Tras una temporada ocupado en proyectos televisivos como la serie 'The Knick', Steven Soderbergh ha estado un tiempo apartado de las salas de cine, pero el director de 'Ocean's Eleven (Hagan juego)' y 'Magic Mike' no piensa jubilarse todavía y pronto volverá a la gran pantalla revisando el género en que se hizo popular: el cine de robos y atracos. Steven Soderbergh ha aprovechado la celebración de la Coca-Cola 600 en el Charlotte Motor Speedway, donde hace un año estuvo con su equipo rodando 'Logan Lucky', para anunciar el tráiler y el póster de su próxima película.
El tráiler promete carreras automovilísticas NASCAR, atracos y comedia en un look muy diferente del de 'Ocean's'; algo así como su versión gamberra y antisofisticada. Jimmy y Clyde Logan son dos hermanos que trazarán un complicado robo de futuro incierto durante la carrera de Coca-Cola 600 en el Charlotte Motor Speedway. Adam Driver y Channing Tatum, que repite con el director después de 'Magic Mike', dan vida a los hermanos y "cerebros" del plan. A ellos se suman en el reparto un Daniel Craig muy muy cambiado del que conocemos por James Bond, Katie Holmes y Hilary Swank. La historia la escribe la debutante Rebecca Blunt.
Los cuatro ladrones (Tatum, Driver, Craig y Holmes) protagonizan en sepia el primer póster de la película rodeados de billetes y sobre un elegante coche de carreras NASCAR. El lema, como el color, acentúa el contraste entre los lujosos circuitos de carreras y estos ladrones de medio pelo y pocos recursos: "See how the other half steals" ("Ve cómo roba la otra mitad").
La película se estrenará en Estados Unidos el 18 de agosto de este verano. Soderbergh probará una nueva estrategia de distribución que trata de reducir intermediarios a favor de la productora y las salas de exhibición. 'Logan Lucky' aún no tiene fecha de estreno en España.
La inversión de Ocean's
Según ha contado Steven Soderbergh a Entertainment Weekly, 'Logan Lucky' es una "versión antiglam de las películas Ocean's". En ella, "Nadie se viste bien. Nadie tiene cosas buenas. No tienen dinero. No tienen tecnología. No tienen tecnología. Toda la tecnología es de goma, y eso es lo que me pareció divertido. Me pareció familiar pero bastante distinto. El paisaje, los personajes, y el escrutinio eran todo lo contrario de una película de Ocean's".
Las 10 mejores películas de Steven Soderbergh
'The Girlfriend Experience'
Tras deslumbrar con su monumental biopic sobre el Che Guevara, Steven Soderbergh apostó por la brevedad y la experimentación. Si su anterior trabajo contaba con una duración de más de cuatro horas, su siguiente proyecto, 'The Girlfriend Experience' no llegaba a los noventa minutos de duración. En apariencia, un respiro frente a la grandilocuencia y la dedicación obsesiva; en la práctica, su mejor obra de carácter experimental hasta la fecha. Centrando su mirada en la rutina de una prostituta de lujo que combina su trabajo con una vida doméstica de lo más cotidiana, Soderbergh entrega un hipnótico artefacto de arriesgado montaje y sobria puesta en escena, reforzada por esa encantadora mezcla de fragilidad y valentía que la debutante Sasha Grey transmitía desde su interpretación.
Una decisión de casting arriesgada, recordemos que la actriz era una de las grandes estrellas contemporáneas del cine porno, que se resolvió de la mejor manera posible, con una fusión perfecta entre intérprete y personaje. Mucho más cohesionada de lo que pueda parecer, 'The Girlfriend Experience' nos muestra la versión más arriesgada del cineasta, aquella en las que las pretensiones muchas veces se le han vuelto en contra. No es el caso.
'Indomable'
'Indomable' supuso una importante decepción para los amantes de la acción desenfrenada y caótica, estilo Emmerich o Bay, pero se convirtió en una experiencia más que interesante para todos aquellos que esperaban la peor versión posible de Soderbergh. Y es que todo está bien claro desde el brillante prólogo, aquí tenemos a un cineasta en la búsqueda permanente de la escena de acción perfecta, el intento de confeccionar el blockbuster vertiginoso más gélido posible.
No hay banda sonora que subraye cada golpe, no hay efectos especiales deslumbrantes, no hay fuegos artificiales que nos dejen con la boca abierta, pero a cambio tenemos peleas coreografiadas como si se trataran de la danza más sofisticada, persecuciones planificadas con maestría absoluta y una dirección de cinco estrellas. Incomprendida e infravalorada a partes iguales, 'Indomable' sigue siendo una de las mejores películas de Soderbergh por lo que tiene de sorprendente. Esperábamos un trabajo de encargo y nos encontramos con un director en plena forma.
