Ha llovido mucho desde 1998, y el cine patrio ha seguido haciéndose un hueco entre los grandes y consiguiendo galardones y reconocimientos con los que solíamos soñar. Pero, sin duda, existe un fenómeno sin precedentes. Se trata de un ser que causa admiración y repulsa a partes iguales. ¿Os suena el brazo tonto de la ley?
Así es, José Luis Torrente cumple ahora 18 años. O, al menos, su primera aparición en 'Torrente, el brazo tonto de la ley' ha alcanzado la mayoría de edad. Hace casi dos décadas, un siempre luchador Santiago Segura estrenaba en cines su pequeña criatura, que acabaría adquiriendo proporciones estratosféricas (en todos los sentidos) con el paso del tiempo, y de sus diferentes secuelas.
Hoy queremos repasar aquellos momentos que, a lo largo de la saga, se nos quedaron grabados en la retina por lo extraños que fueron, a la par que descacharrantes.
Los 7 momentos más surrealistas de 'Torrente'
A la gresca
Cuando estás intentando hacerte el machote delante de tus pupilos, no queda nada bien que un boxeador profesional y su colega con malas pintas tengan la intención de partirte la cara. Por suerte, José Luis Torrente sabe como jugar sucio y noquear al malote de Javier Bardem, e idolatrar lo suficiente a Policarpo Díaz como para que éste le perdone la vida. Un momento que ningún fan del ex-policía puede olvidar y que, naturalmente, solo le podría suceder al personaje interpretado por Santiago Segura.
La pela es la pela
El personaje de Torrente es genial en sí mismo, pero, admitámoslo, sus películas tendrían mucha menos gracia si no tuviera a su legión de "amiguetes" para darle vidilla al asunto. Cañita Brava ya es todo un habitual en los productos de Santiago Segura, y ningún fan será capaz de olvidar al camarero agarrado que interpreta. Bueno, al fin y al cabo, solo reclama lo que es suyo. Y es que Torrente parece haberse olvidado de que no le va a servir nada más, porque le debe 6.000 pesetas de Whisky...
Lávate las manos
Sin duda, el personaje de Javier Cámara tiene mucho que aprender de la vida, y Torrente está dispuesto a inculcarle su vasto conocimiento. Tras explicarle que la droga no es mala y pegarle a un yonki, José Luis se queda perplejo al ver que Rafi no se lava las manos antes de orinar. Esto da pie a una interesante y científica explicación por parte del ex-policía, en la que le dice que su aparato reproductor es sagrado y hay que reverenciarlo. Y es que, después de todo, los "microorganismos microbianos" acechan. Momentos como este son los que convierten a la primera entrega de 'Torrente' en una obra de culto del cine español.
El taller de costura
Si Jesús Bonilla desconfía de su mujer, ahí está el mejor investigador privado para contarle toda la verdad. O casi toda. Resulta que sus sospechas eran ciertas, y el personaje interpretado por Cristina Tárrega era prostituta. Torrente, tras pedirle dinero a ésta por no chivarse (y tras un trabajito fino), le comenta al marido que no se preocupe, que su mujer está trabajando en un taller de costura. No cuela, y el ex-policía es sincero y le dice que su señora esposa se dedica a la profesión más antigua del mundo. Cuando a Bonilla le da un ataque y se queda tirado en el suelo, Torrente huye sin contemplaciones. Gran detective y mejor ciudadano.
"Pa" haberse "matao"
No todo van a ser cameos, y es que, faltaría más, Torrente y su querido amigo Cuco (Gabino Diego) sabían valerse por sí mismos en 'Torrente 2: Misión en Marbella'. O eso pensaban estos pobres diablos. El primo de Cuco, con toda la buena voluntad del mundo, le deja probar un coche al detective, pero el que conducirá será el propio Cuco. No llegarán muy lejos, ya que a los pocos metros vuelcan el coche, provocando la ira del primo y del propio José Luis, que persigue furioso a Cuco. Sin duda, una de las escenas más divertidas de la primera y exitosa secuela.
El Fary es Dios
Ya sabemos lo lejos que puede llegar Torrente protegiendo a su Fary, así que más vale no meterse con el cantante en presencia del brazo tonto de la ley. Tras obrar mal, y ante la atenta mirada de un José Mota que no sabía lo que estaba sucediendo, José Luis tiene una visión de El Fary en 'Torrente 3: El protector'. El cantante le recuerda que él es español, y que necesita echarle valor a una situación muy delicada. Torrente agradece las palabras, pero, tras un emotivo abrazo, El Fary se da cuenta de que el que creía su fan le había "cholao" la cartera.
Del Barça ni mort
No hay que olvidar que a Torrente le ha llegado a pasar de todo, y hasta ha tenido la peor pesadilla que un fascista anti-catalán y del Atleti puede sufrir: despertarse y hablar en catalán, tener una foto colgada de Jordi Pujol y ser un fanático del Barça. Por suerte para él, todo fue un mal sueño, pero muy real. Hasta estaba allí Andreu Buenafuente para darle su bienvenida al fantástico mundo catalán, del que Torrente prefiere estar alejado. Sin duda, una de esas escenas divertidísimas que todo el mundo recuerda.