Con mucho sexo depravado y cadáveres, pero romántica al fin y al cabo.
El sello de Buttgereit quedó impregnado en el resto de sus producciones, en las cuales siempre representó a personajes marginales y apostó por la sordidez, algo en lo que se diferencia totalmente el segundo nombre a tener en cuenta en cuanto hablamos de ultragore alemán: Olaf Ittenbach. Este, otro apasionado de la serie B y Z, dejó claro en su debut cinematográfico, 'Black Past' (estrenada en 1989), que lo suyo era el humor negro y la casquería sin concesiones ni mucha justificación argumental.
En esa misma línea juega Andreas Schnaas, quien va un paso más allá que Ittenbach y viene a ser el máximo exponente del do-it-yourself, impregnando a todas sus producciones de un aire amateur en el que lo único a tener en cuenta es el nivel extremo de salvajadas y el gore.
Así es como la tríada Buttgereit-Ittenbach-Schnaas se convirtió en la abanderada del ultragore alemán, corriente que ha llegado a albergar más de una treintena de títulos, de entre los que escogemos los diez mejores en un especial para todos aquellos cinéfilos de paladar refinado.
Lo mejor del ultragore alemán
'NEKRomantik'
Amante del cine de serie B y de monstruos desde pequeño, Jörg Buttgereit creció en la Alemania Oeste y pronto supo que su futuro sería la dirección.
En 1980, con 17 años, empezó a dirigir sus primeros cortometrajes. No sería hasta 1987 cuando filmaría su ópera prima, convertida en obra de culto y etiquetada como uno de los films más desagradables de todos los tiempos.
Ya lo dijo John Waters: "Pioneramente horrible. La primera película erótica para necrófilos", frase que se utilizó para promocionar 'NEKRomantik', título que como bien indica su nombre, muestra con todo lujo de detalle escenas de necrofilia entre Rob y Betty, la perturbada pareja protagonista, y un cadáver putrefacto.
Rodada sin apenas presupuesto y en Super 8, la película que dio por inaugurado el ultragore alemán va mucho más allá de las ganas de escandalizar, conectando las pulsiones del sexo y la muerte a través del orgasmo. Y es que, como bien indica su nombre, no es más que una (necro) historia de amor.
'Black Past'
Dos años después del debut cinematográfico de Jörg Buttgereit, y poco antes de la caída del Muro de Berlín, llegaba el debut de otro de los nombres clave del ultragore alemán.
Con tan solo 20 años, un joven llamado Olaff Ittenbach dejaba a un lado su trabajo como protésico dental para dirigir su primera película, 'Black Past', título amateur protagonizado por él mismo donde el argumento y los diálogos no deben tenerse en cuenta (la norma general en la corriente del ultragore), y sobre los que prima el uso exagerado de la casquería, mutilaciones y depravación llevada a niveles extremos.
¿De qué va?
Un hombre asesina sin piedad a una joven, supuestamente bajo el influjo de un espejo maldito. Años más tarde, el protagonista encuentra el objeto y tras ponerlo en su casa, empieza a ser víctima de una serie de visiones que le acabarán llevando a la locura.
'Violent Shit'
Rodada con 5.000 marcos alemanes (poco más de 2.500 euros actuales), 'Violent Shit' se convirtió en 1989 en la primera película directa a vídeo de la industria de la Alemania después de la caída del Muro de Berlín.
Como en los casos de Buttgereit e Ittenbach, Andreas Schnaas (el aficionado al cine de serie B desde pequeño) rodó en clave puramente amateur su primera película, en la que nos presentaba a uno de los psychokiller más bestias de la historia del slasher, Karl The Butcher.
¿De qué va?
El tal Karl es un perturbado que se dedica a ir por la Alemania profunda aniquilando a todo aquél que se le pase por delante. Mutilaciones, amputaciones, mucha sangre y casquería, e incluso la aparición de Jesucristo en la cruz, convierten a 'Violent Shit' en todo un regalo para los amantes del cine trash y el gore sin concesiones.
Por si fuera poco, inició una saga de cuestionable calidad, compuesta por 'Violent Shit II', 'Violent Shit III: Infantry of Doom', 'Karl the Butcher vs. Axe' y un pseudo-remake italiano en 2015, llamado 'Violent Shit: The Movie'.
'El Rey de la Muerte'
En 1990 Jörg Buttgereit dirigía su segunda película, 'El Rey de la Muerte'.
Siguiendo con el espíritu experimental con el que se había dado a conocer gracias a 'NEKRomantik', el realizador decide apostar por un título en formato de antología, en el que nos presenta siete historias diferentes que siempre guardan relación con la muerte violenta y el suicidio, bajo el título de cada uno de los días de la semana.
Una rareza arty de lo malsano no apta para sensibles en la que aparecen desde perturbadas convertidas en salvajes spree killers, a tipos que deciden acabar con su vida de las maneras más bizarras.
'NEKRomantik 2'
Con Alemania ya reunificada, no podía ser otro que Jörg Buttgereit quien lograse convertirse en el centro de la polémica con el estreno de su tercer largometraje en 1991.