'Un romance muy peligroso'
La pregunta es clara, ¿podría ser 'Un romance muy peligroso' mejor de lo que es? La respuesta es contundente: NO. Soderbergh sacaba el máximo partido a una historia que, de caer en otras manos, podría haberse quedado en un entretenimiento que consigue el aprobado justo gracias exclusivamente a los giros que ofrece su trama. Sin embargo, el cineasta conseguía ir mucho más allá, diseñando un notable thriller en el que todo funciona mucho mejor de lo esperado, tanto en la forma, tan maravillosa como sofisticada, como en el fondo, con una historia de amor, intriga y acción que cumplía con todos sus objetivos.
El espectador no tiene opción al aburrimiento en ningún momento, disfrutando de una narración en constante movimiento y en la compañía de unos personajes presentados con ejemplar inteligencia y cuidado. Mención aparte merece la química entre sus dos protagonistas, George Clooney y Jennifer Lopez, complicidad y sexualidad en estado puro. Un golpe de suerte más para Soderbergh. Y de talento.
'Che, el argentino'
Si vas a hacer un biopic sobre Ernesto 'Che' Guevara, hazlo en serio, pon toda la carne en el asador y entrégate a la causa al máximo. ¿Necesitas más de 300 minutos? Adelante. ¿Quieres que lo lidere la mejor versión posible de Benicio Del Toro? Tuyo es. ¿Tienes la oportunidad de contar en el reparto con, entre otros, Eduard Fernández, Jordi Mollà, Antonio de la Torre, Gastón Pauls o Julia Ormond? No te cortes. Y así, Soderbergh estructuró la visión más ambiciosa, exhaustiva y contundente sobre una de las figuras claves de la historia.
Un relato definitivo que se estrenó entre aplausos en Cannes a través de su versión íntegra, cerca de cuatro horas y media, mientras que en las salas comerciales llegó dividida en dos entregas, 'Che, el argentino' y 'Che, Guerrilla'. En ambos casos, se disfruta por igual de una propuesta que encuentra a un director fascinado por su protagonista, obsesionado con trazar el recorrido más detallado posible de una vida apasionante. Y vaya si lo consigue. Eso sí, si nos tenemos que quedar con una de sus dos partes, lo hacemos con la primera de ellas. Ejemplar.
'Efectos secundarios'
Mucha gente criticó con dureza 'Efectos secundarios' por esconder en su interior dos películas totalmente diferentes. Porque el último largometraje hasta la fecha de Steven Soderbergh es, primero, un drama sobre el poder de la depresión, un análisis de la factura que deja esta bestia sin piedad ni paciencia y, además, una denuncia algo liviana y superficial de cómo el mundo de la medicina, y especialmente la empresa farmacéutica, aprovecha esta situación para llevar a cabo su objetivo más importante, el de hacer el mejor negocio posible. Pero, asentados personajes y trama, Soderbergh decide entonces realizar un giro de 180 grados y convertir su historia en un thriller clásico, con ecos del mismísimo Alfred Hitchcock. Un cambio de fondo, que no de forma, en los que muchos vieron una oportunidad perdida por parte de Soderbergh para realizar una de sus mejores películas. Y sí, pero no.
Porque, si bien es cierto que ese primer tramo resulta especialmente logrado, con capacidad para captar la atención del espectador, sumergido en un retrato de la depresión que destaca las características más caóticas de la enfermedad, Soderbergh se nota mucho menos pretencioso, más liberado, cómo si disfrutara más de su criatura, cuando se centra en los giros de guión, en la sorpresa tras sorpresa, en el truco y la trampa, los recovecos de una historia cuyo único "pero" se puede encontrar en una resolución algo apresurada y rocambolesca, alejada de la pausa casi hipnótica que la rodeaba durante la mayor parte del metraje. ¿Que tenía un filón para rodar una sobria y elegante denuncia a la mafia farmacéutica y el juego que establece con nuestras enfermedades? Sí. ¿Qué le apetecía hacer un, igual de sobrio y elegante, thriller de toda la vida para disfrute del gran público? Pues también. Y, oye, le salió mejor que bien.
'Traffic'
Y la Academia se rindió a Soderbergh. Doblemente nominado a Mejor Director por 'Erin Brokovich', no la busquéis en esta lista, y 'Traffic', el cineasta saboreaba en el año 2000 las mieles de los premios más importantes de la industria de Hollywood y el reconocimiento unánime de la crítica. El relato que construía esta última obra sobre el mundo de la droga y el narcotráfico a través de distintas historias ha envejecido un poco peor de lo esperado, especialmente en el terreno visual, pero su contundencia dramática y su árida crudeza para golpear el estómago y el cerebro de los espectadores, se mantiene intacta.
El Oscar a Mejor Película se le escapó en el último segundo, cayendo en las manos del 'Gladiator' de Ridley Scott, pero Soderbergh consiguió alzarse con la estatuilla a la mejor dirección gracias a su imponente labor en 'Traffic'. El reconocimiento a un cineasta que volvía a entregar un trabajo impecable tras la cámara.