'NEKRomantik 2' consiguió algo que no había pasado desde la era nazi: 12 días después de su estreno, la película fue confiscada en Munich y clasificada X, debido a su argumento, el cual retomaba algunas de las ideas del primer 'NEKRomantik'.
Pieza de culto indiscutible, mítico es el cartel que se utilizó para su comercialización (objeto de fascinación para quien esto escribe desde muy temprana edad), donde se podía leer eso de "The Return of the Loving Dead", al que acompañaba la pertinente "X" que la clasificaba como película pornográfica.
¿De qué va?
Monika (interpretada por Monika M., una joven que el co-guionista Franz Rodenkirchen había conocido en un cine y que resultaba ser una acérrima fan del cine de Lucio Fulci) y Mark se conocen a la salida de un cine. Él, es un doblador de películas porno. Ella, enfermera con tendencias necrófilas que acabará convirtiendo a su nuevo amante en un su nuevo fetiche, obligándole a mantener relaciones sexuales sin moverse, como haciéndose el muerto.
'The Burning Moon'
En 1992 Olaf Ittenbach estrenaba su segunda película, la que se ha convertido sin ninguna duda en una de las más celebradas de su filmografía.
Abanderando el splatter y los ideales del cine más trash y underground, 'The Burning Moon' alcanzó gran fama a mediados de los noventa gracias a su comercialización en los videoclubs de todo el mundo.
¿De qué va?
Un joven delincuente le cuenta dos macabras historias a su hermana antes de irse a dormir: la primera de ellas, sobre una cita a ciegas en la que el hombre acaba revelado como un depravado que pretenderá acabar con ella y su familia; mientras que la segunda nos presenta a un cura violador y psicópata que acabará con sus huesos en el Infierno, donde será torturado en una de las secuencias más recordadas del cine gore.
'Schramm'
El cuarto título en la carrera de Jörg Buttgereit llegó en 1993, y volvió a ser un descenso a los infiernos de la mente de un protagonista, esta vez levemente inspirado en la figura de un asesino en serie real, Carl Panzram.
Rodada en 16mm, 'Schramm' nos cuenta cómo un hombre aparentemente normal se deja llevar por sus instintos más oscuros, entre los que se encuentran la automutilación, el gusto por cortar cuellos a las personas que visitan su casa, o la enfermiza obsesión que siente por una vecina suya, Marianne (Monika M.), una prostituta que hará que su mente acabe desquebrajándose por completo.
A diferencia del cine de Ittenbach, Buttgereit vuelve a apostar las atmósferas malsanas, dejando a un lado el carácter festivo del gore.
'Premutos, el ángel caído'
Continuando con su habitual humor negro, en 1997 llegaba el tercer largometraje de Olaf Ittenbach, 'Premutos, el ángel caído', la cual se convertiría en una de las sensaciones del cine gore de la época.
¿De qué va?
Mathias (Ittenbach) es un hombre aparentemente normal que lleva tiempo siendo asediado por extrañas visiones que parecen trasladarle a diferentes momentos de la historia. Todo se volverá mucho más terrible cuando descubra que él es elegido: es el hijo de Premutos, un anti-Dios indio que lleva combatiendo a la raza humana desde hace siglos, lo que hará que cada vez que entre en trance, se transforme en diferentes y monstruosas criaturas sedientas de sangre.
'House of Blood'
Pese a que comenzó a finales de los ochenta, la etapa más prolífica en la filmografía de Olaf Ittenbach tuvo lugar en los 2000, pues fue cuando dirigió un total de cinco largometrajes directos a vídeo en los que explotó su vena splatter y no abandonó nunca su sello underground.
De entre todos, uno de los más destacables es el de 'House of Blood', título estrenado en 2006 que parecía rendir homenaje al terror estadounidense de los setenta, regándolo con una generosa dosis de hemoglobina y pedazos de carne mutilada.
¿De qué va?
En pleno bosque, un accidente cruza las vidas del Doctor Madsen y de varios presos que iban dentro de un autobús. Ello iniciará una brutal reacción en cadena (el título original de la película es 'Chain Reaction') que acabará con los supervivientes en la casa de una apacible familia. Como en 'Abierto hasta el amanecer', nada será lo que parece y pronto se iniciará una brutal masacre.
'Barricade'
A inicios de los 2000, un nuevo realizador germano llegó con la intención de hacerse un hueco en la serie Z y el gore underground. Tras cuatro películas, Timo Rose presentó en 2007 el que ha sido su mejor título hasta el día de hoy, 'Barricade', contando como co-guionista con Ted Geoghegan ('We Are Still Here').
¿De qué va?
Siguiendo la estela de los nuevos survival que habían surgido a raíz de los éxitos de 'Km. 666' o el remake de 'La matanza de Texas', la historia nos lleva hasta un bosque de Alemania, donde un grupo de amigos se reúne después de varios años sin haberse visto. Pronto se convertirán en el punto de mira de una familia de caníbales.