'Contagio'
Rodeado, una vez más, por un reparto espectacular, Soderbergh narra con pulso firme los días posteriores a la aparición de un virus mortal que se propaga a nivel mundial con una temible velocidad. Un punto de partida que podría haberse enfocado desde el cine de catástrofes o desde el más sentimental pero al que el director otorga un aspecto frío y cerebral, sin apenas concesiones a lo lacrimógeno, excepto en la trama, prescindible, protagonizada por Marion Cotillard o en algunos momentos, pocos, de la dedicada a Matt Damon. Lo importante en 'Contagio', en cualquier caso, son los días de después, la capacidad de las personas para soportar el temor tras cada vaso, plato, pomo o contacto que se pueda producir con el prójimo. Soderbergh, otorgando todo el protagonismo de su película a sus personajes, los observa desde la óptica tenebrosa del virus, del pánico más pausado, impulsivo y humano posible. Cada una de las historias que se entrelazan esconde un motivo, una finalidad distinta por encima de la salvación individual, ya sea la protección de una hija, el aplauso del mundo o la felicitación de un padre.
'Contagio' podría haber sido muchas películas diferentes pero se conforma con ser una global, repleta de miedos tan primarios como universales. Es difícil saber el modo en el que reaccionaría cada uno de nosotros ante una situación como la que se nos presenta pero, lo que está claro, es que no se podía contar una historia así de un modo más realista y con tanta capacidad para la identificación con alguno de sus personajes. En definitiva, Soderbergh hiela la sangre a través de los ojos de un virus que no conmueve el corazón pero que sí ataca al cerebro, los sentidos, tejiendo una tela de araña en la que es sencillo entrar pero muy difícil salir. Uno de sus mejores trabajos.
'Ocean's Eleven'
La relación entre la taquilla y Soderbergh no ha sido nunca especialmente intensa. Mientras la inmensa mayoría de la crítica se rendía película a película ante el talento del cineasta, el público nunca terminaba de responder con excesiva pasión. Hasta que llegó 'Ocean's Eleven', remake de la película homónima de 1960 en la que un grupo de once delincuentes se ponen manos a la obra para redondear el golpe perfecto, desplumar a la vez tres de los casinos más importantes de la ciudad de Las Vegas. Si buscamos razones para su éxito mundial, la respuesta fácil y evidente sería citar a su reparto.
Y es que contar con, atención, Brad Pitt, George Clooney, Matt Damon, Julia Roberts, Casey Affleck, Don Cheadle y Andy Garcia, es jugar sobre seguro, con infinitas garantías. Pero es que además Soderbergh volvía a entregarse en cuerpo y alma, elevando al infinito su capacidad para entregar el espectáculo más elegante posible. Todo en su dirección es vibrante, juguetón, divertidísimo. Uno es plenamente consciente de que se lo está pasando bomba en esta historia repleta de sorpresas, carisma y diversión. Rozando el entretenimiento perfecto con la punta de los dedos.
'Behind the Candelabra'
De primeras, la combinación de Steven Soderbergh y HBO, ya pone los dientes largos. Por eso, cuando se anunció que el proyecto que el director planeaba llevar a cabo en 2013 era una película destinada a su emisión en el canal estrella de la televisión de las últimas décadas, la impaciencia se adueñó por completo del lugar. Sin embargo, en el momento en el que se detalló que la propuesta, 'Behind the Candelabra', sería un biopic sobre Liberace, una de las estrellas más delirantes y extravagantes de la historia del mundo del espectáculo estadounidense, algo no terminaba de encajar. Pero, claro, hablamos de Soderbergh, por lo que nunca se puede contar con la evidencia. Y, evidentemente, nos volvimos a equivocar con nuestras inquietudes y nos dimos de bruces con una de las mejores obras de la carrera del director.
Un trabajo deslumbrante en su factura técnica, algo que siempre se da por hecho con Soderbergh, pero más emocionante que ninguna de sus películas anteriores, capaz de llevar al espectador hasta ese punto tan ansiado en el que la sonrisa y la lágrima se descubren de manera simultánea. Todo ello no sería posible sin las interpretaciones de Matt Damon, y especialmente, de Michael Douglas, impresionante en uno de esos trabajos que dejan huella. En definitiva, uno de los mejores biopics de los últimos años de la mano de un Soderbergh deslumbrante.
'Sexo, mentiras y cintas de vídeo'
Digamos que hay peores maneras de empezar una carrera que con una Palma de Oro en el Festival de Cannes, el premio del público en Sundance y una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Guión. Pero es que el primer largometraje de Soderbergh, 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' sigue siendo uno de los debuts más redondos de las últimas décadas. Y el impacto es aún más contundente si pensamos que se trata de una película escrita en poco más de una semana, rodada y montada en dos meses y con un presupuesto que no llegaba a los dos millones de dólares. Ah, y Soderbergh, que se encargaba del impresionante guión y de la fascinante dirección, no llegaba a los treinta años.
Factores que elevan, aún más si cabe, el valor de una obra maestra marcada por diálogos de oro, interpretaciones de primer nivel y alguna de las escenas más inquietantes y hermosas que nos ha regalado Soderbergh a lo largo de su carrera. Impecable de principio a fin. El mejor inicio posible para una carrera única. Y su mejor película hasta la fecha.